EL-SUR

Lunes 15 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

De futbol, debates y lodazales

Silvestre Pacheco León

Junio 10, 2006

Los jugadores estaban en receso, menos quienes acompañaban como porra a cada equipo. Era domingo al medio día. En la cancha de Palos Blancos se enfrentaban los de Petatlán con el equipo local, sin embargo, no era el juego la materia de discusión que animaba el convivio, sino las elecciones federales.
“No se entiende el pleito se traen los candidatos” era el colofón en esa parte del discurso, porque quien quiso poner punto final a la discusión terció, caguama en mano, con la siguiente sentencia: “lo que pasa es que los partidos son como las religiones, cada quien defiende la suya, sin tomar en cuenta que todas quieran lo mismo”.
Yo creía que allí paraba la cosa, pero no, el hombre más maduro intervino: “Para que le buscan, el que va a ganar es López Obrador, ya lo dijo el subcomandante Marcos en la tele. Nosotros los de abajo debemos hacer lo que él nos dice para arreglar todo el desmadre que hay en el país”.
Después siguió el partido.
El otro debate
Respecto al otro debate, y la discusión sobre el posible ganador, también conviene mirar abajo, pues mientras los intelectuales, que a lo mejor ni votan, se esfuerzan por convencer acerca de los mejores atributos de su candidato, los que votan y fueron testigos del debate ya tienen formada su opinión.
Cuando le pregunto a Juan, muchacho del medio rural y educación de preparatoria, su impresión sobre el debate, me confiesa que lo miró pero no puede recordar ninguna de las propuestas que hicieron los candidatos. Sin embargo, su impresión es que ganó Calderón porque hizo acusaciones que el Peje no respondió.
Cuando le pregunto por quién votará, me responde que no ha decidido, pero adelanta que su abuelo está entusiasmado con López Obrador. “Dice que va a invitar a todos los de la colonia porque el Peje apoya a los viejos. ¡Tiene un chingo de gente, vias de ver”.
El feroz aguacero en Zihuatanejo
En Zihuatanejo volvió a suceder lo de siempre, pero ahora agravado por la primera gran lluvia de la temporada. “Parecía que se iba a acabar el mundo”, dicen los que se mantuvieron despiertos preocupados por la vulnerabilidad de sus viviendas.
La lluvia del martes 6 puso de nervios a la población ya de por sí contagiada por los anuncios apocalípticos del fin del mundo, ligado a la repetición del número seis que apareció alineado en el día, el mes y el año. El fin del mundo.
Una tormenta apocalíptica, porque así eran los truenos y los rayos y los relámpagos en la madrugada del martes. La lluvia que acompañó la tormenta eléctrica mantuvo en duermevela a cientos de personas que habitan en las zonas de riesgo por su temor a contingencias.
Cuando amaneció, Zihuatanejo era el caos: toneladas de basura y lodo y piedras cayeron sobre la ciudad. En dos trayectos del canal de aguas pluviales que atraviesa la ciudad, la creciente se desbordó. Hubo casas inundadas, y las calles del centro no pudieron ser la excepción. Ahora, después de la lluvia, el riesgo es mayor porque el lodazal contaminado se volverá polvo y hará presa a la población.
El martes mismo entre las autoridades parecía haber discusión acerca de la gravedad del caso, pues mientras para unos era contingencia que requería el apoyo del Ejército y una partida económica especial, para otros no era nada grave. Al medio día se vivió un temblor.
El problema ahora se ha trasladado al sector del gobierno que atiende la salud, pues al carecerse de un plan que contemple el lavado de las calles, el propio tránsito es riesgoso en esa zona. Quienes lo entienden así y puedan evitarlo, estarán salvados de padecer las enfermedades propias de la polución y con ello habrán ahorrado gastos a sus familiares y a las propias instituciones de salud. Los que por su trabajo y obligaciones deban estar en la calle, será conveniente que utilicen cubre bocas, sólo así podrá preverse una verdadera contingencia en la salud, aunque las autoridades no estén conscientes de ello.
La otra polución
