EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Día Mundial de la Vida Silvestre 2023 (y 50 aniversario de la primera firma de CITES)

Octavio Klimek Alcaraz

Marzo 04, 2023

Este 3 de marzo, se conmemoró por décima ocasión el Día Mundial de la Vida Silvestre. Su antecedente es que el 20 de diciembre de 2013, en su 68 periodo de sesiones, la Asamblea General de las Naciones Unidas lo proclamó como tal. Naciones Unidas tenía el propósito de honrar la importancia de los animales y plantas silvestres del planeta. El día propuesto corresponde al de la firma de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, en inglés) en 1973, como Organización Mundial de la Vida Silvestre de las Naciones Unidas. Es decir, este año también es el aniversario 50 del CITES, una convención histórica.
Sin duda alguna, la vida silvestre, plantas y animales, se encuentra siendo afectada a nivel global por la propia extinción de especies acelerada por las actividades humanas, que se expresan en otros fenómenos globales como son el cambio climático y la contaminación. Así, que es un día para asumir compromisos con la vida silvestre.
CITES ha buscado de regular el comercio de la vida silvestre para impulsar la conservación de especies amenazadas. Es importante saber de su importancia, ya que es un mecanismo que ha permitido a los 194 partes o países que forman parte de este, de buscar acuerdos para tratar de regular el tráfico de la vida silvestre.
Así, a través de CITES, los gobiernos establecen las reglas para el comercio internacional de vida silvestre. Toda esta regulación va a impactar en las prácticas de aprovechamiento de la vida silvestre, en especial la caza, pesca y otras actividades de colecta, que posteriormente serán comercializados. CITES utiliza un sistema riguroso de permisos comerciales para garantizar que el comercio de especies en riesgo sea sostenible. Por ejemplo, cuando una planta o un animal está en peligro de extinción, CITES a menudo va más allá y prohíbe todo comercio de esa especie hasta su recuperación (Apéndice I de CITES). Es importante señalar que las decisiones de CITES se basan en la ciencia, orientando a que el conocimiento científico se aplique.
En el caso particular de México, las resoluciones del CITES sobre el tráfico ilegal del pez totoaba, que a su vez afecta al espacio de vida donde se encuentra la vaquita marina en el Alto Golfo de California, nos tienen contra las cuerdas. En los trabajos de la 19 Conferencia de las Partes de CITES, en noviembre de 2022, se aprobó un ultimátum para que México presentara a más tardar el 28 de febrero de 2023, un Plan de Acción efectivo y medible para evitar la extinción de la vaquita marina. Esto, en la resolución 7.5 de su 75 Reunión del Comité Permanente del CITES. La fecha fue cumplida apretadamente por México, ya que el pasado 27 de febrero el gobierno de México entregó una versión segunda, dado que la primera había sido sujeta a revisión por la Secretaría de la Convención, responsable de evaluar la idoneidad del plan.
Espero, que la Secretaría de CITES determine que este plan es el adecuado. De lo contrario la Secretaría puede publicar una notificación a las partes recomendando una suspensión del comercio con México. Los posibles efectos de la sanción son considerables en el caso, por ejemplo, del Apéndice II de CITES, que incluye especies no necesariamente amenazadas de extinción, pero cuyo comercio debe controlarse para evitar que así sea. México tiene registrada en dicho Apéndice II 2 mil 994 especies, entre ellas todas las especies de orquídeas y cactáceas en México. Esto implicaría, que especies protegidas, sus partes y derivados no puedan ser comercializados por México, se trata de especies de maderas preciosas, o hasta marinas como es el caso de los tiburones, que se aprovecha su aleta. Seguramente, muchas comunidades pesqueras y campesinas de realizarse la suspensión comercial serían negativamente impactadas. Más allá de la vergüenza internacional de una sanción de este calado.
Pero más allá del desarrollo del Plan de Acción para salvar a la vaquita marina, en donde México esta siendo evaluado a nivel global. Me temo, que hay muchas otras especies de la vida silvestre en México, que día a día aumentan los riesgos de su extinción. Estamos muy atentos a la vaquita marina en términos de gobierno forzados por los compromisos internacionales. Sin embargo, el problema de la reducción de poblaciones de diversas especies de la vida silvestre es mucho mayor. Ojalá, no sea un distractor para las instituciones gubernamentales, para que estas con el mismo compromiso multipliquen sus acciones para conservar las especies de la vida silvestre y sus espacios de vida, muchas de ellas en riesgo en el país.
Asimismo, la sociedad de México debe comprender, que la conservación y el aprovechamiento sostenible de la vida silvestre contribuye a nuestra seguridad alimentaria, en especial en las comunidades rurales donde proporciona medios de subsistencia, además de que nos da identidad cultural única en el mundo.