EL-SUR

Miércoles 08 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Opinión

El EZLN extiende sus territorios de organización y autonomía

Tryno Maldonado

Agosto 20, 2019

En una serie de cinco comunicados, que comenzaron a circular el 10 de agosto, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) difundió su análisis de la realidad actual y su postura crítica respecto al gobierno federal en turno.
En un primer tiempo, el subcomandante insurgente Galeano –antes Marcos– trazó un panorama de lo que ha ocurrido en los primeros meses del gobierno de la Cuarta Transformación (4T), haciendo hincapié en que las anteriores tres transformaciones del país tuvieron un denominador común con ésta: pasar por encima de los pueblos indígenas.
A lo largo de los comunicados, Galeano habla de la avasalladora aprobación del gobierno de la 4T en las redes sociales; una aprobación que carece de correspondencia con la realidad. Caracteriza a la 4T como un régimen que desacredita la reflexión, la crítica y los datos reales; o, parafraseando al propio Andrés Manuel López Obrador lo mismo que a Marx (Groucho): si no les gustan, él “tiene otros datos”.
“Así, malos gobiernos triunfan en las ‘benditas redes’, aunque la realidad real se empecine en marchar hacia el abismo. La realidad virtual cubre con pudor al rey desnudo, y el tirano se presenta como demócrata, el reaccionario como transformador, el imbécil como inteligente y el ignorante como sabio.
“Allá arriba declaran que todo va bien, y acá abajo que todo va mal, y que se va a poner peor. Aunque ahora todo pensamiento crítico, todo análisis científico, todo arte que revela y rebela, tiene enfrente no la realidad, sino la etiqueta de ‘derecha’, ‘conservador’, ‘reaccionario’, ‘fifí’, o la ocurrencia que llegue a los labios del inquisidor y capataz que, en la finca que padecemos, reparte culpas y condenas.
“Científic@s sin presupuesto; artistas y creador@s sin lugar; intelectuales pecando al pensar. Todo es neoliberal y fifí hasta que su afiliación al poder esté debidamente acreditada. Mañanera mata columna, análisis, reportaje, investigación, conocimiento, inteligencia”.
La serie de comunicados zapatistas culminaron el 17 de agosto con un pronunciamiento contundente que, sin ánimo de exagerar, puede considerarse histórico: “Y rompimos el cerco”, firmado por el subcomandante insurgente Moisés de la Comandancia General del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI) del EZLN. El pronunciamiento sale a la luz a 16 años de la creación de los primeros cinco caracoles zapatistas y sus Juntas de Buen Gobierno.
“Después de años de trabajo silencioso, a pesar del cerco, a pesar de las campañas de mentiras, a pesar de las difamaciones, a pesar de los patrullajes militares, a pesar de la Guardia Nacional, a pesar de las campañas contrainsurgentes disfrazadas de programas sociales, a pesar del olvido y el desprecio, hemos crecido y nos hemos hecho más fuertes”, se lee en el comunicado.
Seguido de lo cual, la comandancia del EZLN hace el anuncio de que ha expandido durante estos últimos años su territorio de organización, resistencia y autonomía. En 1994, el EZLN y la población local realizaron la toma pacífica de 38 municipios de Chiapas. Fue el origen de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (Marez). Hoy, el EZLN, anuncia la multiplicación de los Marez después de años de arduo “trabajo político y organizativo con el trabajo de mujeres, hombres, niños y ancianos bases de apoyo zapatistas”, así como la creación de siete caracoles más.
Los caracoles surgieron en 2003, después de que en 2001 los partidos políticos de izquierda, centro y derecha desoyeran y tiraran a la basura los Acuerdos de San Andrés sobre derechos y cultura indígena. Por lo que las y los zapatistas decidieron cerrar todo diálogo y trato con el Estado mexicano y ejercer, en los hechos, su propio autogobierno en las llamadas Juntas de Buen Gobierno. Todo al margen de un Estado que invisibilizó a los pueblos indígenas y de la clase política entera que los traicionó.
“Aunque con lentitud, como debe ser según su nombre, los cinco caracoles originales se reprodujeron después de 15 años de trabajo político y organizativo; y los Marez y sus Juntas de Buen Gobierno también tuvieron que hacer crías y ver que crecieran. Ahora serán 12 caracoles con sus Juntas de Buen Gobierno”.
Este comunicado sobre la ampliación del territorio rebelde indígena donde el Estado mexicano no podrá ejercer funciones, puede leerse como una mayor ofensiva política, organizativa y pacífica de las que las comunidades indígenas organizadas en torno al zapatismo han dado en los últimos años.
Y lo hacen en un contexto nada favorable de contrainsurgencia, estigmatización desde el discurso del poder, cooptación por medio de programas sociales asistencialistas para desmovilizar y estrategias neoliberales de despojo en territorios de los pueblos originarios como no se había visto en décadas recientes: Zonas Económicas Especiales llamadas ahora “francas”, corredor Transístmico, Tren Maya o la termoeléctrica de Huexca, que se cobró con el asesinato de Samir Flores, en cuyo honor los zapatistas han llamado a esta campaña que hoy anuncian.
En medio de la tormenta, en medio de la muerte, en medio de la guerra que administran los gobiernos mexicanos desde el sexenio de Felipe Calderón y que hoy está constitucionalizada por la 4T en la Ley de la Guardia Nacional, en medio de la estrategia y el acoso paramilitar en su contra, el EZLN apuesta una vez más por la construcción y la expansión de la organización desde abajo. Apuesta por la justicia y por la vida. Con ellas y con ellos, la esperanza camina con la cara en alto, digna y en autonomía.
El comunicado del subcomandante Moisés termina así: “Aquí estamos, somos zapatistas. Para que nos miraran, nos cubrimos el rostro; para que nos nombraran, negamos nuestro nombre; apostamos el presente para tener futuro, y, para vivir, morimos. Somos zapatistas, mayoritariamente indígenas de raíces mayas, y no nos vendemos, no nos rendimos y no claudicamos”.