EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Echa la UV librería Educal

Humberto Musacchio

Enero 25, 2021

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Sara Ladrón de Guevara, rectora de la Universidad Veracruzana, decidió expulsar del Museo de Antropología de Xalapa la librería que ahí tenía Educal desde hace veinte años. Según oficio de la administradora del museo, Martha Cabrera Jiménez, el desahucio fue “por ya no convenir a los intereses de la Universidad”, porque seguramente los universitarios ya no necesitan libros y tampoco la sociedad jalapeña. En otras fuentes se habla de los adeudos que la librería tenía con la UV, pero el monto es de sólo ciento tres mil pesos, los que Educal ofreció pagar en tres entregas. En realidad, tal adeudo era sólo el pretexto. La señora Ladrón de Guevara, quien por cierto ha sido dos veces directora del citado museo, nunca simpatizó con la existencia de una librería en ese recinto, donde ahora se propone instalar una tienda de playeras, banderines y otras chucherías, muy a tono con su idea de “la cultura”. El pequeño detalle es que el periodo de la rectora termina en unos meses y la concesión para una tienda como la que proyecta bien podría aumentar sus ingresos como ex rectora. Para ella sería un buen negocio, ni duda cabe, pero es una pena que se haga en nombre de una muy respetable institución como es la Universidad Veracruzana.

Memorias de Rita Macedo

Siempre se ha dicho que en México se cultiva muy poco el género de memorias, a lo que debemos agregar que todavía más escasos son los trabajos autobiográficos escritos por mujeres. Rompe con lo anterior un libro intenso, desgarrador incluso, revelador de las interioridades de nuestro star system, lleno de nombres famosos y de momentos relevantes del cine y el teatro de México. Se trata de Mujer en papel. Memorias inconclusas de Rita Macedo, reunidas, retrabajadas y presentadas por su hija, Cecilia Fuentes. El elenco no puede ser más brillante: su marido Carlos Fuentes, Julissa, Luis de Llano padre e hijo, Ernesto Alonso y Adolfo Orive Alba (el amor clandestino de la protagonista), además de cientos de amigos bendecidos por la fama. La autora, actriz bienamada por el público, pero no siempre por los productores, se muestra como una mujer de batalla que se prostituye para sobrevivir, que contempla impotente las infidelidades de su amadísimo marido, que vive en conflicto con el mundo, que tiene una relación difícil con los hijos y que finalmente opta por el suicidio. Dicho así, parece libreto de película, pero la realidad, como se sabe, suele ser más compleja. Rita Macedo lo demuestra y nos lleva a compartir sus sueños, sus éxitos, su dolor, sus fracasos, su vida toda. Libro formidable, pese a los muchos descuidos de los editores (Trilce).
Ramón García-Pelayo y Gross

Para quienes nos formamos teniendo al lado el Pequeño Larousse Ilustrado, Ramón García-Pelayo y Gross es uno de nuestros héroes culturales. Con él, la manuable enciclopedia llegó a las mayores alturas, pues su hechura estaba guiada por la erudición, el sentido práctico, la información oportuna y la brillante inteligencia de García-Pelayo, de quien el actual Larousse ni siquiera incluye una pequeña ficha biográfica. Gracias a la lexicógrafa Beatriz Enríquez, hermana del escritor y director teatral José Ramón Enríquez, sabemos que “García-Pelayo, como buen andaluz, tenía muchísimo ángel y estando él no parábamos de reír”, que trabajaba en una “cueva”, en la editorial Larousse, “llena de libros y de periódicos de todos los países de habla hispana”, porque la prensa, dice con acierto Beatriz, es “elemento esencial para la elaboración de diccionarios”. Después de varias décadas de trabajar para la editorial parisina, un joven ejecutivo de la empresa le dijo que debía jubilarse para dejar su lugar a “jóvenes informáticos que, según la nueva dirección, elabora-rían mejor y más rápido los diccionarios”. Don Ramón se vio obligado a salir y en 2008, cuando había cumplido ochenta años, murió en París, seguramente de tristeza al ver lo que habían hecho con la obra de su vida.

Proyecto oneroso y retrasado

En torno al llamado Nuevo Chapultepec, en abril de 2020 Gabriel Orozco debió entregar el proyecto ejecutivo, lo que no hizo, y el año pasado se firmó un convenio entre la Secretaría de Cultura del gobierno federal y el gobierno de la Ciudad de México. La autoridad capitalina habría recibido el dinero necesario para realizar los estudios de impacto urbano, infraestructura, internet y seguridad, así como los proyectos ejecutivos de la Bodega Nacional de Arte, Talleres de Artes y Oficios, Paso del Conejo y Parque Clausell, los que serían parte del Plan Maestro del Complejo Bosque de Chapultepec. Pero los trabajos no se entregaron y ahora se pospuso la fecha límite para la entrega, que debe ser en marzo, de acuerdo con lo aparecido en el Diario Oficial de la Federación, que informa sobre el “Segundo Convenio Modifica-torio del Convenio de Coordi-nación”. De seguir así, cualquier día nos informan de un nuevo convenio que modifica el segundo convenio modificador del convenio original. Total, dinero hay, y en abundancia, mientras el gobierno federal niega fondos a lo indispensable. Eso es ineficiencia, pero también insensibilidad.