En esta primera quincena de diciembre, entre el 3 y el 14, se lleva a cabo en la ciudad polaca de Katowice la Cumbre del Clima de la Organización de Naciones Unidas (ONU), a la cual concurren 200 países, que tiene como propósito esencial luchar con determinación contra el calentamiento global. En la sesión inaugural el portugués Antonio Guterrez, secretario general del organismo mundial, aseguró que en el mundo el cambio climático se ha convertido en una “cuestión de vida o muerte” para muchos seres humanos, en regiones y países enteros. Un hecho reciente es lo ocurrido en la ciudad indonesia de Palu, en donde centenares de casas, edificios y personas desaparecieron, en una masa fangosa al desestructurarse la tierra por un fuerte sismo ocurrido a fines de septiembre pasado.
Esta es la vigésima cuarta cumbre de la ONU sobre el cambio climático, en donde se está debatiendo cómo los acuerdos de la Cumbre del Clima de París 2015, se están poniendo en práctica para tratar de limitar que el calentamiento de la tierra alcance los dos grados Celsius. Estas medidas comprometidas hasta ahora para disminuir los dañinos gases de efecto invernadero no han sido suficientes. Y es que el uso de combustible fósiles, destacadamente carbón petróleo y gas, en los 15 países de mayor desarrollo económico, encabezados por Estados Unidos y China, es una buena explicación de lo que ocurre.
Por todo esto, el secretario Guterrez expresó que se acabó el tiempo para seguir con negociaciones interminables, ya que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera es la más elevada de la que se tenga registro. Sin embargo, a pesar de este notable incremento no parece haber conciencia en los países de mayor desarrollo económico sobre el daño ambiental que están causando, y el mejor ejemplo es el anuncio del presidente estadunidense, Donald Trump, de la salida de su país de este acuerdo. Por su parte, el ministro germano de Desarrollo, Gerd Müeller, advirtió que el calentamiento global pone en riesgo la supervivencia de la humanidad entera.
Un aspecto a destacar de este relevante evento internacional es que cuatro países de América Latina: Puerto Rico, Honduras, Haití y Nicaragua están entre los diez territorios más afectados por el clima extremo entre 1998 y 2017, según el Índice de Riesgo Climático presentado ayer por la ONG Germantwatch. Complementan esta relación de 10, además de los cuatro latinoamericanos: Myanmar, Filipinas, Bangladés, Pakistán, Vietnam. La lista está elaborada a partir de una base de datos de la reaseguradora Munich Re y de cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI). Puerto Rico encabeza también la lista de países con mayor Índice de Riesgo Climático en 2017, cuando sufrió el paso del huracán María, que dejó casi 3 mil muertos.
Por su parte, Alemania, Australia e Italia han unido sus fuerzas en Internet creando una campaña en la que alertan sobre la amenaza medio ambiental que se cierne sobre la cordillera de Los Alpes, que atraviesa los tres países. “Los Alpes tienen un valor ecológico, económico y social incalculable”, señalaron ayer los clubes alpinos de estos países desde Munich.
Otro evento de carácter mundial que habrá que resaltar es la realización, en marzo de este año, de la duodécima edición de la Hora del Planeta, que se considera la mayor campaña de movilización en el mundo contra el cambio climático, el cual se celebró en más de 180 países. Así el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) consiguió que las principales ciudades del planeta apagasen sus principales monumentos y edificios emblemáticos durante una hora. También habría que agregar que esta organización mundial dedicó esta edición a la repercusión del cambio climático sobre la biodiversidad al impulsar a compartir causas concretas por las cuales luchar. Asimismo, es pertinente recordar que la Hora del Planeta se celebra desde 2007, cuando la ciudad de Sídney se apagó completamente para crear conciencia sobre el calentamiento global. Desde ese año este evento se ha convertido en un gesto multitudinario que se propone, no sólo apagar el planeta por una hora, sino que promueve estilos de vida responsables con el medio ambiente y un desarrollo sostenible, acciones a las cuales los guerrerenses debemos sumarnos, si queremos vivir en un mundo sin tantas complicaciones ambientales.