EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Don Benito sin levita

Florencio Salazar

Marzo 23, 2021

El héroe necesita hombres libres para ser reconocido, acompañado y desafiado por ello.
Fernando Savater.

Apuntes para mis hijos

El 21 de marzo celebramos el natalicio de don Benito Juárez García. Sobre él todo se ha dicho: en verso y prosa; en biografías y ensayos históricos; en discursos cívicos y textos políticos. Para referirse a don Benito, partidarios y detractores, han adjetivado el idioma hasta el exceso.
Pero la “historia” –que no el tiempo de la historia– lo ha congelado y, al hacerlo, ha medido su grandeza por la magnitud de sus estatuas, el número de plazas, calles y recintos a los que se ha impuesto su nombre. Así, Juárez parece inaccesible, inalcanzable. Menos próximo y más remoto.
Apuntes para mis hijos, escrito por Juárez, permite entrar en la intimidad de don Benito. Literalmente, sentir sus angustias en esas horas amargas del México invadido por el poderoso ejército de Napoleón III, tratando de imponer como Emperador al joven e iluso Maximiliano.
Apuntes… trae hasta nuestros días la comunicación sostenida con su amantísima esposa Margarita; las vicisitudes por defender la soberanía nacional; ofrece testimonio de la lealtad de sus colaboradores; relata riesgos y amagos; hace el recuento de la numerosa prole. En fin, comparte el dolor de las pérdidas entrañables. Pero en sus palabras siempre se muestra el ánimo entero y la conducta sin dobleces.
¿Cómo imaginamos a don Benito Juárez García al escribir estos Apuntes…? Como presidente de México había imbricado su vida a la república amenazada tomando tinta y papel en donde le era posible: en un alto del camino, bajo la sombra de un árbol, en los aposentos de sus transitorias posadas. Aquí y allá atento a los suyos.
Tengo la impresión de que nuestros jóvenes y niños mucho ignoran sobre don Benito. Identifican al “Benemérito de las Américas” y a su celebérrima frase: “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Y, si acaso, que nació en Oaxaca y fue un humilde pastor en Guelatao. Al leer este pequeño libro seremos también voz viva de México.
Debemos reflexionar sobre la vida de don Benito. Cuánto esfuerzo el de un indígena nacido en el total desamparo al despuntar el siglo XIX. Los criollos disputaban con los peninsulares las riquezas de la Nueva España. Las comunidades eran despojadas de sus tierras; los indígenas reducidos a la condición de siervos. ¿Cómo educarse en esas condiciones? sólo podían servir de soldados o ingresar a los seminarios, únicas alternativas frente a las injurias constantes de la pobreza y la injusticia.
Pero don Benito Juárez García al nacer en los albores de la Revolución de Independencia, vendría a ser el vínculo de ésta con la Reforma. Tenacidad y disciplina nutrieron su espíritu, templaron su carácter y forjaron su destino. Al pronunciar el nombre de Juárez igualmente podríamos decir: voluntad, voluntad, voluntad.
Que los jóvenes y niños conozcan a un Juárez sin levita, sin la rigidez del óleo ni la dureza del granito. En los Apuntes para mis hijos saludamos al ser humano a quien, sin olvidar la modestia de su origen, nos legó la siguiente lección: Cada uno de los mexicanos podemos alcanzar la grandeza del patriotismo.

Resonancia de Juárez

-Hace 215 años nació don Benito Juárez.
-Su vida esforzada lo llevó desde la muy pobre cuna de indígena zapoteca hasta la Presidencia de la República.
-Desde el seminario hasta la separación Estado-Iglesia.
-Desde la diputación local hasta la gubernatura de su entidad natal.
-Desde la licenciatura en Derecho hasta la presidencia de la Suprema Corte.
-Desde la lucha contra los conservadores hasta las Leyes de Reforma y la Constitución del 57.
-Desde el amparo a los necesitados hasta la defensa de la Patria ante la invasión francesa.
-Desde el peregrinar por el territorio nacional hasta el Cerro de las Campanas y la restauración de la República.
Todos los mexicanos deberíamos leer Apuntes para mis hijos, para conocer mejor al político honrado, a su genuina vocación de servicio y a su liderazgo entre gigantes.
Juárez, conciencia de la Nación.
Se llama Benito, pero su nombre es México.