La otra polución que afecta la vida de los guerrerenses en esta parte del estado tiene su origen en la arraigada costumbre de valerse del poder para obtener beneficios personales.
Precisamente el día en que se da a conocer la vigencia del derecho ciudadano para acceder a la información oficial de las dependencias estatales y municipales, en Zihuatanejo y a través de un medio de prensa local se reveló el fraude que han cometido militantes perredistas y periodistas que han cobrado en la nómina del Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo, sin trabajar.
La noticia que parecería un golpe bajo, propio de los partidos contendientes en tiempos electorales, involucra a ex funcionarios y empleados municipales del primer ayuntamiento perredista y a periodistas locales. La información presumiblemente filtrada a la prensa por funcionarios actuales que buscan limpiar de corrupción ese organismo, ahora podrá ser corroborada con el simple llenado de una solicitud de información dirigida a su actual director y él, en un plazo que no excederá de los cinco días hábiles deberá entregar copia de la nómina de empleados que cobraron en las fechas que contiene la información filtrada.
Gracias a la recientemente aprobada Ley de Acceso a la Información Pública del estado, que en Guerrero regirá a partir del 14 de junio, cualquier ciudadano podrá solicitar y recibir la información que requiera. Esto significa que podremos pasar de la incertidumbre a la veracidad en casos tan importantes para la sociedad como lo es la asignación del presupuesto y el ejercicio que de él hacen las diferentes dependencias.
El acceso a la información pública es una herramienta que conviene conocer y ejercer, de tal manera que en municipios como Zihuatanejo podremos dejar de especular sobre los pagos que hacen los concesionarios de la zona federal, lo que ganan los regidores y la lista de proveedores que tiene el ayuntamiento.
También estaremos en posibilidad de conocer el padrón de solicitantes de suelo urbano para vivienda de los que viven en el anfiteatro, lo que permitirá la auscultación pública requerida para evitar un beneficio doble a quienes ya tienen casa en zonas regulares. Esta auscultación permitirá conocer hasta los ingresos del ayuntamiento por derechos, servicios y aprovechamientos.
En el caso de los perredistas involucrados como aviadores en la nómina de un organismo estatal como el Fibazi, será fácil conocer sus nombres y los montos que percibían y quizá hasta se pueda recuperar para el gobierno lo que ilegalmente pagó, además de exigir la sanción correspondiente que merecen tanto el funcionario que pagó como quien cobró indebidamente.
La corrupción, como bien se sabe, es un hecho social que para combatirse requiere la participación de la sociedad. La nueva ley de acceso a la información pública permitirá gobiernos a la altura de los merecimientos ciudadanos si es que estamos dispuestos a valernos de ella.
En cada municipio los ciudadanos podremos saber el salario que gana el presidente municipal y también si cobra su mujer. Conoceremos la cantidad que se destina a los programas de ayuda y los nombres de quienes son beneficiados.
En fin, la nueva ley viene a inaugurar una nueva etapa en la construcción de una sociedad democrática a la altura de los nuevos ciudadanos del siglo XXI.
Re-cuentos
¡Nos vamos a quedar ralitos!
En eso coinciden todos: Giño es feo, verdaderamente feo.
Dicen que lo descompuso el sereno que le pegó recien nacido, toda la noche en que su mamá lo dejó abandonado.
No se murió, pero quedó feo.
Giño es feo pero también simpático. Cae bien a la gente y tiene muchos amigos.
Todos lo recuerdan por su ocurrencia cuando oyó por primera vez la canción de Mike Laure que hacía alusión a la fealdad: que se mueran los feos/ que se mueran los feos/ que se mueran toditos toditos los feos (¿recuerdan?)
Joder, –dijo Giño terminando la canción–, ¡si eso pasara en el mundo, íbamos a quedar raliitos!

¡Quiero otro plato de alacranes!

La niña venía a la costa desde Tierra Caliente.
La tía que visitaba sirvió de comer langostinos, en este tiempo de ríos crecidos y de abundante pesca.
A la niña le gustaron y terminó el plato.
Quería más y le pidió a la tía: ¡Dame más alacranes!