EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

¿Cuál sería la política latinoamericana de Biden si es elegido presidente?

Gaspard Estrada

Julio 29, 2020

Dentro de poco menos de 100 días, los estadunidenses irán a las urnas para elegir a su próximo presidente, así como a sus diputados y senadores. Sin duda, se trata de la elección más importante para el futuro del planeta. En efecto, la administración de Donald Trump cumplió con algunas de sus premisas: instaló el odio y el rencor en las relaciones de Estados Unidos con el mundo, provocó la salida de su país de varios organismos y acuerdos multilaterales, como la Unesco (o más recientemente, la OMS) o el acuerdo de París sobre cambio climático. De esta manera, en vez de ser un actor central, algunos dirían fundamental, en el orden internacional, Estados Unidos pasó a ser un país nocivo para el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacional. De tal suerte que un eventual cambio de gobierno en la Casa Blanca tendría consecuencias fundamentales no solo para Estados Unidos y la relación bilateral con México, sino para la geopolítica mundial.
En el plano de las relaciones entre México y Estados Unidos, está claro que la llegada al poder de una administración demócrata en Washington se traducirá en cambios en el diálogo político entre los dos gobiernos.
Desde su campaña electoral, en 2015, Donald Trump siempre tuvo como prioridad atacar a los mexicanos, y construir un muro en la frontera entre los dos países. Y de manera más general, siempre desdeñó a América Latina, no sólo aumentando el número de personas expulsadas, sino que intentando separar a miles de familias que viven en Estados Unidos de manera ilegal –lo cual fue finalmente evitado por la Corte Suprema de ese país. Paralelamente a esto, Trump estrechó sus lazos personales con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, lo cual le permitió a Washington obtener numerosas ventajas políticas y económicas tangibles, como un aumento de las cuotas de exportación de productos agrícolas norteamericanos, a cambio de sus promesas de apoyo a la candidatura de Brasil a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca puede significar un cambio. Aunque no en todos los aspectos de la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina. Donde las cosas van a cambiar, es en el peso que tienen al día de hoy las diásporas cubano-americanas y venezolano-americanas del sur de la Florida en la formulación de la política exterior del presidente de Estados Unidos. Durante el mandato de Donald Trump, políticos como el senador Marco Rubio, defensor de una línea dura con los regímenes de Cuba, Venezuela e Nicaragua, han sido fundamentales en la construcción de las líneas estratégicas de la acción reciente de Estados Unidos. Por ejemplo, fue en buena medida a raíz de los consejos de Rubio que el presidente norteamericano reconoció a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, al tiempo que presionó a los países de la Unión Europea –España, Francia, y Alemania en particular– para que se sumaran a este reconocimiento. Y como es sabido, este reconocimiento no se tradujo en un cambio político sustancial en Venezuela: Nicolás Maduro sigue siendo presidente, la oposición intentó llevar a cabo un golpe de Estado –que falló–, y los derechos humanos continúan siendo violados por el régimen, según la Oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet. La política de Washington hacia Cuba también podría cambiar. Según un ex asesor de Joe Biden cuando este último era vicepresidente, la política de sanciones de Donald Trump hacia La Habana han sido contraproducentes, y no se han traducido en cambios políticos en la isla. Pero no todo va cambiar con Biden en la Casa Blanca. La política de “contención de China” en América Latina va a mantenerse –inclusive podría profundizarse. No sabemos si existirá la voluntad política para disminuir las expulsiones de migrantes latinoamericanos, ni tampoco si habrán cambios en la política antidrogas de nuestro vecino del norte.
A pesar de estos bemoles, para México, para América Latina y para el mundo, una eventual victoria de Biden sería una buena noticia.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.

Twitter: @Gaspard_Estrada