EL-SUR

Martes 16 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Colonialismo de la basura plástica

Octavio Klimek Alcaraz

Abril 22, 2023

El pasado lunes 17 de abril de este año, la Colectiva Malditos Plásticos (Acción Ecológica, Asociación Ecológica Santo Tomás, Fronteras Comunes), Geocomunes, Geografía Septentrional, No Es Basura (NEB), la Alianza Global para Alternativas a la Incineración (GAIA), Break Free From Plastic (BFFP), la Academia Mexicana de Derecho Ambiental y la Red Internacional para la Eliminación de Contaminantes (IPEN), presentó la plataforma virtual sobre el Colonialismo de la basura plástica debido a la contaminación y problemas que provoca la exportación de desechos plásticos a México y un mapa interactivo sobre el uso de la basura plástica como combustible (ver página electrónica https://mexicotoxico.org.mx/colonialismo-basura/).
Conforme al boletín de prensa de las organizaciones no gubernamentales y la propia página electrónica enunciada, citamos de manera textual parte de su valiosa información, aunque algunos comentarios son propios. En palabras de la plataforma, se le denomina colonialismo de la basura a la forma de dominación, explotación y de injusticia ambiental que se genera a través del envío transfronterizo de residuos desde países ricos y poderosos hacia aquellos del Sur global, en donde la regulación ambiental es más laxa y la capacidad de un reciclaje seguro es infinitamente menor a la de los países desarrollados, como es el caso de México. Los residuos que así llegan, de cualquier forma, contaminan, y dado que no se reciclan, terminan incinerándose.
La plataforma virtual presenta datos geoespaciales descargables mediante el uso de la visualización interactiva del volumen y valor de las exportaciones de desechos plásticos a México para la partida arancelaria 3915 (Desechos, desperdicios y recortes, de plástico y subpartidas), principalmente provenientes de Estados Unidos para el periodo 2015-2021 (y algunos datos del 2022). Las bases consultadas fueron el Sistema de Información Arancelaria Vía Internet (SIAVI), DATASUR, y USA Trade Online de la Oficina del Censo de Estados Unidos, mismas que presentan diferencias entre ellas. La información va acompañada de una sección con estudios de caso que describe territorios país con profundas afectaciones socioambientales por la incineración de desechos en hornos cementeros y procesos de reciclaje de plásticos.
En la plataforma se señala que, a partir del 1 de enero de 2018, China prohibió la importación de desechos plásticos (fracción arancelaria 3915) por no ser susceptibles de reciclaje, por su toxicidad y por provocar graves problemas de contaminación y daños a la salud en su territorio. Esta medida forzó a Estados Unidos (EU) y a otros países que son grandes generadores de basura plástica a redirigir sus exportaciones de desechos a países menos desarrollados, todo esto bajo el argumento de que se exportan para un supuesto reciclaje.
Según datos consultados del Sistema de Información Arancelaria Vía Internet (SIAVI), de 2015 a octubre de 2021, se han exportado 662 mil 518 toneladas de desechos plásticos a México. Las exportaciones anuales prácticamente se triplicaron en este lapso, pasando de 58 mil 243 toneladas en 2015 a 175 mil 586 toneladas en 2021. En números relativos, las exportaciones de desechos plásticos hacia México se incrementaron del 2018 al 2021 en un 121 por ciento, a pesar de la entrada en vigor de la Enmienda de Plásticos del Convenio de Basilea en enero del 2021.
El Convenio de Basilea busca controlar los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, su Enmienda tiene como objetivo atender la alta contaminación generada por los desechos plásticos a nivel mundial.
Así, el 94 por ciento del volumen de desechos plásticos exportados a México durante este periodo proviene de Estados Unidos, mientras que Italia, Alemania, Holanda y China suman, en conjunto, otros 3 por ciento del volumen total.
Destaca que entre 2015 y agosto de 2022, la exportación de desechos de plásticos de EU a México representó un valor de 225 millones de dólares, y nuevamente la fracción arancelaria más importante fue la de “los demás plásticos”. Una subcategoría donde se agrupan diversos plásticos que, obviamente, no se pueden clasificar y diferenciar, lo que puede resultar más dañino para la salud y el ambiente. Lamentablemente, el flujo de plásticos que ocurre entre México y Estados Unidos, no tiene gravamen. Esto por las excepciones arancelarias que brinda el Tratado de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México (T-MEC), a pesar de que importar desechos plásticos deriva en un conjunto de problemas socioambientales que podrían generar costos al erario público, por gastos en materia de salud y de tratamiento de lugares contaminados.
Aunque se puede conocer el nombre de las empresas importadoras y exportadoras que manejan toda la basura exportada hacia México, esta información no es suficiente para saber hacia dónde van con precisión esos miles de toneladas de desechos plásticos o en qué procesos de reciclaje, disposición final, tiraderos, quema o coprocesamiento son incorporados. Además, las autoridades ambientales y de economía no lo detallan, y me temo no lo saben con precisión.
Así, la pista de esas toneladas de plásticos importados se pierde al entrar al país. Entre 2015 y agosto de 2022, hubo 231 empresas distintas que importaron desechos plásticos.
Ahora bien, dado que la regulación ambiental mexicana permite la quema de residuos, residuos peligrosos y plásticos en hornos cementeros y la considera como “reciclaje”, probablemente muchos de los miles de toneladas de residuos plásticos que entran al país están siendo utilizados como combustible en procesos industriales. Por ejemplo, en los procesos de coprocesamiento (quema de residuos como combustible “alterno” en hornos cementeros), que son sumamente tóxicos por las emisiones que durante esta combustión se forman. A esta contaminación se le suman las que provocan la acumulación de aditivos tóxicos añadidos en los plásticos. Toda esta combinación de vertidos al aire, agua y suelo es lo que ha dañado por muchos años el ambiente, la salud y los territorios de las comunidades cercanas, reconocidos por la autoridad ambiental como “infiernos ambientales”. Es por lo que, valorizar los residuos a través de la incineración y el coprocesamiento, contradice los esfuerzos mundiales y la legislación marco de otros países, que señalan que la quema de residuos debe ser la última alternativa de gestión de residuos y plásticos y que esa quema de tóxicos debe ser evitada a toda costa.
Como se comenta en la plataforma, el Estado mexicano debe realizar acciones fuertes y audaces como las del gobierno de Canadá al clasificar los plásticos dentro de su legislación ambiental como tóxicos. Así, cualquier residuo plástico representa una amenaza para el ecosistema, la salud humana o la biodiversidad se considera tóxico. Con ello, se puede prohibir los enormes riesgos de importar residuos plásticos tóxicos y contaminados a México, ya que la mayoría de estos no pueden ser reciclados, por lo que terminan incinerándose en hornos cementeros, en tiraderos municipales, cuerpos de agua, los océanos, o en cualquier sitio, deteriorando los espacios de vida de la biodiversidad y dañando la salud humana.
Es importante señalar que hasta ahora el gobierno de México está siendo permisivo con la importación de esta basura plástica. Esto debido a que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), no debería permitir estas importaciones para incineración o cualquier otro propósito, mucho menos bajo el subterfugio de reciclaje. Un gobierno amigo de la naturaleza y su gente no puede ser el patio de la basura del vecino, se requiere una postura firme, con una regulación estricta para frenar a las empresas que están realizando este tipo de acciones.