EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Decisiones torpes

Jorge Camacho Peñaloza

Junio 16, 2017

Una tosca sociología, que desde hace mucho tiempo domina las opiniones circulantes, tergiversa estos conceptos de masa y minoría selecta, entendiendo por aquélla el conjunto de clases económicamente inferiores, la plebe, y por ésta las clases más elevadas socialmente. Mientras no corrijamos este quid pro quo no adelantaremos un paso en la inteligencia de lo social.
Ortega y Gasset

Las policías comunitarias en Guerrero surgieron en la década de los noventa de la populista y torpe decisión del gobierno de ceder a los ciudadanos responsabilidades y atribuciones exclusivas del Estado, es decir, de brindar seguridad con la fuerza pública, cediendo uno de los monopolios del Estado que es el del uso de la violencia contra los particulares que atenten con el uso de la fuerza las instituciones, el patrimonio, la paz pública y vida de las personas.
Lo anterior con el argumento de que las comunidades se defendieran de la delincuencia que las empezó a azotar incluso reconociendo tácitamente en complicidad o con la participación directa de las policías estatales y ministeriales, es decir, reconociendo la incapacidad del Estado para brindar seguridad y proteger a las personas y la existencia de elementos policiales que a la vez se dedicaban a delinquir y ultrajar a la población indígena y rural.
Torpe decisión porque no se puede entregar a un grupo de individuos, por muy electos que sean en sus comunidades, por muy justificada que sea la inseguridad y presencia de la delincuencia y de delincuentes con charola de policías, la facultad de armarse y abrogarse la facultad de dar seguridad y menos de impartir justicia de manera autónoma y sin la regulación, vigilancia, supervisión de las instituciones, lo que ha dado pie, y en los hechos se ha confirmado, a que su propósito primordial no sea la seguridad de las comunidades, sino mantener el control de las zonas donde operan en beneficio de grupos delincuenciales, además de estar integrados por individuos que también provienen de la delincuencia, situación que ha generado codicia entre sus dirigentes peleando internamente el liderazgo para recibir prebendas y privilegios, así como una competencia con las demás policías comunitarias enfrentándose a muerte por el control territorial y político de las comunidades, saliéndose totalmente de la ley hasta llegar a convertirse en grupos altamente peligrosos para la sociedad.
El gobierno cedió una parte del poder a esos grupos, se los compartió y por ello es que hoy se pasean delinquiendo y asesinando con impunidad, la pregunta es quién va a rectificar esta situación y cómo, porque no fueron los gobiernos municipales los que los alentaron, fue el gobierno del estado, en las anteriores administraciones el que les dio alas, el Congreso del Estado al aprobar una ley de las que estos grupos se agarran para justificar falsamente su creación y operación. El actual gobierno estatal es al que le está explotando el problema de la ambición de poder e intereses económicos de estos grupos, y su incapacidad para coexistir, lo que está ya afectando no sólo en la seguridad y paz, sino en vidas a la sociedad.
No se tenía porqué llegar hasta esta situación si desde un principio el gobierno hubiera implementado un permanente diálogo para gradualmente encauzar, vigilar y regular las actividades de estos grupos, se les dejó hacer y deshacer. Ahora ante las atrocidades que están cometiendo, como la de matar a niños, se habla de un hasta aquí, de un desarme seguramente no unilateral porque si fuera el caso obviamente que esos grupos armados no se van a dejar llámese Fusdeg, Upoeg, Tecampanera, Por la Paz y la Justicia, Crac original o institucional, Movimiento por la Paz de San Miguel Totolapan o Policía Ciudadana Adrián Castrejón, porque además todas estas policías representan diferentes problemáticas e intereses, se requerirá de un tratamiento muy bien medido para hacer la rectificación, pero urge, estos grupos no pueden seguir operando como hasta ahora, pero tampoco el gobierno cediendo espacios de poder por inacción, omisión o irresponsabilidad.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A quien lo tenga que decir, a los funcionarios, alcaldes y diputados, que en Guerrero hay mucho trabajo y problemas que atender, que dejen de andar calentándose antes de tiempo y que se pongan a trabajar, en lugar de andar buscando una candidatura a destiempo.