EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El divino José Emilio Pacheco: de Jonathan Swift a Alfonso Reyes

Adán Ramírez Serret

Febrero 21, 2020

Hay autores que son prolíficos, quienes escriben obras completas que al final son más de 20 tomos y construyen un mundo; otros, que son polígrafos, los cuales incurren con igual fortuna en la poesía, en el relato y en el ensayo y hay quienes, reuniendo ambas características, terminan por ser un acto de generosidad, un regalo hermoso al cual acercarse y al leerlos, terminar contagiado por la gracia, por la erudición, por la magia, y sobre todo, por la sencillez.
Es el caso, precisamente, de José Emilio Pacheco (Ciudad de México, 1939-2014), quien es un autor conflictivo para la crítica pero generoso para los lectores, pues fue por igual tanto un hábil narrador como un talentoso poeta y un agudo ensayista.
¿Pero cómo entender a un autor tan prolífico como José Emilio Pacheco? ¿Acaso habría que comenzar por los relatos o las novelas breves, o los poemas (sublimes), o los artículos periodísticos o los diálogos apócrifos?
Los autores que dedicaron su vida a la literatura son difíciles de asimilar con el paso del tiempo, pues o se les recuerda por tan sólo una obra o nos perdemos en el bosque de sus obras completas.
De ahí la virtud de la antología que Laura Emilia Pacheco ha hecho sobre su padre: una agrupación seleccionada desde la intimidad, desde el núcleo mismo que significa haber tenido un padre, un maestro como José Emilio Pacheco, y haber sido parte, testigo ocular y receptivo, de una obra que se gestó durante la última parte del siglo XX y la primera del XXI.
La obra de Pacheco es generosa porque está construida a partir no sólo de la realidad mexicana, la gente y la ciudades que habitan este país, sino también porque está edificada a partir de la literatura que escribió esta sociedad, y así, la influencia misma (precolombina o cosmopolita) que es el pan y la sal de los libros escritos en este país. Es la fuente de la literatura de Pacheco.
Así, sus poemas son un diálogo directo con Nezahualcóyotl, la Biblia, Jaime Sabines, Luis Cernuda y Octavio Paz, a la vez que crean, como resultado, una voz que a partir de la pluralidad, es única.
Recuerda a Borges, claro, pero los poemas de Pacheco no sólo buscan el infinito (que es inconmensurable), sino también la fragilidad del paso del tiempo. Escribe poemas que dialogan con la poesía moderna pero también con la cotidianidad, por ejemplo, Envejecer: Sobre tu rostro / crecerá otra cara / de cada surco en que la edad / madura / y luego se consume / y te enmascara / y hace que brote / tu caricatura.
Los relatos de Pacheco, quizá por el género mismo, son lo más divulgable. Omite la editora (con prudencia, me parece, pues al principio de la antología brinda una bibliografía imprescindible del autor) Las batallas en el desierto, e incluye algunos textos que son en verdad deslumbrantes.
Pienso en Gulliver en el país de los megáridos. Un capítulo inédito de Jonathan Swift. En el cual dentro de la más majestuosa tradición de Borges se toma la libertad de construir un apócrifo y reconstruir al genial irlandés autor de Los viajes de Gulliver.
La antología también incluye algunos textos clásicos como La fiesta brava y otros no tan conocidos como La niña de Mixcoac, que son obras prodigiosas.
También incluye la sección Inventario, su columna en la revista Proceso que fue piedra de toque de literatura y en general de la cultura mexicana durante el tiempo que la escribió.
Por último, incluye unos diálogos profundos, develadores e hilarantes que van de Pancho Villa y Zapata, a Alfonso Reyes y José Vasconcelos, quienes observan cómo su obra ha desaparecido y lo único que se recuerda de ellos es su nombre. Le dice el oaxaqueño en algún momento al regio, “Aun muerto, eres un anacronismo viviente”.
El infinito naufragio, esta precisa antología de Laura Emilia Pacheco, es un recorrido panorámico por la literatura mexicana y por un autor único; un escritor que era capaz de retomar a Jonathan Swift y a Alfonso Reyes, sin que del divino plumaje de estos autores se manchara pluma alguna.
(José Emilio Pacheco, El infinito naufragio: antología general. Selección y prólogo de Laura Emilia Pacheco, Ciudad de México, Océano, 2019. 427 páginas).