EL-SUR

Miércoles 17 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Diego Rodríguez Landeros y el desagüe humano

Adán Ramírez Serret

Septiembre 02, 2022

En Drenajes Diego Rodríguez Landeros (Mazatlán, 1988) se adscribe a la tradición del género del ensayo de manera brillante. Lo hace deseando explorar todas las posibilidades del llamado “Centauro de los géneros” por Alfonso Reyes.
Mezcla autobiografía, historia, crónica y, sospecho, a veces, ficción, para contar temas tan apasionantes como inusuales en la literatura como los drenajes de la Ciudad de México y la desecación de los lagos sobre los que se asienta la urbe monstruosa.
Al igual que Michel de Montaigne, quien es el inventor del ensayo como género y que escribe sobre lo que sea, sobre las moscas, la amistad o las manos; Landeros se toma el tiempo de ser un flâneur y vagabundear por la ciudad. Se acerca a las cascadas del drenaje profundo de la Ciudad de México. Este potente flujo de agua digno de una novela de aventuras como Viaje al centro de la tierra, en México es un lugar desierto que apenas interesa a nadie y cuando el narrador se acerca para poder entrar, le dan señas confusas, y como acostumbra la burocracia, lo mandan a otra oficina, en donde, en efecto, puede acceder a una biblioteca y consultar el espectacular, monstruoso y derrochador drenaje profundo de la Ciudad de México. Landeros descubre mapas y sistemas hidráulicos sorprendentes que sirven para solucionar el problema de sacar las caudalosas aguas de los mantos acuíferos de la ciudad, las aguas negras y los mares pluviales que caen en el Anáhuac, uno de los más lluviosos en el mundo, por cierto.
Hay pocos temas tan apasionantes como la historia de la Ciudad de México. Sin duda desde un punto cultural el llamado encuentro de dos mundos, pero también el propio trabajo de ingeniería que involucró asentar una ciudad sobre un lago. Y no a la manera altamente sofisticada de los mexicas que lo hicieron sobre islotes y chinampas perfectas y las calles eran de agua y había un sistema de drenaje limpio en donde todo se reutilizaba. No, el conjunto humano heterogéneo que sobrevivió la guerra de la conquista decidió no sólo destruir Tenochtitlan, sino asentarse sobre ella echándole tierra al agua para extender sobre el lago una nueva ciudad.
Esto es descabellado desde el punto de vista que se mire. Sin embargo, por alguna maldición o milagro, esta ciudad tiene cada vez más gente y es cada vez más espantosa y bella. Rodríguez Landeros explora algunas historias apasionantes que tienen que ver con la desecación del lago. Cuenta, por ejemplo, la experiencia de unos extranjeros en Mixquic, en las afueras de la ciudad que hasta hace menos de cien años aún era lago, y que decidieron, mediante corrupción, por supuesto, echar tierra sobre el agua y destruir las chinampas para hacer terrenos de cultivo.
También se cuenta en Drenajes la historia de lugares como Ecatepec que ahora son la periferia violenta y marginal de la ciudad, pero que hasta hace muy poco eran hermosos campos ejidales verdes vulnerables a la corrupción.
Landeros cuenta historias que rayan lo inverosímil cuando cuenta que uno de los inversionistas ingleses que hicieron el río de Los Remedios se hizo tan rico que en algún momento decidió fundar una editorial de nombre Penguin que ahora domina la industria editorial en el mundo. Al mismo tiempo recuerda Landeros que ese mismo río lleva no solamente aguas negras, también lleva cuerpos, muchos humanos asesinados y recuerda el brutal libro La fosa de agua de Lydiette Carrión.
En Drenajes, Diego Rodríguez Landeros camina a paso relajado por el pasado de la historia de la Ciudad de México, por las chinampas y por los lagos con una erudición generosa con ganas de reír y compartir. También explora el mundo desde su propia cotidianeidad de escritor en ciernes que busca un tema y la forma de hablar de él.
Drenajes es un libro amorfo, único, que cuenta la historia de lo que no queremos ver y fluye bajo nosotros. Lo que expulsamos para no ver nunca más y que destruye el planeta y crea ríos y cascadas subterráneas que son el subsuelo de nuestra vida.
Diego Rodríguez Landeros, Drenajes, Ciudad de México, Almadía, 2022. 165 páginas.