EL-SUR

Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Cuenca de río o sumidero pútrido

Héctor Manuel Popoca Boone

Abril 02, 2022

 

¿Alguien ha visto a Vicente Suástegui Muñoz?

Suma vergüenza me da que Guerrero sea uno de los principales estados de la República que, con persistencia histórica, digna de mejor causa, destaque en el concierto nacional por el ecocidio de nuestras principales cuencas hidrológicas. La irresponsabilidad ha sido de los gobiernos como de la sociedad, por comisión u omisión.
Emblemática fue la extinción que hicimos, a lo largo de los años, del río Huacapa, que atravesaba la ciudad de Chilpancingo y que hoy es un vertedero, al aire libre, de excrecencias, líquidas y sólidas. Arrojadas en su lecho sin miramiento alguno, por la mayoría que habitamos la urbe; carentes de consciencia, educación y dignidad ciudadana ecológica.
A la par, hemos contado con autoridades gubernamentales federales, estatales y municipales, signadas por la indiferencia y la dejadez, teñidas por la corrupción, que impide poner orden y adecuado tratamiento a la contaminación generada, como producto del anárquico y corrupto crecimiento urbanístico, causado a su vez, por el alto aumento demográfico suscitado desde antiguo. Por eso, a Chilpancingo la tienen catalogada como una de las ciudades más insalubres del país. ¡Uf!
El ecocidio de una cuenca hidrológica es debido, en última instancia, a la falta de observancia de un principio bioético fundamental, que señala que el ser humano y la naturaleza que lo rodea son sólo un conjunto único de componentes interactuantes y entrelazados, en una misma casa común. (Recomendable lectura es la Carta Encíclica Laudato Si del Papa Francisco).
En Guerrero, no hay cuenca de río, de cualquier tamaño, que no este afectada en diverso grado por los embates del poder depredatorio del ser humano, con sus asentamientos y actividades productivas, localizadas a lo largo y ancho de las cuencas.
Hoy sale a relucir, de nueva cuenta y en forma más agravada, la vasta contaminación del río La Sabana, que atraviesa el municipio de Acapulco, para verter el agua negra que acumula en su trayectoria a la Laguna de Tres Palos y ésta impregna de detritus nocivos al mar, a través de la barra del mismo nombre.
El caso vuelve a ser nota periodística, con motivo de un acto de presunta corrupción gubernamental municipal, por una obra pública vial de tipo parcial ubicada a la vera de una sección del río. Nunca construida, pero sí pagada en su totalidad por un monto que frisa los diez millones de pesos. Hecha por un grupo dedicado al latrocinio denominado: “La Alí Babá y los cuarenta regidores”.
Volviendo al tema principal, lo fundamental para detener la contaminación y degradación de una cuenca hidrológica debe partir del principio de que quien la contamine, pare de hacerlo; o al menos lo haga en una magnitud o intensidad mucho menor con la que actualmente lo hace. Cuestión de suyo difícil, por una ancestral e insana contra cultura ecológica, que ya es una “normalidad” de vida cotidiana, por muchos años labrada en los variados asentamientos humanos y actividades económicas ubicadas a lo largo de la cuenca.
Lo primero que se requiere es que la sociedad que habita o trabaja en la cuenca, tome verdadera consciencia ciudadana y actúe con el debido cuidado que debemos tener con la madre naturaleza; que es la nutricia de todos nosotros y que, desgraciadamente, la estamos convirtiendo en un páramo, como herencia “maldita” a nuestros hijos, nietos y subsiguientes. Mismos que nos recordarán por haberles dejado un mundo ahogado en nuestra propia mierda.
PD1. Por el Rescate de Guerrero. A.C. hace suyas las expresiones de Jesús Mendoza Zaragoza, para que cada cual, en su ámbito social, pugnemos por “las transformaciones de las personas dando relevancia a sus condiciones éticas, espirituales y culturales, y que un perfil deseable sea el de personas críticas, creativas, responsables, libres, afectuosas y capaces de trascenderse a si mismas en el bien común”.
PD2. Como Gobernador Moral de Guerrero, lamento que la Gobernadora Constitucional, Evelyn Salgado Pineda, proponga que sea un juez varón, el que ocupe la vacante de magistrad@ del Tribunal Superior de Justicia. Eso contraviene el espíritu de lo dispuesto en la Constitución de respetar la tendencia a la paridad de género en el Poder Judicial. Actualmente de las 25 magistraturas, sólo nueve están ocupadas por mujeres.
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