EL-SUR

Lunes 15 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El impacto político de la entrevista de Lula da Silva

Gaspard Estrada

Mayo 02, 2019

El pasado viernes el expresidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, concedió su primera entrevista a los medios de comunicación, después de su encarcelación el 7 de abril de 2018, es decir hace poco más de un año. Desde entonces, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) se comunicaba con sus aliados políticos y con el mundo en general, por la vía de mensajes manuscritos, así como por la vía de declaraciones públicas realizadas por las personalidades que lo visitan en la sede de la Policía Federal de Curitiba, donde se encuentra encarcelado. Sin embargo, este método de comunicación no había logrado transmitir a cabalidad el mensaje político del líder de la izquierda brasileña. Lula siempre ha sido mejor en entrevista que en textos escritos. Pero, si el ex obrero metalúrgico se expresa mejor de manera oral que escrita, ¿por qué no había tomado la iniciativa de acceder a ser entrevistado por la prensa, ya sea brasileña o internacional?
Como lo hemos explicado en este espacio, desde hace varios años Brasil vive inmerso en una triple crisis política, económica y social, que no tiene perspectiva de salida a corto y mediano plazo, sobre todo después de la victoria del ex capitán Jair Bolsonaro. Después de la destitución ilegítima de Dilma Rousseff en 2016, a manos de una élite parlamentaria hipócrita, la perspectiva de ver al PT regresar al poder por las urnas a través de la victoria del ex presidente Luis Inácio Lula da Silva era inaceptable. Por ende, conforme fueron avanzando las investigaciones de la operación Lava Jato, dirigida por el ex juez Sergio Moro y por el procurador Deltan Dallagnol, quedó cada vez más claro que el objetivo político final era aprehender y condenar al popular ex presidente, para evitar que pueda ser de nuevo candidato a la presidencia de Brasil, usando para ello una ley votada durante el segundo mandato del expresidente, la ley de la “ficha limpa”. Esta ley establece que cualquier individuo que haya sido condenado en segunda instancia, pierda sus derechos políticos, inclusive si continúa apelando la sentencia del juicio en las instancias superiores, como el Supremo Tribunal de Justicia, el Supremo Tribunal Federal y la Corte Suprema de Brasil. Sin embargo, a pesar de que el comité de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas ordenó al Estado brasileño respetar los derechos políticos del expresidente Lula, el Tribunal Superior Electoral suspendió éstos últimos, dando pie a la elección de Bolsonaro.
Durante todos estos meses de incertidumbre, numerosos periodistas intentaron entrevistar al ex presidente, teniendo en cuenta que la ley brasileña permite a cualquier persona en instancias de apelación conceder entrevistas a los medios de comunicación. Sin embargo, contrariamente al derecho, los ministros Luis Fux y José Dias Toffoli, el actual presidente del Supremo Tribunal Federal, decidieron imponer una censura previa a cualquier eventual entrevista al ex presidente, con el argumento de no querer “enturbiar el proceso electoral en curso”. Eso con el apoyo de buena parte de los medios de comunicación. Pero, unos meses después, conforme fue arreciando la disputa política entre los procuradores de la operación Lava Jato y algunos magistrados de la Corte Suprema, el presidente de esta última José Dias Toffoli, decidió levantar la censura impuesta a los periódicos Folha de São Paulo y El País.
Contrariamente a lo que uno podría esperar, Lula se mostró combativo, y defendió a capa y espada su inocencia, al tiempo que atacó las reformas estructurales propuestas por el gobierno de Jair Bolsonaro. De cierta manera, Lula le habló a su base política, con éxito. Si bien la TV Globo, la mayor del país, decidió no darle cobertura a esta entrevista, se trató de una de las entrevistas más leídas en América Latina durante el fin de semana, dejando claro que Lula continúa siendo una fuerza política singular. A pesar de estar preso desde hace más de un año, de haber perdido a su mujer, a su hermano mayor e inclusive a uno de sus nietos, Lula demostró su resiliencia política única a través de esta entrevista.

Twitter: @Gaspard_Estrada

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París