EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El INE y el robo de identidad

Humberto Musacchio

Septiembre 14, 2017

Imagine el lector que un día cualquiera ya no puede obtener un préstamo bancario y que sus tarjetas, todas, han sido bloqueadas, pues según el Buró de Crédito debe cantidades exorbitantes de dinero, pese a que las compras que le cobran usted nunca las autorizó, lo que incluye el saldo de una tarjeta de crédito expedida por Santander cuya existencia ignoraba, pues jamás la solicitó.
No es un asunto menor, pues las adquisiciones ilegales pueden incluir un automóvil, cinco teléfonos celulares de una marca y cuatro más de otra. Los aparatos telefónicos son vendidos fácilmente, pero con el automóvil puede ocurrir un atropellamiento o la comisión de delitos tales como robo y secuestro, entre otros, y en esa tesitura el dueño del auto tiene responsabilidad penal.
En un caso conocido por este articulista, se usurpó la personalidad de un ciudadano que cumple con sus deberes cívicos y está al día en el pago de impuestos. Extrañamente, un día de este mes le llegó a su casa una póliza de seguro que no había solicitado y de inmediato se puso en contacto con el banco donde se adquirió dicha póliza para aclarar que él nada tenía qué ver con el asunto.
Ocurrió luego ante una agencia del Ministerio Público a denunciar el hecho y después fue a la Condusef, donde le informaron que también tenía una cuenta en BVBA Bancomer y que el crédito para la adquisición del auto fue autorizado por VW Bank, que realiza esta clase de operaciones para la venta de vehículos Volkswagen.
En todas estas operaciones, realizadas a partir de agosto, se empleó la credencial del INE como medio de identidad. Afortunadamente, la firma alemana facilitó al afectado copia de la credencial que le fue presentada a su personal y ahí, con otra fotografía, aparecen casi todos los datos de la víctima a quien suplantaron la identidad, salvo el municipio y un número de muchos dígitos que aparece atrás del mismo documento.
Lo curioso es que la adquisición del auto y los primeros cinco celulares se hizo en Aguascalientes y el de los cuatro teléfonos restantes en Zacatecas y que el usurpador de personalidad dio como referencia un e-mail falso, un teléfono inexistente y un domicilio en Aguascalientes: Presa Sandovales 230-6, La Querencia, San José de los Pocitos 20100.
Actualmente es la credencial del IFE o INE el medio de identificación más usual y aceptado, pero cabe preguntar por qué se admitió en estos casos una credencial con domicilio en la Ciudad de México, si el delincuente dio a sus víctimas una dirección en Aguascalientes y por qué no se cotejó que el domicilio no fuera falso. Igualmente, cabe preguntar por qué Santander expidió una tarjeta de crédito a quien se identificó con una credencial falsa.
No es la primera vez que la expedición de estas credenciales da lugar a la comisión de delitos. Recordemos que en varios procesos electorales se acusó al PRI de acarrear gente de una casilla a otra con varias tarjetas de identidad del IFE, ahora INE, con el fin de inflar ilícitamente la votación del partido tricolor.
El pasado martes Excélsior informó que en 13 de sus módulos el INE investigaba robos de identidad y alteraciones del padrón y que 14 funcionarios ya habían sido separados de su cargo y otros ocho estaban en capilla. El consejero Enrique Andrade, presidente de la Comisión del Registro Federal de Electores del propio INE, dijo que se tenían 93 casos detectados de trámites irregulares, 34 en Villahermosa, Tabasco, 32 en Ecatepec, Estado de México, siete en la colonia Condesa y tres en la colonia del Valle de la Ciudad de México, seis en Tlaquepaque, Jalisco; tres en Chimalhuacán y uno en Nezahualcóyotl, Estado de México, entre otros. Sin embargo, no se sabe si hasta el momento está detenido alguno de los indiciados.
Se supone que desde 2016 “se aprobó un protocolo para detectar y contener estos ilícitos por parte de los vocales ejecutivos” y el mismo consejero electoral afirma que “el protocolo está funcionando”, lo que desde luego no es verdad. Tampoco es tranquilizante saber que es el propio INE sea el que está realizando la investigación y que sólo cuando ésta haya terminado se enviará el expediente a la Fiscalía para Delitos Electorales, que, si funcionara, ante las evidencia de todos conocidas ya debería estar inmersa en el asunto.
Para contar con una credencial falsificada ya no hay que ir a la plaza de Santo Domingo, sino al propio INE. Es lamentable.