EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El diferendo de México con Estados Unidos

Héctor Manuel Popoca Boone

Junio 15, 2019

Lo que está sucediéndonos como país con Estados Unidos debe ser punto de partida para varias reflexiones de carácter económico. Destaca entre ellas que nuestra economía es vulnerable con el exterior al realizar más del 80 por ciento de nuestras transacciones económicas con una sola nación que nos puede poner en jaque, en mayor o menor medida, con las variaciones o presiones suscitadas en nuestro comercio bilateral.
Cobran nueva valorización algunas políticas económicas que funcionaron en el pasado, pero que la economía neoliberal hizo a un lado. De haberlas sostenido enfrentaríamos con mayor holgura, desde una posición de mayor fortaleza económica, los amagos que nos plantea actualmente el gobierno de estadunidense. Así, el fortalecimiento del mercado interno nos posibilitaría reorientar parte de la producción hasta ahora destinada a la exportación y fomentaríamos a la vez la sustitución de importaciones, redireccionando las mercancías a la comercialización interna, en caso de no encontrar acomodo en los nichos del mercado internacional.
El contar con divisas suficientes y con financiamientos externos blandos para emprender la reconversión productiva y diversificación de nuestro sector exportador, permitiría que nuestra economía no dependiera en alto grado de pocos países con los que hoy importamos o exportamos mercancías y servicios. De lo contrario nuestro crecimiento económico con una balanza económica desfavorable se estancaría o resultaría negativa, con el consecuente encarecimiento de nuestros productos, falta de empleos, incremento de la precariedad de la población y mayor dependencia económica externa.
La apertura de fronteras al libre vaivén del mercado internacional muestra que no solo puede acarrear recesión, sino puede generar grados de vinculación económica asimétrica creciente, donde el más fuerte doblega al más débil. Es el caso actual de México. Tiene una posición frágil ante el diferendo en materia de comercio exterior con Estados Unidos y de una dinámica competitividad económica de otros países: los llamados emergentes, como son los casos de China, el sudeste asiático e India.
Un programa de reducción de costos e incremento en la productividad, conjuntamente con la ampliación de mercados alternos, además de volvernos competitivos fortalecería nuestro consumo interno. En este rubro la innovación y adopción tecnológica juega un papel importante, así como superar algunos obstáculos como la alta concentración de la inversión en ciertas ramas de la estructura industrial y un sistema financiero muy concentrado en pocos clientes; habrá que disminuir la brecha en nuestra agricultura dual y reducir el sector informal de la economía.
De una u otra forma tendremos que revalorar las oportunidades de crecimiento hasta ahora no suficientemente bien aprovechadas, como son las que se plasman en el proyecto del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, esto es, contamos con la disponibilidad de una fuerza laboral joven, un mercado interno con elasticidad grande; un potencial de desarrollo energético endógeno; riquezas de la biodiversidad y localización geográfica privilegiada con atractivos turísticos, entre otras.
Ingrediente importante es la estabilidad social interna; frenar fenómenos concernientes a la delincuencia organizada y la violencia en general. Problema importante es la migración masiva centroamericana que no halla la salida; o, mejor dicho, la puerta de entrada a su destino final que es Estados Unidos; repercutiéndonos su no admisión. Los diferendos económicos a la par que los políticos se entrelazan con cierta gravedad por cuanto a usar el gobierno estadunidense el alza de los aranceles como arma disuasiva para doblegar a México a que acate sus designios usando el poderío económico, a saber: esgrimir la amenaza de subir gradualmente los aranceles a los productos mexicanos si no establecemos ciertas pautas de atención a la migración antes mencionada.
En fin, asistimos a un cambio importante en las nuevas y perturbadoras relaciones geopolíticas y económicas generadas por nuestro alborotado vecino del norte.