EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El lenguaje popular III

Anituy Rebolledo Ayerdi

Abril 21, 2022

Letreros en autos y camiones

No hay conductor de unidad automotriz particular o del servicio público que se sustraiga a la tentación de ilustrar su unidad. Lo hacen con nombres y figuras relacionados con la familia, creencias religiosas, personajes favoritos, fantasías infantiles y sexuales e incluso con lemas políticos.
Suman seguramente miles las unidades motrices con la leyenda irreverente de Dios es mi copiloto y miles también las que demandan Cuídame y guíame virgencita de Guadalupe. Otros conductores imprimen los nombres de sus retoños, sin faltar los zapatitos del nene colgando del espejo retrovisor. Son muchas las defensas presuntuosas: El mil amores, Las traigo muertas, Me especializo en quinceañeras, Tengo un corazón universal y más.
El prodigioso cineasta Ismael Rodríguez utilizó letreros camioneros para enfatizar o redondear algunas escenas de sus películas Nosotros los pobres y Ustedes los ricos. Algunos:

Humo en el mofle; ¿A qué te sabe?; Melón se comió las plumas; No vengo a ver si puedo; Mejor ni le buygan y Pujando pero llego.

Una práctica que persiste en nuestros días regularmente con alusiones sexuales en las que campean , no obstante, el ingenio y el buen humor. Como estas en materialistas:

* Pásame por la izquierda (defensa trasera).
* ¡Nomás me tocas el pito! (defensa delantera).
* A que no me pasas (defensa trasera).
* ¡A tu hermana! (defensa delantera).

Autos y carcachas

* Si me estás leyendo es que estas muy cerca, ¡ojeis!
* Ni me presumas, güey, ¡yo también fui último modelo!
* ¡Más cabrón es andar a pie!
* Sigue pitando que al cabo no soy helicóptero.
* A ver si en el hospital vas a tener tanta prisa, pendejo.
* ¡Ábranse piojos que ya llegó el peine!

Leído en un “urbano”, de esos que arrullan al pasaje con sonidos de 110 decibeles:

Señorita: pida su parada, el chofer se la dará con gusto.

De marcas

Al igual que con los nombres de las productoras gringas de cine, reseñadas aquí en la entrega anterior, se armaron ingeniosos y picarescos diálogos con las marcas de los automóviles de la época. Un arrancón:
–Un elegante Lincoln se encuentra con una amiga alemana en la calles De Soto.
–¡Mercerdes Benz!, ¡oye!, que buenas Nash te traes, ¿me las Pontiac?
–¡Depende de cuánto Packard! La Buick cobra entre Dodge y Ford.
–¡Ando jodido!, ¿por qué no me las Datsun de a Fiat?
–¡No la Hudson, cabrón, es mi bisne!
–¡Ni hablar, entonces vete mucho a la Chrysler! ¡Eres igualita de chocante que tus primas la Chevrolet y la Mercury!

O como decía mi abuelita

José E. Iturriaga, periodista, escritor amenísimo, economista, sociólogo e historiador que lo mismo escribía de ciencia que de tortas, tamales y viajes. Como refranero no cantaba mal las rancheras. Algunos para el catecismo:

* Con pendejos ni a misa, porque pierden el Breviario.
* La ley de Caifás, al fregado fregarlo más.
* Dar limosna con tambor, no agrada a nuestro Señor.
* Está como San José, de viejo le reverdeció la vara.
* Según San Andrés, quien parece pendejo, pendejo es.
* Dios nos guarde de ladrón y de un marido cabrón.
* Es como el burro de San Vicente, lleva la carga y no la siente.
* Sólo tienta Satanás a quien se deja tentar.
* Soy pendejo pero voy a misa.
* Si los pendejos volaran, el cielo estaría nublado
* Por qué quedarse con los brazos cruzados si el hombre más grande murió con los brazos abiertos.

Así son ellos

Decálogo feminista dedicado a los misóginos:

1.- Algunos güeyes son más feos que pegarle a Dios.
2.- Más malos que una mentada en ayunas.
3.- Más brutos que la burra que tumbó a María Santísima.
4.- Tan altos como para inspeccionar azoteas.
5.- Tan putos que les duelen los ovarios.
6.- Tan fríos como pabellón o raspado.
7.- Tan miserables que no dan agua ni al gallo de la pasión.
8.- Tan tercos como mula prieta.
9.- Tan agarrados que no comen tamales para no tirar las hojas.
10.- Con el pájaro más chiquito que un gorrión.

Dipsonario

He aquí una nueva colaboración del doctor José de Jesús Arizmendi Dorantes , de Ejido Nuevo, entregada por su sobrino el ingeniebro Hugo Arizmendi Herrera, puro Poli. El significado oculto de algunas palabras:

BERMUDAS: Mirar a mujeres privadas del habla.
TELEPATÍA: Aparato de televisión pa’ la hermana de mi amá.
ANÓMALO: Hemorroides.
POLINESIA: Mujer policía que no entiende razones.
MANIFIESTA: Juerga con cacahuates.
BERRO: Bastor alebán.
CAMARÓN: Aparato enorme que sacar fotos.
DECIMAL: Pronunciar equivocadamente.
MEOLLO: Me escucho.
NITRATO: No intentarlo.
TALENTO: Muy despacio.
ESGUINCE: Gatorce más uno.
ESMALTES: Un día antes del miércoles.
INESTABLE: La mesa de Inés (inglés).
ONDEANDO: ¿On toy?
SORPRENDIDA: Monja en un antro.
ENDOSCOPIO: Seguro de aprobar en dos exámenes.
ATIBORRARTE: Desaparecerte.
CACHIVACHES: Hoyitos en la calle.
CACAREO: El preso hizo del dos.

