EL-SUR

Lunes 02 de Diciembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Doctorado Honoris Causa a Ifigenia, Cuauhtémoc y Porfirio

Marcial Rodríguez Saldaña

Diciembre 20, 2018

 

Este viernes 14 de diciembre, la Universidad de Guadalajara entregó en el paraninfo universitario el Doctorado Honoris Causa a la maestra Ifigenia Martha Martínez Hernández, al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y al licenciado Porfirio Muñoz Ledo.
1.- El Doctorado Honoris Causa es un título que otorgan las universidades a personas que se han destacado en alguno de los ámbitos de la actividad científica, social, cultural o política. En este caso, los tres tienen una sólida formación profesional, como la maestra Ifigenia en el campo de la economía en la UNAM y con maestría en Harvard; el ingeniero Cárdenas en la Universidad Nicolaíta, en la UNAM y en Francia; y Porfirio en el área del Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad Sorbona de París; han hecho publicaciones en la disciplina de su preparación académica, han desempeñado múltiples cargos en el servicio público, sea en la administración o como legisladores, pero su mayor contribución a la historia de México ha sido su participación y liderazgo en el proceso de transición democrática en nuestro país.
2.- Cuando ocurren los hechos, en el devenir de la historia, a veces no alcanzamos a percibir en el instante su trascendencia, pero al paso del tiempo se llega a ubicar con precisión la relevancia de ellos. La historia en general es un proceso dialéctico, en donde se van concatenando uno a uno los acontecimientos que se interconectan entre sí y con base en las condiciones estructurales y super estructurales, objetivas y subjetivas se producen los cambios y transformaciones. Así ha ocurrido con las revoluciones, con las luchas por la independencia, así ha pasado con la evolución de la ciencia y con los procesos políticos democráticos. Como sabemos, después de la Revolución mexicana se instauró en nuestro país un régimen político autoritario con un partido hegemónico con rasgos dictatoriales como se comprobó en la matanza de jóvenes en 1968 y 1971, las masacres en las entidades federativas como la de 1960 en Chilpancingo, Guerrero, la de Aguas Blancas y El Charco, la guerra sucia y más reciente la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
3.- En el ámbito político prevalecía el centralismo autoritario. La designación de las candidaturas a los principales cargos de elección popular no era una potestad de los militantes del partido en el poder, ni de los ciudadanos, sino de la determinación de una persona que concentraba todo el poder que era el presidente de la República. Ifigenia, Cuauhtémoc y Porfirio tuvieron la decisión de exigir democracia en el PRI en el proceso sucesorio de 1988, pero ante la respuesta negativa tuvieron el valor político de romper con el sistema autoritario y se lanzaron a una lucha por la democratización del país. Es muy importante destacar que esta determinación la tomaron en condiciones muy adversas, en contra de todo el aparato del Estado mexicano, lo cual le da mayor valor.
4.- La elección presidencial de 1988, en donde Ifigena, Cuauhtémoc, Porfirio, todos los dirigentes políticos y especialmente el pueblo que participó y apoyó la lucha democrática fue un proceso muy determinante en la derrota del régimen político autoritario. Claro, todos los procesos de lucha previos como el movimiento estudiantil de 1968 y las posteriores luchas sociales y políticas se han integrado entre sí para que hoy estemos viviendo la Cuarta Transformación de México.
En el paraninfo de la UdG, embellecido por el mural de José Clemente Orozco –el hombre creador y rebelde– se reflexionó sobre el proceso histórico de la transición política-democrática en nuestro país, se hizo una breve remembranza video gráfica de los homenajeados, en donde se observaron imágenes de los momentos más significativos de su lucha.
5.- Los discursos estuvieron acordes con cada recipiendario: Ifigenia puso énfasis en el papel de la economía para el bienestar y desarrollo humano; Cuauhtémoc expuso las insuficiencias de nuestro sistema educativo y convocó a fortalecerlo y Porfirio analizó el proceso de transición política-democrática que hoy esta en manos de la ciudadanía y exhortó a no permitir ningún retroceso y a consolidarlo.
Los asistentes a la ceremonia –consejer@s universitari@s, académicos, intelectuales, directivos y familiares– aplaudían con gran entusiasmo a cada momento que era posible; a los recipiendarios Doctores Honoris Causa. Ifigenia, Cuauhtémoc y Porfirio, los embargaba una emoción inconmensurable, revivían cada instante, cada batalla de su lucha y llenos de regocijo sentían su misión cumplida.

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