EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

¡Cuidado con la cartera!  

Abelardo Martín M.

Mayo 22, 2018

Sin lugar a dudas, el gesto más significativo o emblemático del segundo encuentro, que no debate, de los cuatro candidatos a la Presidencia de la República, es cuando Andrés Manuel López Obrador, con el panista Ricardo Anaya enfrente, puso a resguardo su cartera ante la amenaza de que le fuera sustraída.
Aparentemente chusco, pero el fondo de ese hecho reveló uno de los peores males del gobierno y de algunos de sus funcionarios: la falta de respeto por los bienes ajenos y, más aún, por los recursos públicos. El representante panista no ha podido comprobar, tampoco parecen preocuparle ya, las constantes denuncias públicas acerca de sus ingresos y de su comportamiento en los cargos que ha ocupado, más allá de su muy señalada tendencia a la traición.
En efecto, la corrupción tiene al país, a los estados y a los municipios en vilo, a expensas de intereses económicos y cacicazgos políticos, o bajo la conducción de administradores cuyo objetivo principal es el enriquecimiento y no la vocación de servicio.
Pero más allá de ese significativo hecho, resalta que el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, haya abogado por el diálogo con grupos de narcotraficantes en el estado, para que permitan tanto que los candidatos a puestos de elección popular, como miembros de la propia iglesia, sacerdotes y catequistas principalmente, puedan hacer su trabajo en esa zona.
Y en Acapulco, el arzobispo, Leopoldo González, alertó a no vender el voto en la próxima elección y a revivir la esperanza de que puede detenerse el proceso de deterioro político, económico y social que viven los guerrerenses.
En el ámbito local, en los últimos días se iniciaron las campañas de quienes aspiran a ser alcaldes y diputados al Congreso de Guerrero, como parte del proceso en el que también votaremos para definir quién será el próximo Presidente de México y a los legisladores federales.
El arranque no pudo ser más desacompasado, pues sobre todo en Tierra Caliente y en otras regiones de la entidad no todos los postulados comenzaron oportunamente sus actividades de proselitismo, y hubo alguna candidata en Tlacoachistlahuaca que advirtió de las particularidades de su campaña: no habrá mítines ni propaganda “ni regalos”.
Previamente, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Guerrero autorizó más de doscientas sustituciones de aspirantes a ocupar presidencias municipales, sindicaturas, regidurías y diputaciones, entre titulares y suplentes, en su mayoría debido a renuncias.
Es imposible dejar de ver algo más que simple desorganización o apatía en estos fenómenos, pues en muchos casos reflejan el miedo o la cautela ante la presencia y la presión de los grupos de delincuencia organizada.
También se conocen acusaciones de que tal o cual personaje, apoyado formalmente por alguno de los partidos legalmente registrados, en realidad tiene nexos y apoyo financiero de criminales. Y no se trata de casos aislados.
Como quiera, la masa de votantes de la entidad es de importancia para los partidos y coaliciones que se disputan el poder político nacional. No es de extrañar que el fin de semana se hayan hecho presentes en diversos actos lo mismo Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia y puntero en las encuestas, que René Juárez Cisneros, oriundo de estas tierras y ahora flamante presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional, quien tiene la imposible tarea de hacer remontar a su candidato desde el tercer lugar en las encuestas, en pocas semanas.
Como en todo el proceso electoral, en estas visitas surge de manera natural el tema de la criminalidad. Por ello en Acapulco, López Obrador se comprometió a “lograr la paz, sin el uso de la violencia”, y en San Marcos, en la Costa Chica, hubo de reiterar su oferta de pacificación y de atacar las causas que generan la violencia.
Por su parte, entre otras actividades, René Juárez acompañó al candidato priísta a la alcaldía de Acapulco, Ricardo Taja, quien aseguró que “a como dé lugar” recuperará la seguridad y pondrá freno a la corrupción en la administración pública del puerto, actualmente en manos del PRD.
Entretanto, la vida en Guerrero transcurre igual que siempre. Por un lado, ocupaciones hoteleras de más del 85 por ciento, propiciadas por eventos como el Acamoto y congresos diversos. Por otro, ejecuciones incesantes en el puerto y en las ciudades con mayor violencia, entre ellas la del candidato priísta a diputado local, Abel Montúfar, y ligada a ésta, una emboscada en la que murieron tres soldados del Ejército; en otra, dos policías estatales. Y en la sierra de Chilpancingo, cinco millones de plantas de amapola destruidas en un operativo de la Policía Federal.
La realidad supera a la imaginación. El “mejor cuido mi cartera” es una pálida pincelada de la cruda realidad, agravada por gobernantes superficiales e irresponsables en municipios, estados y federación.
Guerrero es uno de los estados en los que el proceso electoral podría correr más riesgos por el clima de violencia, la ausencia de gobierno en muchas zonas del territorio y por la descomposición, enojo dice la mayoría, que hay en la población. Ojalá el proceso transite sin más incidentes de los que a diario preocupan tanto en Guerrero como en la Ciudad de México, en donde los focos rojos por este motivo ya están todos prendidos. Los muertos y la violencia de todos los días, es un asunto inocultable por más publicidad gubernamental en la que se presume de lo que se carece.