La lotería

La lotería de cartones es un juego familiar que se practica en México desde finales del siglo XIX. Fue entonces cuando la hizo popular el francés Clemente Jacques con el nombre de la “Lotería del gallo de Don Clemente”. El empresario se establece en la ciudad capital con un negocio múltiple para producir alimentos enlatados, impresos, corchos para botellas, confeti y serpentinas Entre los segundos estará la lotería de 54 imágenes, jugada hasta nuestros días en varios países americanos
Acapulco no podrá sustraerse a tal divertimento. Según el cronista Carlos E. Adame, la lotería fue el juego favorito de los acapulqueños durante las primeras décadas del siglo XX. Todas las noches, religiosamente, los vecinos de los barrios del puerto se reunían en torno a grandes mecheros de petróleo para vivir la emoción del azar y de paso obtener algunos centavos extras para el gasto familiar. Fue tumultuaria la lotería instalada en la plaza Álvarez con la suma del escaso turismo de entonces.
Cuando llegan al puerto las ferias ambulantes con su imprescindible lotería, los porteños ya conocerán todos sus secretos. No obstante, les parecerán fabulosos los premios ofrecidos consistentes en artículos de peltre y loza. Las anotaciones en el cartón se hicieron en un principio con granos de frijol pero al encarecerse estos se utilizarán granos de maíz. El triunfo se anunciaba indistintamente con gritos de “¡buena!”, “¡lotería!” y “aquí, aquí!”. “¡Hay lugar y tablas”, era el pregón de los ferieros.
El personaje central del juego era sin duda el gritón encargado de correr las cartas. Este identificaba cada figura con alusiones picarescas o bien improvisando versos no exentos de ingenio:
¡Corre y se va con el que le cantó a San Pedro: El gallo!.
¡Pásamela, compadre: La botella!
Que me lo llenen pero de mezcal: ¡El barril!
Voy que te confundo, mundo: ¡El mundo!
El apachurrado meco: ¡El apache!
Por más que brinco no te alcanzo: ¡La estrella!
Pica pica y no es el chile: ¡El alacrán!
Tan bonita pero tiene cola: ¡La Sirena!
La cobija de los pobres: ¡El sol!
Canta sólo cuando la golpean: ¡La campana!
La calaca siriquisiaca: ¡La muerte!
Se necesita para subir al cielo: ¡La escalera!
Tate quieto, Valentín: ¡El valiente!
La que le mocharon a Obregón: ¡La mano!
Teje su tela con maña: ¡La araña!
Sinónimo de lanchero de Acapulco: ¡El borracho!

La Lotería Acapulqueña

Una lotería secular que las nuevas generaciones acapulqueñas no llegarán a conocer. Sencillamente porque ya disponen de una propia: La lotería acapulqueña, creada por la pintora Ana Barreto, cuyas 54 cartas están ilustradas con figuras icónicas del puerto: La Reina de los Mares, El Fuerte de San Diego, La Roqueta, El Clavadista, La Nao de China, El Erizo, La Hamaca, El Toro de petate y el Baile de la iguana, entre algunas.
El proyecto de Ana quedó interrumpido por la malhadada pandemia cuando, con sus propios medios, había logrado algunos ejemplares de su Lotería Acapulqueña. Hoy, quien fuera jovencísima y única ayudante del pintor Roberto Cueva del Río en la ejecución del mural del antiguo Palacio Municipal, vuelve para culminar su proyecto. Un proyecto nacido de otro similar realizado por ella misma: la Lotería Guerrerense, con figuras alusivas a la historia de la entidad, por encargo del gobierno del estado y que se puede adquirir en Radio y Televisión de Guerrero, RTG.

El albur

El albur o calambur es un juego de palabras con alusiones sexuales para ofender al oyente. Para Chava Flores, su creador por antonomasia, “el albur es un producto genuinamente mexicano y es la forma más ingeniosa de destrozar la lengua de Cervantes. Sirve para divertir y para sacar la opresión que traemos de siglos los mexicanos, porque si no fuera así estaríamos llenos de gente loca”. Son zancadillas verbales –dice Don Armando Jiménez– siempre con referencias sexuales y carecen de sentido si el oyente no tiene idea de la intención del discurso.

Cuidado con los albureros

A la palabra frijoles el alburero responderá: De Apizaco, los mejores.
A la de chile: Me agarras de bajada o siéntese, por favor.
Hermana: Pásamela botella.
Quinto: Rompo el silencio.
Paja: Hazme el grandísimo favor.
Garrote: Me agarras distraído.
Vengo todo mojado: Seguro que te cogió el chaparrón.

Juego de palabras

* ¡No se apene, por favor!
* El techo blanco se ve mejor.
* Por delante se pide y por detrás se despacha.
* Bonita artesanía, la del plátano en barro.

Los pájaros

* El pájaro quema máiz.
* El pájaro con suelas.
* El pájaro que mea placas de taxi.

No es lo mismo

* La papaya tapatía que tápate la papaya, tía.
* El Consulado General de Chile, que el General con su chile de lado.
* Los montes de Tapachula, que tápate los montes, chula.
* La cómoda de tu hermana que acomódame a tu hermana.

Personajes

El cura Melo.
Doña Tecla Varela Bara.
Benito Camelo.
Agapito López Caste.
El chico temido del colegio.

Los pueblos de México

San Tejeringo, El Chico.
Sumozotlán El Grande.
Tepiscoeloyo.

Driles y casimires

Telas Poncho.
Tela Comex.
Tela de Juir (importada).

Atentamente desde Japón

Tetoko Tuchiko.
Tuchiko Atako.
Yoshitoko Tukoshita.
Aplaka tu tako.