EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El hombre que aprehendió a José María Morelos

Fernando Lasso Echeverría

Febrero 06, 2018

José Matías Carranco, nacido en Tepecoacuilco de Trujano, se hizo famoso y trascendió históricamente por haber sido el oficial realista que aprehendió a don José María Morelos y Pavón en Temalac (población guerrerense del municipio de Atenango del Río de la zona norte del estado) el 5 de noviembre de 1815, cuando éste custodiaba al Congreso Insurgente instituido, que huía de las fuerzas realistas que atacaban Uruapan e intentaba llegar a Tehuacán, Puebla, para tener a esta población como sede más segura. Es un hecho que Morelos se sacrificó para que el Congreso insurgente lograra huir, mientras él detenía con pocos hombres al contingente realista que los superaba en número.
Antes de este evento, Carranco se había unido a los insurgentes y combatió a los realistas bajo el mando de don José María Morelos; sin embargo, al parecer por problemas personales graves entre ambos pronto cambió de bando, pues durante el sitio de Cuautla, José Matías se rinde y se alista en las fuerzas realistas, poniéndose a las órdenes de Calleja.
En el libro El Siervo de la Nación y sus descendientes, publicado por los hijos del profesor Leopoldo Carranco Cardoso en 1984, –descendientes de don José María Morelos, pero paradójicamente con el apellido del captor del generalísimo–, se afirma en el capítulo llamado Descendientes escrito por Héctor Almazán, que en Tepecoacuilco, Morelos conoció a Francisca Ortiz, sobrina del hacendado Antonio Gómez Ortiz, de la que se enamoró y a quien el joven José María visitaba cada vez que llegaba con sus bestias de carga a Tepecoacuilco; pero también un vecino de la misma población, llamado José Matías Carranco, pretendía casarse con ella; ante esta situación, y en ausencia de Morelos por sus actividades de arriero, Matías la rapta por la fuerza y se casa con ella, provocando en Morelos una terrible frustración, quien decepcionado logra entrar al Colegio de San Nicolás de Valladolid en 1790, recomendado por el vasco don José Juan Izazaga, dueño de la hacienda El Rosario (ahora Coahuayutla) y padre del insurgente José María Izazaga Martínez, cuando don Miguel Hidalgo y Costilla era rector de este importante centro educativo colonial.
Más tarde, –al decir del mismo autor– en 1811, ya desatada la lucha independentista, Morelos se encuentra a Carranco en Chichihualco, pelea con él, le da una fajina con su machete y le quita a su mujer, con quien Morelos procrea a su hijo José Vicente.
En 1814, Carranco llega subrepticiamente ante Francisca en Tepecoacuilco, y vuelve a llevársela, pero ahora con el pequeño hijo de Morelos, a quien vuelve a bautizar, haciéndolo pasar por hijo suyo. Un año después, Carranco, al mando de una compañía realista, participó en la cacería del Congreso insurgente instituido, cuando el grupo legislativo intentaba llegar hacia sitios más seguros, y es en Temalac donde precisamente José Matías se topa con Morelos –su odiado rival de amores– y sus hombres a quien identificó y apresó con rabia, dándole un empellón cuando lo señalaba como el jefe de los hombres capturados. La misma fuente citada dice que Morelos al verse capturado y maltratado por su antiguo subordinado y rival en amores, le dijo: “Señor Carranco, parece que nos conocemos”; otras, afirman que el comentario fue más contundente: “Veo señor Carranco, que al haberse hecho realista, ganó usted mucho en valor”.
En abril de 1819, Francisca muere en su pueblo, hecho asentado en el acta de defunción correspondiente, levantada en ese lugar y signada por el sacerdote –y antiguo ayudante de Morelos– Tomás del Moral. No obstante, José Vicente el hijo de Morelos, no tuvo una vida fácil, pues a pesar de llevar el apellido de José Matías Carranco, era bien identificado por las autoridades religiosas y coloniales como descendiente de don José María Morelos, hecho que le provocó muchos rechazos de diversa índole, como por ejemplo el haberle sido negado su ingreso a un seminario, donde intentaba estudiar, “por ser hijo del apóstata Morelos”, con quien el alto clero de la Nueva España se ensañó terriblemente cuando fue juzgado. De esta persona, descienden el conocido profesor y distinguido historiador guerrerense don Leopoldo Carranco Cardoso y su familia, quienes tuvieron que cargar con el estigma de ser identificados como descendientes del captor de Morelos, no obstante que paradójicamente, en realidad descendían del héroe independentista. El profesor Carranco Cardoso, tuvo un hijo llamado Álvaro Carranco Ávila, dedicado al servicio exterior mexicano, que presentaba un parecido extraordinario e impresionante con don José María Morelos, y de quien existen fotografías tomadas en las décadas de los 70-80 del siglo pasado, publicadas en el multicitado texto, y que lo demuestran en forma fehaciente.
* Presidente de Guerrero Cultural Siglo XXI AC