EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El caso Lula vuelve a sacudir a Brasil

Gaspard Estrada

Junio 12, 2019

 

El pasado domingo, el sitio de noticias The Intercept, fundado por el periodista norteamericano Glenn Greenwald, reveló una noticia impactante: gracias a una fuente anónima, el periodista obtuvo revelaciones importantes en torno a conversaciones del ex juez Sergio Moro con magistrados a cargo del expediente de Luis Inacio Lula da Silva, y en particular del jefe de la operación Lava Jato en la ciudad de Curitiba, Deltan Dallagnol. Estos intercambios realizados entre 2015 y 2017 vía la aplicación Telegram, que, según el equipo de periodistas del medio, podría totalizar más de 1700 páginas de conversaciones, así como grabaciones de audio, videos, fotos, procedimientos judiciales y otros documentos, dejan en evidencia no solo la cercanía entre estos jueces y promotores, sino que revelan graves irregularidades, comportamientos poco éticos y engaños sistemáticos.
La importancia de estas revelaciones surge de la gravedad de las acciones llevadas a cabo por la investigación de corrupción Lava Jato desde hace cinco años. Ese escándalo arrollador ha implicado a numerosas figuras políticas, oligarcas, al predecesor de Bolsonaro como presidente, e incluso a líderes extranjeros en procesos por corrupción. Más importante aún, la operación Lava Jato fue la saga de investigación que llevó al encarcelamiento del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva el año pasado. La condena de Lula por Moro, una vez que fue rápidamente confirmada por un tribunal de apelación, lo hizo inelegible para postularse a la presidencia en un momento en que todas las encuestas mostraban que Lula –quien fue elegido dos veces presidente por grandes márgenes en 2002 y en 2006 antes de que se terminara su mandato en 2010 con una tasa de aprobación del 87 por ciento– era el favorito en la carrera presidencial de 2018. La exclusión de Lula de las elecciones, basada en la declaración de culpabilidad de Moro, fue un episodio clave que allanó el camino para la victoria electoral de Bolsonaro.
Quizá lo más notable es que, después de que Bolsonaro ganó la presidencia, creó un nuevo cargo de autoridad sin precedentes, al que los brasileños se refieren como “super ministro de justicia”, para supervisar a una agencia con poderes consolidados sobre la aplicación de la ley, la vigilancia y la investigación, que anteriormente se repartían entre varios ministerios. Bolsonaro creó ese cargo en beneficio del mismo juez que declaró culpable a Lula, Sergio Moro, y es el cargo que ahora ocupa. En otras palabras, Moro ahora tiene inmensos poderes policiales y de vigilancia en Brasil –cortesía de un presidente que fue elegido sólo después de que Moro, mientras era juez, hizo que el principal adversario de Bolsonaro no fuera elegible para competir contra él.
Los fiscales de Lava Jato y Moro han sido muy controvertidos en Brasil y en el extranjero –anunciados por muchos como héroes anticorrupción y acusados por otros de ser ideólogos clandestinos de derecha que se hacen pasar por agentes del orden apolíticos. Sus críticos han insistido en que han abusado y explotado de sus poderes de aplicación de la ley con el objetivo politizado de impedir que Lula regrese a la presidencia y destruir al Partido de los Trabajadores (PT), fundado por ese último. Moro y los fiscales han negado, con igual vehemencia, que tengan lealtades u objetivos políticos y han dicho que simplemente están tratando de limpiar a Brasil de corrupción. Pero, hasta ahora, los fiscales de Lava Jato y Moro han realizado su trabajo en gran parte en secreto, impidiendo que el público evalúe la validez de las acusaciones en su contra y la veracidad de sus negaciones. Eso es lo que hace que estas revelaciones del medio digital The Intercept sea tan valioso. Se sabrá por primera vez lo que estos jueces y fiscales estaban diciendo y haciendo cuando pensaron que nadie estaba escuchando. Según Glenn Greenwald, la suma de informaciones enviadas por su fuente anónima rebasa el monto de datos enviados por Edward Snowden a Greenwald, en 2012-2013, y tiene el potencial de impactar a la plana mayor del establishment político, económico y judicial de ese país. En los próximos días, sabremos hasta dónde van estas revelaciones.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París