EL-SUR

Lunes 06 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Opinión

BAJO EL ALA DEL SOMBRERO

El campo también existe, también cuenta y también propone

Carlos García Jiménez

Junio 12, 2018

“La agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna”.
Cicerón.

Cómo se vería nuestra mesa si un buen día no hubiera tortillas, frijoles, café, huevos, agua fresca, leche, verduras, frutas, y sus distintos derivados? En principio pensaríamos que este escenario es improbable. Pero si somos realistas, la reflexión nos trasladaría hacia el re-conocimiento de que el campo mexicano –y el guerrerense en particular– ya no da para sobrevivir, y que hoy día ya no produce muchos de los alimentos y materias primas que diariamente consumimos.
Y es que como resultado de un tratado internacional de libre comercio, desfavorable a nuestra agricultura, y la implantación de políticas públicas neoliberales –que han favorecido más a la agricultura comercial en detrimento de la de autoconsumo–, la producción agropecuaria se ha estancado; y ahora para abastecer una parte de la demanda interna se deben importar productos de otras entidades y otros países.
En el plano nacional, el campo guerrerense ya no es aquel que tres décadas atrás tuvo una producción sobresaliente de maíz, café, jamaica, ajonjolí, limón, coco, mango, melón, arroz, caprinos, madera, etc. Tampoco su actual agricultura campesina es aquella que anteriormente sí producía lo que consumía sin depender del gobierno. La agricultura en Guerrero en un 80% sigue siendo de temporal, minifundista y de subsistencia; con bajos niveles de tecnificación; con una débil cultura de organización cooperativa o empresarial; y con una fuerte dependencia de insumos externos y subsidios gubernamentales ineficaces.
El campo, hoy, ha empeorado. Padece la peor crisis de su historia. Sobrevive en medio del hambre, la pobreza, la emigración, la violencia y las contingencias ambientales.
De los 3 millones 500 mil habitantes de Guerrero, el 64.4 por ciento vive en situación de pobreza (2 millones 314 mil habitantes), y el 23 por ciento (825 mil habitantes) en pobreza extrema. Según el mapa de distribución de la pobreza este fenómeno está presente mayormente en las zonas rurales de las ocho regiones de la entidad, pero de manera más enfática en La Montaña, Costa Chica y Sierra.
Pero a pesar de este panorama sombrío, el campo guerrerense también existe (sobrevive entre el abandono y el paternalismo gubernamental). También cuenta (aunque su aporte al PIB estatal es de apenas el 10% sin embargo en sus territorios viven el 42% de los guerreresnes). También propone (porque a pesar de la fatalidad muchas organizaciones sociales hoy día tienen propuestas alternativas a la actual crisis). Y por ello mismo también votará –mayoritariamente– por el cambio verdadero el próximo 1 de julio.

Otro campo es posible

De las muchas iniciativas sociales que impulsan el cambio en el campo guerrerense, la del Foro Permanente de Organizaciones Sociales es de las más relevantes. En esta organización confluye una gama variopinta de 28 organizaciones regionales y sectoriales con presencia en las ocho regiones de la entidad.
Ayer 11 de junio, en un hecho sin precedentes, el Foro Permanente convocó a las cuatro fórmulas de candidatos al Senado de la República por el estado de Guerrero, a dialogar acerca de la problemática del campo guerrerense y las propuestas que pueden impulsar su rescate y desarrollo.
A este diálogo político, denominado En Guerrero otro campo es posible, acudieron Beatriz Mojica y Mario Ramos (de la Coalición PRD-PAN-MC); y Soledad Romero (candidata independiente). Luego de expresar sus percepciones sobre el campo y compartir sus propuestas, los tres candidatos suscribieron los 10 compromisos planteados por el Foro Permanente:
1. Impulsar el desarrollo integral y sustentable del campo guerrerense, revalorando el papel y vocación productiva de los campesinos.
2. Auspiciar a que el Consejo Guerrerense para el Desarrollo Rural Sustentable (CGDRS) asuma la rectoría del desarrollo en el campo.
3. Que la Comisión Intersecretarial se instale y sea el órgano ejecutor de los acuerdos del CGDRS y del Programa Sectorial para el Campo.
4. Que el presupuesto para el campo sea suficiente, oportuno, concurrente, transparente y multianual.
5. Que las reglas de operación de los programas públicos rurales sean diferenciadas para las entidades federativas del Sur-Sureste del país.
6. Colaborar a que sea en espacios de participación institucional y social en donde se definan los proyectos estratégicos que Guerrero necesita.
7. Mejorar la infraestructura y el equipamiento rural para aumentar la productividad y aprovechar de manera integral los productos y subproductos del campo.
8. Impulsar el programa “crédito a la palabra”; y simplificar la tramitología, garantías, y tasas de interés de la banca oficial (FND, FIRA, INAES y otras).
9. Establecer un sistema de seguimiento y evaluación para mejorar todas las acciones institucionales de investigación, transferencia de tecnologías, capacitación y extensionismo.
10. Propiciar el mejoramiento gradual de la calidad de vida en el campo, en un marco de inclusión de género, personas con capacidades diferentes, jóvenes, pueblos originarios, grupos vulnerables y adultos mayores.
Tras la firma, los candidatos también se comprometieron -en caso de ganar la elección- a realizar un plan de seguimiento de estos compromisos con los integrantes del Foro Permanente.
A pleno sol: los candidatos al Senado del PRI y Morena despreciaron la invitación del Foro Permanente a dialogar y asumir compromisos en pro del campo guerrerense, ¿qué se espera de ellos en caso de que el voto generoso de la ciudadanía los elija como senadores?

* Vuelve a El Sur Bajo el ala del sombrero, un espacio de análisis y propuestas para la transformación del campo desde la visión y acción de los actores sociales rurales.

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