Marcial Rodríguez Saldaña
Septiembre 24, 2020
Un grupo que se han autodenominado en los últimos lustros en México “intelectuales”, firmó y publicó en días recientes un desplegado difundido en todos los medios nacionales y redes sociales “En defensa de la libertad de expresión” señalando que hay un asedio a este derecho por parte del Presidente de la República y que “esto tiene que parar”.
1.- Es muy importante debatir este tema a fondo de cara a la nación. Durante los gobiernos neoliberales 1982-2018, en general estos personajes mantuvieron una dependencia económica, moral y política de los gobernantes en turno. Su estrategia consistió en copar noticieros, programas de opinión, en radio y televisión, páginas editoriales de medios escritos nacionales, empresas editoriales de libros y revistas, para mantener un dominio informativo y un control de la opinión pública y a cambio vivir de privilegios, de dinero público.
Su tarea fue la de maquillar la vida pública, se han hecho pasar por “sabelotodos” pues en sus programas lo mismo se hacen expertos en salud, en economía, política, arte, deporte, etc., han hecho aparecer que los gobiernos y gobernantes en turno hacían un trabajo excepcional a favor del pueblo. Se hicieron cómplices de la corrupción, de los fraudes electorales, de las violaciones graves a derechos humanos, de la pobreza en que se ha mantenido a los habitantes del país, de los ataques a la libertad de expresión, de asesinatos y agravios a periodistas, de la entrega de nuestros recursos naturales, en fin de la traición al pueblo de México.
2.- Ahora que por voluntad libre y democrática del pueblo, se está impulsando por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, una profunda transformación del país, que tiene como uno de sus ejes fundamentales el combate a la corrupción y la terminación de privilegios; estos mismos comentócratas aducen que está en peligro la libertad de expresión, lo cual es una falacia. Lo cierto es que este grupo pretende seguir viviendo de los privilegios que obtenían del periodo de los gobiernos neoliberales, esto es, recibir dinero público en cantidades exorbitantes para pasársela de un programa a otro en radio y televisión, en editoriales de periódicos, para publicar revistas y libros y que el gobierno les comprara los ejemplares y los repartiera en sus oficinas, o sea hacer negocio redondo a costillas del dinero del pueblo, y además algunos de ellos violar las leyes y no pagar impuestos.
3.- Es falso que esté en riesgo la libertad de expresión en México, por el contrario, es en el actual gobierno, con clara vocación de la defensa de los derechos humanos, en donde más se protege y se auspicia. Lo que ocurre, es que ese monopolio que los comentócratas han tenido de los medios, no puede mantenerse en un cambio de régimen, ahora es indispensable la información plural, completa, objetiva y no parcial e inducida.
En tanto que este grupo –con todo su derecho– mantiene permanentemente posiciones públicas contrarias a los postulados de la 4T y de que el gobierno ha renunciado a sus espacios publicitarios en los medios, lo conducente es que estas posturas se contrasten, para que el pueblo esté plenamente informado y a detalle de todos los asuntos públicos; en el caso del Presidente AMLO, la vía que le queda es su libertad de expresión, de informarle y explicarles al pueblo las razones de las decisiones de gobierno y defenderlas, porque de no hacerlo así, el pueblo sólo tendría una versión de los hechos, lo cual eso sí sería cancelar la libertad de expresión e información que son consustanciales a un régimen democrático.
4.- Un ejemplo para corroborar lo anterior es suficiente. Si solo se informara a la opinión pública que conservadores mexican@s se plantan en el Zocalo de la Ciudad de México y piden la renuncia del Presidente de la República y no se informa que se trata de un grupo reducido y que las encuestas le dan a AMLO un 70 por ciento de aprobación, la información sería incompleta, parcial y tendenciosa.
Es muy saludable para el avance de la democracia en nuestro país, que todos los temas de la vida pública se sometan a constante debate, eso ayuda a la formación política del pueblo, rompe los controles de la opinión pública. No es legítimo ni moral, que los comentócratas neoliberales quieran escudarse en la libertad de expresión para volver a sus fueros y privilegios; volver al pasado, donde sólo este grupo controlaba la información y manipulaba la opinión pública, es retornar a los gobiernos autoritarios, en cambio promover el debate público fortalece y arraiga la vida democrática de la nación como un signo distintivo de la Cuarta Transformación de México.
marcialrodriguezsaldana.mx