Marcial Rodríguez Saldaña
Mayo 02, 2019
Los resultados de la elección del primero de julio de 2018 trajeron como consecuencia un cambio profundo en la configuración del régimen político y del sistema de partidos en México, toda vez que en una elección auténtica los representantes de los poderes ejecutivo y legislativo federal, así como los de los locales, fueron dotados de plena legitimidad.
1.- La leyes reflejan el proyecto de un gobierno, pues en ellas se plasman el ideario y el plan de acción del partido o partidos políticos ganadores en una contienda por el poder. El proceso legislativo que da como resultado la ley tiene su origen socio-político en la correlación de fuerzas que están representadas en los poderes ejecutivo y legislativo. En el actual gobierno Morena es el partido mayoritario ganó el poder ejecutivo –Presidencia de la República– y la mayoría en el Congreso de la Unión en donde en la Cámara de Diputados federal obtuvo inicialmente una mayoría simple –pero al paso de los días ha logrado una mayoría calificada– que le permite aprobar reformas constitucionales; en cambio en el Senado de la República solo tiene mayoría simple lo cual lo obliga a negociar con los hoy partidos opositores PAN, PRI, MC y PRD acuerdos para aprobar reformas constitucionales y legislativas.
2.- El proceso legislativo es compartido, puede provenir de los legisladores –senadores o diputados– quienes tienen esa atribución esencial como poder público, pero también la tiene el Presidente de la República como titular del Poder Ejecutivo Federal. En el caso del Poder Legislativo cualquier legislador puede activar el inicio de una ley mediante una iniciativa, que se turna a la comisión respectiva, se dictamina y se turna al pleno para debatirla y aprobarla o rechazarla y en su caso turnar la minuta a la cámara colegisladora. Una vez aprobada la ley –reforma a determinado(s) artículo(s) o nueva ley– se turna al Poder Ejecutivo para que la promulgue y publique en el Diario Oficial de la Federación– pero tiene la facultad de hacer observaciones –oponerse a la ley o reforma– sobre todo si tiene vicios de constitucionalidad, lo cual obliga a los legisladores a volver a debatir la reforma legal.
3 .- En la época del periodo del régimen político autoritario en donde había un partido hegemónico –que dominaba el poder ejecutivo, legislativo y judicial– muy pocos cuestionaban la concentración autoritaria e ilegítima del poder político, pero cuando las encuestas previas a las elecciones del primero de julio del 2018 daban como seguro ganador a AMLO en la presidencia de la República y la mayoría en el Congreso de la Unión, desplegaron una campaña para pedir a los electores que no le dieran a AMLO mayoría en el Poder Legislativo federal, lo cual desoyeron los electores.