EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El desarrollo social que Guerrero necesita

Arturo Martínez Núñez

Junio 05, 2018

Guerrero deberá de convertirse en el epicentro de la política de desarrollo social para la transformación democrática de México.
La política de desarrollo social del nuevo régimen requiere como fuerza motriz una visión innovadora y real de planeación, programación y concertación, de un conjunto de programas de desarrollo a partir de definir con acierto las regiones y vertientes y de recoger algunas experiencias.
No más determinaciones centralistas tomadas desde las instituciones dominantes del gran capital que subordinan a las regiones reales integradas por mexicanos de carne y hueso. Necesitamos planear desde el territorio y no desde el escritorio. Pienso en el fallido Plan Puebla Panamá en donde nos quisieron meter con calzador en un programa diseñado desde las lujosas oficinas de Polanco y las Lomas de Chapultepec.
Guerrero es un mosaico de ocho regiones reales. La Costa Grande es una de ellas y con la Sierra tiene un potencial formidable y desde siempre ha sido zona estratégica.
Lo fue en las culturas originarias, determinante en las revoluciones de Independencia, de Reforma y en la Revolución Mexicana, ha sido un santuario de rebeldía contra el capitalismo exterminador y el neoliberalismo y lo volverá a ser ahora.
Guerrero, la Sierra y la Costa Grande reclaman una inversión política, económica y social, merecemos una suma de proyectos especiales y detonadores que concentren la inversión en obras y acciones multianuales.
Debemos de iniciar desde ahora pero de manera intensificada a partir de julio, después del resultado electoral, la programación y la presupuestación con visión sexenal, de largo y de corto plazo.
Nuestras regiones son especialmente ricas en recursos naturales: bosques, selvas, minerales, agua, manantiales, ríos, lagunas y lagos, presas, y el recurso de recursos: la organización de los productores en una muy importante cadena de agrupaciones que han librado luchas ejemplares con experiencias ejemplares y que hoy por la suma de adversidades están en crisis.
En Guerrero predomina la propiedad social sobre los recursos naturales y este es un detonador del desarrollo social siempre y cuando lo entiendan las autoridades estatales y federales.
Ya no queremos más esa política social que ha convertido a los beneficiarios en menesterosos pasivos en espera de mendrugos mensuales.
La Cuarta Transformación se realizará mediante una muy intensa y activa participación de los titulares de la tierra y de los recursos naturales en concertación con la inversión productiva pública: municipal, estatal, federal y de fondos internacionales.
Los surianos en lo individual y las organizaciones sociales serán protagonistas activos de la cuarta transformación primero aportando un muy amplio caudal de votos, vigilando y defendiendo los resultados; después, pactando los programas de desarrollo regional, cada uno con sus componentes específicos; ejecutando y vigilando que los recursos se destinen a lo acordado; finalmente, reconociendo que el trabajo productivo es la más elevada calidad del ser humano, manteniendo, reforzando y reformando las organizaciones sociales con plena libertad y autonomía.
La política de desarrollo social para Guerrero será transformadora y revolucionaria si incluye la amnistía para la paz democrática y la discusión sobre la legalización, con fines médicos, de los productos hoy prohibidos.
El modelo guerrerense de “desarrollo” hasta en esto ha fracasado. Somos esclavos de la producción primaria en maíz, café, coco, mango, rollo de madera, vena de becerros flacos, explotación de minerales, puertos, pesca y turismo.
Ricos en recursos naturales, prácticamente no agregamos valor a nuestros productos, casi reglamos nuestro trabajo sin apropiarnos de los frutos de la transformación y de la comercialización.
Además, un estado en guerra, victima de la inseguridad, con un campo abandonado y sobreviviendo con los recursos del asistencialismo que envilece y postra, y con las remesas de nuestros migrantes.
Son infinitas y majaderas las paradojas: Guerrero aporta al país enormes recursos energéticos y minerales, somos la potencia detonadora del turismo y compartimos con Michoacán el puerto mas importante del subcontinente y con nosotros nada, para nosotros nada…
Guerrero y la Costa Grande-Sierra es un asunto radical de seguridad nacional y un nuevo modelo de desarrollo social es elemental acto de justicia y de visión radical del Nuevo México.
La paz democrática no será fruto de simples llamamientos intrascendentes y huecos.
La paz democrática la tenemos que construir con una nueva visión de desarrollo, distribución de la riqueza y de las oportunidades, con trabajo, educación y salud.