Este sábado primero de diciembre, después de un largo periodo de cinco meses de transición, por fin en el pleno del Congreso de la Unión habrá de tomar protesta Andrés Manuel López Obrador como presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
1.- La transición ha sido muy larga y eso se entiende así porque en los periodos sexenales del pasado después de la jornada electoral esa etapa permitía que el presidente en turno acomodara su salida a su conveniencia y el presidente electo se mantenía en plena calma y en silencio para no inquietar ni hacerle sombra a su sucesor. Los resultados del pasado primero de julio modificaron radicalmente las formas políticas de la etapa de transición. Anteriormente, el presidente electo anunciaba su gabinete por lo general un día antes de la toma de posesión, ahora lo que ocurrió es que AMLO desde la campaña señaló quienes serían los miembros de su gabinete, los cuales en su mayoría han sido ratificados y se ha ido conformando en sus mandos superiores y medios en todas las áreas de la administración pública federal centralizada y descentralizada.
2.- Otra de las variantes en esta etapa de transición ha sido el activismo de AMLO como presidente electo, ya que se ha dedicado a recorrer el país para agradecer a la ciudadanía su voto; planear los programas fundamentales de su gobierno; atender los asuntos prioritarios como epreparar el esclarecimiento del caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala; la relación con Estados Unidos; el vínculo con todos los sectores del país; la política hacia los migrantes; la solución al trafico de pasajeros en avión en la zona metropolitana de la Ciudad de México; la política económica y energética; la reactivación del campo; el impulso a los foros en distintas áreas y a las consultas populares; fijar posiciones públicas sobre temas importantes para el país como la pacificación y seguridad, la educación y el sindicalismo; a organizar el equipo de gobierno y a planear su agenda de los primeros meses.
3.- Así llega AMLO a la toma de protesta como presidente. Este acto es muy simbólico porque se materializa la asunción del Poder Ejecutivo de la nación con una alta legitimidad producto del voto popular auténtico que sintetiza largas luchas por la elección libre de representantes en México. Simboliza un mandato de los electores para un cambio de modelo económico, social y cultural y de régimen político. Esto es lo que significa la Cuarta Transformación de México (4T), que ha comenzado parcialmente con una nueva composición del Congreso de la Unión en su mayoría proclive a ella, en donde ya se han aprobado leyes vinculadas a este proceso como la de remuneraciones de los servidores públicos para que nadie gane más salario que el presidente y se combatan los excesos; la de la Administración Pública Federal para la creación de las Secretarías de Seguridad Pública y de Bienestar para que se reoriente la política de seguridad y social.
4.- Viene la etapa de acción de gobierno, de aplicar las políticas públicas comprometidas en la campaña; para ello, los diputados federales –los únicos facultados para aprobar el presupuesto– tendrán que aplicarse de tal manera que lleven a cabo una reorientación del dinero público para que se evite gasto corriente innecesario, partidas a programas inútiles, disminuir la burocracia gubernamental y dirigir los recursos públicos de la nación a disminuir la pobreza, a generar empleo, a fortalecer la educación, la salud, la vivienda, el desarrollo sustentable y los servicios fundamentales de los más pobres del país. No hay duda de que AMLO asumirá con éxito el rol que le toca en esta 4T de México, y esperemos que todo su equipo de gobierno y todos los representantes populares a quienes la ciudadanía otorgó su confianza actúen en la misma dimensión y que este sea el inicio de un nuevo régimen político que instaure la democracia en México.

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