Abelardo Martín M.
Marzo 05, 2024
Contra viento y marea, nunca mejor dicho después del huracán Otis, se efectuó el torneo internacional de tenis conocido como El Abierto de Acapulco, que le dio al puerto la inyección de ánimo y de “buena vibra” que tanta falta le hacía después de la terrible destrucción ocurrida hace unos cuantos meses. El bello puerto del Pacífico vivió el evento con un espíritu positivo, una resiliencia ejemplar y sobre todo la esperanza de que el sufrimiento y el trabajo realizado en estas últimas semanas para reconstruirlo han valido la pena.
La llegada de varios de las mejores estrellas del deporte blanco fue la mejor demostración de solidaridad, respaldo y trabajo a favor de Acapulco cuya economía se vio reactivada y apoyada por la llegada de miles de aficionados que disfrutaron del torneo como en sus mejores momentos, pero con el ingrediente emocional del dolor causado por el huracán en cientos de miles de acapulqueños que ofrecieron lo mejor de sí mismos con buenos servicios y comedida atención.
Destaca sin duda alguna el apoyo y el trabajo de miles de miembros del Ejército Mexicano, la Armada de México y la Guardia Nacional quienes, poco a poco, han logrado devolver la tranquilidad y, lo más importante, la sensación de seguridad después del clima de violencia y de total ausencia de orden, legalidad y el imperio del saqueo que siguió a la devastación ocasionada por Otis. Entre la gente se escuchó la opinión que la presencia física, cotidiana y cercana de los miembros de la Guardia Nacional, soldados y marinos ha creado un mejor ambiente para la reactivación de la economía, la tranquilidad y la paz de sus habitantes. Es más, hay quienes opinan que este esfuerzo podría ser ejemplar para distintas zonas de la república, sumidas en la actualidad en la violencia, la intranquilidad y el imperio del crimen organizado en cada una de sus distintas expresiones, de robo, extorsión, asesinatos y sobre todo ausencia de la autoridad gubernamental.
Febrero terminó con el espléndido Acapulco Open y con el inicio de marzo comenzaron en México las campañas proselitistas de las candidatas a la Presidencia de la República; son dos mujeres que simbolizan distintos proyectos de nación, entre las cuales la ciudadanía elegirá a quien quiere para que dirija la nación durante los próximos seis años.
En el arranque, la doctora Claudia Sheinbaum lleva, según la mayoría de las encuestas publicadas, una ventaja de más de un dígito. No está mal de entrada, sólo hay que advertir que la experiencia de muchos procesos electorales en México y en el mundo, es que quien sale de puntero difícilmente sube más, generalmente tiende a bajar y ver recortada su delantera frente a su más cercano competidor, en este caso la ingeniera Xóchitl Gálvez.
Muchas cosas sucederán a partir de ahora, aunque hay varios rubros que engloban las principales preocupaciones de los electores, en torno a los cuales discernirán los discursos y los planteamientos, como la seguridad, la economía y la continuidad de los programas sociales que se han convertido en la divisa del actual gobierno. El tema de la inseguridad, la violencia y el crecimiento de la criminalidad es un talón de Aquiles para la 4T que no ha podido ser resuelto, y quedará como uno de los grandes pendientes para el siguiente sexenio.
En contraste, en materia económica los resultados son muy positivos en los recientes años. Y si hemos de hacer caso a la tesis del expresidente norteamericano Bill Clinton, éste es el factor definitorio. Al crecimiento del producto interno de casi cuatro por ciento en 2022 le siguió uno de más de tres puntos el año pasado; a lo largo de estos años se han generado más de un millón 400 mil nuevos empleos registrados en el IMSS, con lo que la cobertura de este instituto se elevó a más de 22 millones de afiliados. El salario mínimo ha tenido aumentos muy relevantes, en el paso de 2023 a 2024 se elevó en 20 por ciento, e incrementos proporcionales se han observado en los ingresos de todos los trabajadores. Entretanto la inflación, aunque aún elevada, se mantiene desde el año pasado en niveles inferiores al cinco por ciento anual.
De la habilidad de ambas candidatas para transmitir, en un caso las bondades de la 4T, y en el otro sus deficiencias, se irá conformando la percepción que a final de cuentas defina la elección presidencial. También contará la suma de aciertos y desaciertos del resto de las figuras que compiten por gubernaturas, asientos legislativos, alcaldías y otros puestos, más de 20 mil a lo largo y ancho del territorio nacional. Y luego, asimismo, un factor deleznable pero ya presente y muy activo serán las tácticas de guerra sucia, de fake news, que necesariamente harán mella, y que sólo podrán ser neutralizadas con inteligencia y estrategias oportunas de los contendientes.
En Guerrero ya hay una gran efervescencia, pues salvo el gobierno estatal, todo el resto de los cargos federales y estatales se votarán, por supuesto la boleta de elección presidencial, senadores y diputados federales, los diputados locales, y los alcaldes, síndicos y regidores en los 85 municipios.
Aquí, lamentablemente, desde antes del inicio de las campañas la presencia del crimen organizado genera altos niveles de violencia que afectan todos los aspectos de la vida cotidiana, entre ellos el proceso electoral. El domingo pasado fue asesinado Alfredo González Díaz, precandidato a la alcaldía de Atoyac por el PT, y no es el primer hecho de agresiones fatales en la geografía política guerrerense reciente.
Ese día por la noche fue asesinado también, en Acapulco, Joaquín Alonso Piedra, exsuegro de la gobernadora Evelyn Salgado, en un atentado en el que resultó gravemente herida su esposa. Ello, pese a los publicitados pactos y treguas acordados entre las bandas delincuenciales, que nos ponen en el supuesto de una pax narca que ni es deseable ni es viable en el largo plazo, pues ya sabemos que cualquier incidente echa por tierra los endebles acuerdos.
De manera contrapuesta, hay un gran esfuerzo de los gobiernos federal y estatal, así como de la iniciativa privada, por levantar de nuevo a Acapulco.
El evento más relevante fue la realización del Abierto Mexicano de Tenis la semana pasada, un torneo clásico ya en el puerto, que luego de la destrucción de la infraestructura turística por el paso de Otis se vio en serio peligro de cancelarse, pero que pudo llevarse a cabo con gran éxito, con baja afluencia en los primeros días, aunque las rondas finales fueron mucho más concurridas, lo cual es toda una hazaña dadas las deficiencias en materia de comodidades para los visitantes, que todavía se advierten en distintos lugares del puerto.
Por lo pronto, en la entidad el voto mayoritario por Morena no parece estar en peligro. Pero esa inercia no debería alimentar la soberbia de la clase política que actualmente detenta el poder, reflexión también válida para muchos otros lugares en el país, aunque en la opinión a ras de piso se observa también desgaste y cansancio, puesto que las campañas en contra del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, le han provocado un deterioro no reflejado en la mayoría de las encuestas publicadas en los medios de comunicación masiva.
La verdadera realidad se sabrá con el resultado de la contienda electoral de junio próximo, en especial en la relativa a la designación de presidente de la república, pero no hay que adelantar vísperas, ahora el país ya está inmerso en las campañas electorales, en especial en la avalancha de spots y de oferta electoral de candidatos y partidos que son la mejor muestra de la pobreza del sistema político actual.