A la memoria del licenciado René Juárez Cisneros, gobernador de Guerrero 1999-2005, un guerrerense que supo conducir en armonía los destinos de Guerrero.

La batalla contra el Covid no ha terminado, lejos de ello, nos encontramos en plena tercera ola –no sabemos si al inicio, a la mitad o en el pico de la misma…, con el componente adicional de que la mayor parte de los nuevos contagiados son jóvenes y niños.
Después de año y medio de pandemia, es mucho lo que hemos aprendido y son muchos los errores que seguimos cometiendo: a estas alturas debe quedar claro ya que las sanitizaciones, los tapetes desinfectantes, los rociados de líquido, el uso del gel antibacterial y hasta el lavado constante de manos ayudan de forma general para generar condiciones higiénicas, pero poco hacen contra el coronavirus; el coronavirus se transmite principalmente a través de partículas y gotículas (aerosoles) que viajan por la vía aérea. Es lo que respiramos lo que debemos de cuidar. Es por ello que el uso correcto de cubrebocas, intentar evitar los lugares cerrados, ventilar constantemente habitaciones y lugares públicos, es la manera más importante que tenemos para evitar contagios.
De nada sirve untarse gel y pasarse por una alfombrilla con desinfectante, si a las primeras de cambio nos quitamos el cubrebocas y estamos a menos de metro y medio de la gente con la que interactuamos. De nada sirve usar cubrebocas únicamente tapando la boca, dejando fuera la nariz. De nada sirve usar cubrebocas de mala calidad que únicamente sirven para filtrar el aire, pero no así para detener las partículas contagiosas.
Hoy la tarea más importante es vacunarnos todas y todos, tratar de completar nuestro esquema de vacunación y promover la vacuna entre los miembros de la comunidad que aun dudan en vacunarse. Eventualmente y en próximas semanas el esfuerzo deberá de conducirse hacia la vacunación de niños y niñas, de lo contrario, alcanzar la inmunidad de rebaño, se antoja cada vez más difícil.
La actividad económica, sin embargo, debe de mantenerse observando las limitaciones de aforo y las medidas de sana distancia.
La responsabilidad primaria cae sobre cada uno de nosotros, no hay autoridad en el mundo capaz de impedir que alguien de manera irresponsable arriesgue su vida y la de los demás.
La pandemia nos ha alcanzado a todos. Todas las familias de Guerrero y de México hemos sufrido la pérdida de algún ser querido. Por ellos, por su recuerdo, por su memoria, es que debemos seguir cuidándonos de manera constante sin caer en la paranoia, sino más bien concentrándonos en lo que es verdaderamente importante que es impedir que las partículas que viajan por el aire se transmitan de uno a otro.
Tenemos que seguir unidos y observantes de las disposiciones que emitan los tres ordenes de gobierno. Tenemos que aprender a subsistir en medio de esta nueva normalidad. Tenemos que lograr el equilibrio entre la prevención, y el desarrollo económico y emocional para que no nos salga más caro el caldo que las albóndigas.
Es necesario que los gobiernos hagan énfasis en lo que es verdaderamente importante y dejen de perder tiempo y esfuerzo en lo que está comprobado que no lo es. Lo único que podrá devolvernos cierto nivel de normalidad será la vacunación masiva y la inmunidad de rebaño alcanzada a través de los contagios no graves.
La pandemia llegó para quedarse por algún tiempo y tenemos que llegar a un esquema en donde se puedan realizar muchas pruebas diagnósticas, para poder aislar con efectividad a los que estén contagiados, sin que eso implique detener la vida de los que ya están vacunados o son inmunes por haber estar previamente contagiados.
Tenemos que mantenernos unidos como mexicanos y como ciudadanos del mundo, sabedores de que de nada nos servirá la vacuna propia, si el vecino de puerta, de colonia, de estado o de país no la tiene. Por eso es importante que el gobierno de la república mantenga una política de solidaridad con los países menos desfavorecidos, porque no puede haber un entorno saludable si en nuestras porosas fronteras se sigue colando el bicho.
El presidente López Obrador ha dicho que en México no habrá medidas autoritarias o coercitivas que impidan el libre tránsito o la obligatoriedad para vacunarse, sin embargo, habremos de llegar a un punto, como en Francia, en donde el derecho de algunos a no vacunarse no podrá estar por encima del interés colectivo a la salud y al bienestar.