LA POLÍTICA ES ASÍ

Durante muchos años en Guerrero, educación y conflicto han ido de la mano con diferentes matices, a veces de manera álgida desde la movilización magisterial y sus banderas, estudiantil en la búsqueda de plazas; o moderada pero firme desde la sociedad civil, que reclama maestros y aulas dignas.
Por ello, no es buena idea dejar solo a nuestro estado con los problemas del sector educativo. La experiencia en años recientes en entidades como Guerrero, Oaxaca y Michoacán, ilustran ejemplos de déficit de gobernabilidad, graves daños a la economía y merma en la educación de nuestro principal patrimonio: niños y jóvenes.
Corregir de fondo los problemas en materia de educación no es un asunto que se pueda postergar de manera indefinida.
Si en Michoacán ya se intenta transitar hacia la federalización de la nómina en educación, (luego de las millonarias pérdidas por los bloqueos a las vías ferroviarias), en Guerrero tendríamos que seguir una ruta similar, pero evitando el trámite de una negociación por la vía del conflicto.
A inicios de su mandato el Presidente de la República, dio muestra de voluntad política y compromiso, al considerar federalizar la nómina de los sectores salud y educativo en el país, luego de la petición que en ese sentido le hicieran gobernadores en diciembre del año pasado en Palacio Nacional. “Esto ayuda porque muchas veces los estados lo usan para otras cosas, hay que decirlo”, externó en esa ocasión Andrés Manuel López Obrador.
En Guerrero ya se discute sobre federalizar la nómina del sector salud, pero no se conocen aún los lineamientos bajo los cuales se hará esta transferencia. No ocurre lo mismo en el tema educativo.
En octubre del 2013, el Congreso de la Unión aprobó diversas reformas a la Ley de Coordinación Fiscal, mediante el cual se creó un nuevo mecanismo para el pago del personal educativo: el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (Fone).
En La Batalla por la Nómina, Marco Antonio Fernández y Noemí Herrera recuerdan que el Fone “buscó eliminar los espacios para el mal uso que las autoridades habían hecho del presupuesto para la nómina educativa, al tiempo que al terminar con la doble negociación salarial y sustituirla por una negociación nacional única, se prometió reducir las crecientes presiones en las finanzas públicas estatales, (Nexos, 1 de octubre de 2018).
Son de reconocerse los esfuerzos que hace el gobernador Héctor Astudillo para despresurizar el conflicto que genera a su administración, el pago a maestros que no están incorporados en la nómina federal, así como la recomposición que ha hecho al reducir de 13 mil a 5 mil 700 el número de mentores “no Fone”.
Yo creo que muchos podemos coincidir en que la solución al problema de la educación es competencia en gran medida de la federación, por tanto, no hace sentido que la toma de decisiones quede en el ámbito estatal.
Es un avance el compromiso de la federación para reponer los recursos que destinó el gobierno de Guerrero para pagar a los maestros “no Fone”, pero urge una solución de fondo.
Hay que decir también que Guerrero necesita maestros en las aulas, ese es un aspecto que se debe corregir en el momento que se establezca una mesa de las negociaciones.
El Fone, es uno de los elementos de la reforma educativa que el Presidente dijo que mantendrá, “para que la Federación, y no las entidades, tenga el control de la nómina magisterial”.
La movilización magisterial en Guerrero, ha sido durante años, el talón de aquiles para los tres órdenes de gobierno. Por la desconfianza que muestra el movimiento magisterial disidente, la llama no se apaga. Baste recordar que en agosto del año pasado, el equipo de transición de Andrés Manuel López Obrador, convocó a una consulta en materia educativa, cuyos resultados todos conocen: sillazos y botellazos por parte de integrantes de la Coordinadora, dieron al traste al evento que se realizó en la primera semana de octubre en el Centro de Convenciones de Acapulco.
Otro ejemplo es el cerco al Palacio de San Lázaro que en estos días sostienen maestros de la CNTE, inconformes con el proceso de contrarreforma educativa. El acuerdo que surja de este episodio, no debe tener un epílogo de vencedores y vencidos, la intransigencia no puede ser considerada un argumento válido.
Es éste, otro elemento para considerar que persiste el riesgo para nuestra entidad, toda vez que esta lucha tiene raíces profundas en Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Michoacán. Ojalá que no sea así y transitemos hacia las soluciones, México y Guerrero lo necesitan.

Del anecdotario

Conocí a mi amigo Mario Navarrete Gutiérrez siendo yo un adolescente.
Recuerdo aquella vez que visité mi tierra para hacer los preparativos de mi boda con Laura del Rocío.
Pasé a una famosa cantina llamada “La Vencedora” a tomar una sangría, donde me encontré con Don Mario, como cariñosamente lo llamaban.
–¿Qué tal licenciado Aguirre?, ¿qué anda haciendo por acá?
–Me voy a casar don Mario, y aprovecho para pedirle que nos acompañe.
–Oiga, permítame colaborar con algo.
–Sólo su presencia don Mario.
–De ninguna manera, déjeme cubrir los gastos del salón, ese que sea mi regalo.
Al despedirnos, escuché que alguien le dijo: –a Mario le gusta tirar su dinero… a lo que de inmediato contestó: –ustedes no lo entienden, estoy sembrando en tierra fértil.
A pesar de no haber concluido una carrera profesional, su sensibilidad era tan aguda que la desearía cualquier politico.
Su carácter a veces tosco y hasta mal hablado lo compensaba con un enorme corazón por ayudar a los demás.
Con Mario viví muchos capítulos de mi vida. Esta semana partió para encontrarse con su amada Lucía, quien hace apenas 40 días partió también hacia un mejor lugar.
Mario era perseverante buscó ser alcalde y lo consiguió en dos ocasiones; y en 1996 conquistó la diputación local por la Costa Chica.
Siendo gobernador interino me pidió recibir a una comisión de ciudadanos de su distrito, recuerdo eran más de 50 personas; se acercó a decirme: –señor gobernador, le pido de favor atienda bien a nuestros paisanos, aunque sea con algo simbólico, pero apóyelos, es gente muy pobre.
Atendí a cada uno de ellos personalmente, por lo que se fueron muy complacidos y mi querido Mario se ufanaba de haber atendido satisfactoriamente a sus representados.
De ese calibre era su lealtad, siempre estuvo a toda prueba. Como anfitrión era espléndido con sus amigos.
La última vez que estuve con él fue precisamente el día en que falleció su esposa. Lloramos juntos, hicimos muchos recuerdos y al final me dijo: –Ángel yo pronto me voy a morir, no puedo vivir sin la presencia de Lucía, me hace mucha falta y como hombre de palabra cumplió con su compromiso de alcanzar muy pronto a quien tanto adoraba.
Mario, tus amigos verdaderos te vamos a extrañar mucho. Pero déjame que me quede con tu sonrisa, con tu risa sonora y tus sabios consejos. Dentro de mi tristeza me llega la alegría de saber que ya estás junto a mi hijo y a quien siempre te acompañó: Lucía…
Mario te voy a extrañar mucho, sé que físicamente ya no estarás con nosotros, pero tu memoria y tu corazón perdurarán para siempre… Descansa en paz querido hermano. La vida es así.