EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Cristina, la brillante reina de Suecia

Adán Ramírez Serret

Enero 19, 2018

Los últimos meses han tenido un tono, en los medios y redes sociales, más feminista que en los últimos 30 años. Las denuncias del acoso de los varones a las mujeres en círculos de poder se han destapado y esperemos que lleguen hasta sus últimas consecuencias. El tema no resulta polémico sino que tan sólo se está tomando consciencia, se están abriendo los ojos a lo que antes preferíamos obviar. Sin duda el acoso tiene infinidad de motivos detrás pero me parece que uno de los de más peso, es someter, limitar a las mujeres a un solo rol: el sexual. Esto ha sido, por desgracia, una constante en los últimos siglos, pues en tiempos anteriores, desafortunadamente muy recientes, ser mujer significaba tan sólo ser hija, hermana o madre. Hace un par de siglos princesa y en el mejor de los casos, reina.
Pienso ahora en la reina Cristina de Suecia, justamente a propósito de lo mencionado arriba y también por la increíble novela póstuma del actor y dramaturgo Premio Nobel de Literatura 1997, Dario Fo (Lombardía Italia, 1926-2016). Me parece que es una obra precisa para estos tiempos y para entender al feminismo. Pues el padre de Cristina, Gustavo II Adolfo, estaba feliz de tener una hija, por lo que se la quitó a su madre de los brazos para educarla como un varón. También cambió las leyes de su reino para que su heredera pudiera ser reina sin la necesidad de casarse.
Era pleno siglo XVII, las luchas entre protestantes y católicos estaban en su punto álgido. En Francia, París estaba a la vanguardia en filosofía con René Descartes y Moliere estaba en pleno esplendor.
Dario Fo con mano de dramaturgo nos cuenta la historia de manera casi didáctica, insertándonos en un relato ligero en el cual podemos ver muy de cerca a la reina Cristina. Decía que es una novela apropiada para entender al feminismo, pues la forma de educar a la reina como varón no consistía tan sólo en enseñarla a andar a caballo y vestirla como hombre sin también,  y esto hizo única a Cristina siendo mujer, pues le dieron aquello que era exclusivo de hombres, educación.
Así, Cristina de Suecia se convirtió en una auténtica librepensadora. Seguidora de las ideas de vanguardia de su tiempo y en general ávida de conocimiento. Al grado que le dio acogida al filósofo ya antes mencionado, René Descartes. Vestida como hombre, sí; pero enamorándose de manera indistinta de hombres y mujeres; amando sobre todo la belleza de seres extraordinarios.
Si aún el día de hoy ser bisexual sigue espantando a mucha gente, en la Suecia del siglo XVII ser reina y tener a antes los ojos de todos una vida sexual parecida a la de la liberación sexual de los años 60, era escandaloso. Lo cual, según nos cuenta Dario Fo, a la reina la tenía totalmente sin cuidado. Luego de que muriera en la guerra su padre, Gustavo II Adolfo, Cristina hereda el reino y se niega de manera categórica a casarse. Por fortuna su padre le permitió hacerlo.
Mantiene una relación intelectual y amorosa con su primo y con otras mujeres. Es reina, sí, pero se da cuenta que así jamás podrá ser libre. Por lo tanto, decide, nada más y nada menos, que abdicar e irse a Roma para ser convertida al catolicísimo por el mismo Papa.
Este maravilloso libro, al estar narrado por un dramaturgo, tiene insertadas increíbles comedias las cuales son representadas para el deleite de la reina (y nuestro, claro). Por lo que vemos obras que van desde las máscaras de la Comedia Italiana hasta las del mismísimo ya mencionado Moliere.
Esta novela es un fantástico retablo de una época en donde vemos Roma y París incendiados por las pugnas protestantes contra católicos y viceversa, que terminará en le Noche de San Bartolomé. Desde ahí, desde pleno 1600, la reina bisexual que abdica nos manda un mensaje al siglo XXI. El cual, consiste, en ser emancipada; en ejercer la libertad con valentía, a pesar de las ideas de los demás.
La reina Cristina de Suecia, Dario Fo, Madrid, Siruela, 2017. 144 páginas.