EL-SUR

Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

López Rosas y el vértigo: de procurador de Guerrero a defender a un priista impresentable

Aurelio Pelaez

Febrero 19, 2022

Alberto López Rosas, captado cuando acudió a la sede nacional de Morena para registrarse como aspirante a la candidatura a gobernador del estado, el 4 de diciembre de 2020 Foto: Karina Tejada
Alberto López Rosas, captado cuando acudió a la sede nacional de Morena para registrarse como aspirante a la candidatura a gobernador del estado, el 4 de diciembre de 2020 Foto: Karina Tejada

¿DÓNDE ESTÁN AHORA?

 

Tras un año apartado de la vida política –y pública– el ex alcalde de Acapulco Alberto López Rosas apareció, más que reapareció, en el segundo escenario como abogado (UNAM) en un caso polémico: la defensa de quien fuera líder del PRI en la Ciudad de México, el controvertido Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
No es una defensa accidental ni fortuita pues el caso tiene origen en 2014 y en un delito socialmente tóxico: la trata de blancas, actividad que encabezaba Gutiérrez de la Torre utilizando los recursos y la estructura propia del PRI capitalino. El llamado Rey de la Basura (por herencia familiar se quedó con el manejo del gremio que la recicla) permanecía desde entonces defendiéndose de los señalamientos realizados por presuntas víctimas que tuvieron un espacio destacado en el programa de radio de la periodista Carmen Aristegui.
Y en marzo del año pasado, tras ser reactivado el caso por el actual gobierno de la Ciudad de México, que preside la morenista Claudia Sheinbahum, se le giró una orden de aprehensión, logrando darse a la fuga y permaneciendo oculto durante todo ese periodo, hasta diciembre. Y el 3 de enero de este año se conoció que el ex alcalde de Acapulco era su abogado.
–¿Por qué tomó el caso? Ya se adelanta que afectará su reputación y en su partido, Morena, no se la van a dejar pasar.
–Lamentablemente la justicia en muchos aspectos está politizada. Yo conozco a la mamá, la maestra Guillermina de la Torre. Solicitó mis servicios, me pidió orientación y tras analizar el expediente decidí asumir el caso. Veo una acción política contra esa persona como yo la he vivido. Me pareció útil.
López Rosas se refiere en su caso a lo que llama la persecución del ex secretario de Seguridad Pública del gobierno del presidente Felipe Calderón, Genaro García Luna, quien lo responsabilizó del operativo de diciembre del 2011, cuando la Policía Federal desalojó un bloqueo de estudiantes de Ayotzinapa en la Autopista del Sol con saldo de dos jóvenes muertos. Al tiempo, logró salir exonerado y evadir amagos del funcionario federal, hoy preso en Estados Unidos por sus ligas con el Cártel de Sinaloa, de encarcelarlo.
El ex alcalde de Acapulco vivía un reimpulso (¿recuperación?) de su carrera política: era Procurador de Justicia del Estado del gobierno de Ángel Aguirre Rivero, el ex priista que había llegado arropado por el PRD, y en ese partido había quienes ya lo veían con posibilidades de ser candidato a gobernador o mínimo senador. Un mes antes celebró su cumpleaños en un salón de fiestas de Acapulco, abarrotado con al menos unos 400 comensales.
Recién había superado otra, como él la recuerda, ofensiva política por parte del ex gobernador Zeferino Torreblanca, quien intentó fincarle responsabilidades como ex alcalde (2002-2005) e inhabilitarlo a través de la Contraloría estatal por tres años. En junio de 2006 el gobernador (2005-2011) le inició un proceso en la Contraloría por manejos artificiosos de recursos públicos, proceso que llevó a López Rosas a defenderse ante la Justicia federal, y un Tribunal Colegiado de Circuito resolvió que el gobierno del estado no tenía facultades para auscultar municipios en obras públicas realizadas con recursos de la federación. El caso enjuiciado eran sobre obras en la colonia Sinaí, que merecieron el premio Hábitat 2004 y que ponderó el propio presidente Vicente Fox.
En ese conflicto, su sucesor en el cargo, Félix Salgado Macedonio, de su mismo partido, tomó parte a favor de Torreblanca Galindo e incluso le quitó las escoltas que tenía, en pleno crecimiento (afianzamiento) de los grupos del crimen organizado en Acapulco, que el propio Salgado Macedonio también viviría (padecería), trascendiendo incluso que se quedó a dormir algunos días dentro del propio –y fortificado– Palacio Municipal, en los días más álgidos de la guerra entre cárteles, después de la balacera en La Garita.
Aunque logró revertir la ofensiva política de quien ya era su declarado enemigo político en el PRD, el proceso le quitó aire para el proceso interno de ese partido en la elección de senador del año 2000, en donde encabezó la lista de su partido el malogrado Armando Chavarría Barrera.
Conservó un grupo político, el Movimiento Ciudadano de Acapulco, y en 2011 cuando la candidatura y elección en el PRD se definieron a favor de Ángel Aguirre Rivero, éste lo nombró procurador, cargo que sólo ejerció algunos meses por el operativo de la Autopista del Sol del 12 de diciembre de 2011 en el que policías ministeriales a su cargo tuvieron una participación destacada en la represión que dejó dos normalistas muertos.
Escribió después el libro Ayotzinapa: verdades, excesos y falsedades, 2012 en el que cuenta su versión de los hechos.
Después de la elección presidencial del 2012 se deslindó del PRD y se unió, sin demasiado protagonismo, al naciente partido del ex candidato presidencial perredista Andrés Manuel López Obrador, Morena.
