Gaspard Estrada
Abril 09, 2025
El día de hoy, varios jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe, reagrupados dentro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), se reunirán en Honduras, oficialmente para dar paso a la presidencia pro tempore de Colombia a la cabeza de este organismo, y realmente para pensar en una reacción latinoamericana ante las embestidas de Donald Trump hacia América Latina. El diagnóstico es conciso: Trump tiene una agenda negativa con los países de la región que, hasta ahora, tiene como elementos centrales las deportaciones de inmigrantes y la implementación de aranceles comerciales. Es una agenda punitiva ante la cual la región aún no ha reaccionado de forma articulada. La Celac atraviesa un momento de profunda fragilidad, pero los presidentes progresistas de la región, como Claudia Sheinbaum, Lula y sus aliados en esta cruzada, buscarán alternativas para superar una fase de profundas divisiones.
El principal obstáculo para alcanzar consensos en la cumbre regional es la presencia de aliados de Trump, como el argentino Javier Milei y el salvadoreño Nayib Bukele.
Brasil llevará varias propuestas a Honduras, entre ellas la idea de proponer a una personalidad de la región para postularse a la Secretaría General de la ONU en 2026. El último latinoamericano en el cargo fue el peruano Javier Pérez de Cuéllar, de 1982 a 1991. Antes, habrá una renovación de los miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y el gobierno de Lula quiere asegurar un equilibrio entre sus integrantes. Existe el riesgo de que la CIDH tenga una mayoría de miembros conservadores, en algunos casos vinculados a Bolsonaro en Brasil.
Además de llamar a los 33 países de la organización (representados por jefes de Estado y de Gobierno, cancilleres y otras autoridades) a iniciar una etapa de mayor integración y unidad en tiempos difíciles para todos, también se piensa promover la participación de todos los países latinoamericanos en iniciativas como la Alianza Global contra el Hambre y la COP30, donde Brasil espera que América Latina y, sobre todo, los países amazónicos, tengan una voz unificada.
La Celac, creada en 2010 como un espacio en el que, a diferencia de la Organización de Estados Americanos (OEA), no participa Estados Unidos, es ante todo un foro de debate, en el que las declaraciones presidenciales y ministeriales se aprueban por consenso. El problema actual es precisamente ése: la necesidad de consenso. Y el principal escollo en cualquier búsqueda de unidad en la Celac es la Argentina de Javier Milei, que ha actuado como portavoz de Estados Unidos desde que asumió el cargo: cuando la Celac intentó sellar una declaración contra las amenazas de Trump a Panamá, Argentina la vetó. Frente a ello, países como Brasil y Colombia quieren reactivar la Celac y, en paralelo, promover articulaciones con un grupo más reducido de países. Así lo hicieron a la hora de actuar en la elección del nuevo secretario general de la OEA, y funcionó.
Además de Milei, la CELAC tiene otro gran problema: la Venezuela de Nicolas Maduro. La presencia del venezolano aún no está confirmada y, como siempre, será un secreto muy bien guardado hasta el día de la reunión. Si Maduro acude y solicita conversar con presidentes de la región, lo más probable es que estos últimos no puedan negarse.
No obstante, es poco probable que Maduro vaya a Honduras. Sobre todo porque existe el riesgo de que su avión se vea obligado, por ejemplo, a aterrizar en Panamá en la ruta entre Caracas y Tegucigalpa. El venezolano tiene una orden de captura internacional emitida por el gobierno de Estados Unidos, que lo acusa de narcoterrorismo, y por la justicia argentina por presuntos delitos de lesa humanidad, y salir de Venezuela siempre es un riesgo.
A pesar del momento crítico en la relación entre los países de la Celac y Estados Unidos, existe la posibilidad de que no se llegue a una declaración final por falta de consenso. Además de Milei, el presidente estadunidense cuenta con otros aliados, entre ellos El Salvador, Paraguay y el actual presidente de Ecuador, Daniel Noboa, que se presentará a una segunda vuelta dentro de una semana.
* Miembro de la unidad del Sur Global de la London School of Economics (LSE)
X: @Gaspard_Estrada