Fue su segundo deslinde.
El primero fue en 1994, después del asesinato del ex gobernador de Guerrero y entonces secretario general del CEN del PRI, José Francisco Ruiz Massieu, y lo hizo públicamente, mediante una carta, aunque precisó que nunca había militado en ese partido.
Ya entonces, el hijo del poderoso dirigente de colonias de los años 1960, Alfredo López Cisneros, El Rey Lopitos, como le apodaron sus detractores, había surgido a la vida pública como presidente de la Junta Distrital Electoral 07 (elección de 1991) y presidente de la Barra de Abogados de Acapulco, posteriormente. En la conformación de organizaciones de la sociedad civil, participa en el Frente Cívico de Acapulco (FCA), que funda Zeferino Torreblanca, y ese grupo lo impulsa como candidato a diputado federal por el PRD en la elección de 1997, donde ese partido se queda con los dos espacios de Acapulco. El otro fue para el fundador del sindicato de maestros de la UAG y ex dirigente del Partido Comunista Mexicano, Pablo Sandoval Ramírez.
En el transcurso de la diputación comienzan a distanciarse, y Torreblanca albergó la convicción de que ese cargo se lo debía, y de ahí el pleito.
El ex alcalde de Acapulco descarta que la decisión de abogar a favor de un personaje polémico y socialmente defenestrado como El Rey de la Basura lo aparte de la vida política.
–La justicia no tiene partido, es visión drástica. La justicia es universal, humana, de equidad. No se puede negar a nadie que reclame que se le defienda. Yo confronté situaciones deplorables, políticas, lo que he vivido. Considero que fue una decisión acertada. Se perjudica a una persona ante la sociedad. Sería una posición inmadura (juzgarlo por esa decisión), hacer juicios sumarios. Mi visión es recuperar la justicia universal.
–¿No se siente fuera de Morena?
–Fui excluido de Morena (en el proceso interno pasado por la gubernatura). Yo respeto mucho al presidente López Obrador. Fui excluido injusta e indebidamente, pero lo asumo con madurez, no hay menoscabo en mis convicciones. En 2021 fui excluido sin explicaciones. Mi proyecto político no es de un sexenio ni de un estado.
En el proceso interno de Morena López Rosas, en 2021, suscribió la petición de militantes por retirar la candidatura a Félix Salgado, luego de que el presidente de Morena, Mario Delgado, lo presentara como ganador de la encuesta el 30 de diciembre y lo designara coordinador de la campaña en Guerrero, lo que implicaba, evadiendo cualquier sanción del INE, que era en los hechos el candidato a gobernador.
Tras ello se reavivaron en medios nacionales las denuncias de dos mujeres por presuntos actos de violencia sexual del ex alcalde de Acapulco, que fueron vistas como “fuego amigo” por la cúpula morenista y el propio presidente López Obrador, quien defendió la candidatura de Félix Salgado en varias conferencias mañaneras.
En conferencia de prensa el 7 de enero de 2021, López Rosas le demandó a Salgado Macedonio aclarar “que no cometió una acción repugnante”. Las críticas internas y una intensa campaña mediática contra Salgado llevaron a la Comisión Nacional de Honestidad de Morena a reponer el proceso y realizar una segunda encuesta, en donde ya no se incluyen ni a López Rosas, ni a primeros aspirantes como Luis Walton y Pablo Amílcar Sandoval (el acusado de promover las denuncias contra Félix), sino a tres mujeres: la alcaldesa de Acapulco, Adela Román, la senadora Néstora Salgado; la ex alcaldesa de Atoyac, María de la Luz Núñez, y Esther Araceli Gómez, del CEN de Morena y responsable del plan de organización de ese partido en la entidad.
Ni el INE ni el Trife dan seguimiento a las denuncias por violencia sexual contra Félix, pero sí a sus gastos de precampaña, y el 27 de abril, por presuntas irregularidades el Tribunal le quita la candidatura. Morena realiza una tercera encuesta, y asigna la candidatura su hija Evelyn.
Ni López Rosas, ni Walton se incorporan a la campaña. Pablo Amílcar tras una negociación nacional, lo hace como candidato por un distrito de Acapulco, el 04, en donde literalmente no vive y en el que no se le ha vuelto a ver.
–¿Con Félix hubo distanciamiento desde que éste se sumó a la causa de Zeferino, no?
– Se confrontó y me confrontó. Fui víctima de una campaña de descrédito, calumnias para frenarme, pero dependo más de mi profesión que de la política y asumo el resultado. Yo no soy político polémico.
“Hubo una combinación entre Zeferino y Félix, pero reaparecí como procurador. De las acusaciones de Genaro García Luna salimos adelante, de hechos bochornosos y lamentables (la muerte de dos estudiantes). No solo mi persona sino el personal de la Procuraduría. Hubo impunidad federal. A mí no van a encontrarme nada.
Esto a pesar de que en sus movilizaciones por cada aniversario los normalistas de Ayotzinapa lo siguen ubicando como parte de los responsables de la represión.
–Félix Salgado ahora controla Morena. Van a ser seis años de exclusión.
–Depende de la sociedad. Nadie puede ser dueño de nada (Morena), como en el actual proceso de revocación, todo depende de la sociedad.
López Rosas dice que hace actividad política y va a reuniones “donde me invitan”. La pausa en Morena lo encuentra ahora litigando en tribunales de la Ciudad de México (esta entrevista fue vía telefónica), en el caso Gutiérrez de la Torre. Otra apuesta con un flanco abierto para quienes buscan sacarlo de la jugada política definitivamente. En todo este vértigo, el oriundo de la colonia la Laja considera que aceptar ese caso fue una decisión acertada.