EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El México que muchos queremos

Silber Meza

Febrero 23, 2019

No hablaré por todos, pero sí hablaré por muchos. El México que queremos es un México en paz: que deje de haber 80 homicidios diarios; que no nos extorsione el crimen organizado, que no nos prive de la libertad y nos desaparezca; que no se toleren los feminicidios, que no temamos a un robo a casa habitación cada vez que salgamos de casa, que no nos aterrorice cargar un teléfono celular en el transporte público, que no nos sintamos obligados a guarecernos cuando cae la noche, que dejemos de tener zonas intransitables, que no nos atemorice la policía, que el Ejército no nos haga entrar en pánico, que no nos acostumbremos a vivir sitiados, como se vive en una guerra.
El México que queremos es un México con menor desigualdad: donde cualquier persona tenga acceso a una vida digna, con servicios de salud de calidad, con alimentación garantizada, con educación que alimente la mente y arte que llene el alma; con acceso a los libros, al cine de calidad, a unas vacaciones dignas, a divertirse en los parques públicos, a pasar la tarde con la familia o los amigos o con quien uno quiera.
El México que queremos es un México con inversión: donde haya capitales públicos y privados, nacionales y extranjeros, que generen infraestructura y condiciones de mejora económica, con salarios dignos y jornadas justas; con Estado de derecho que dé certeza a la inversión.
El México que queremos es un México sin corrupción: donde los policías nos cuiden y hagan valer la ley, no que nos cacen para mordernos con el pretexto de una infracción de tránsito o del bando de buen gobierno; donde las obras públicas no nos resulten al doble de su precio, o las hagan de mala calidad, o ni siquiera las construyan pero sí las cobren; donde el gobierno no se convierta en una agencia de colocación de amigos, de cuates, de familiares, de camaradas del partido, de incondicionales; donde las medicinas sí lleguen a los hospitales, donde no las caduquen deliberadamente para comprar más y obtener más moche; donde desaparezcan las empresas fantasma y castiguen a los culpables; donde se acabe la máxima de “el que no transa no avanza”; donde el narco no tenga “narcobancadas” ni “chapodiputadas”.
El México que queremos es un México donde las adjudicaciones directas sean la excepción, no la norma; donde ya no haya más casas blancas, estafas maestras, desapariciones de estudiantes ni asesinatos de líderes sociales que se oponen a megaproyectos o que defienden sus bosques o que buscan a sus desaparecidos; donde no haya más desplazamientos forzados por la violencia criminal sin consecuencias; donde la autoridad es la principal informante del crimen; un México donde no haya más asesinatos de periodistas, donde exista la libertad de expresión y de información sin reprimendas inmediatas del gobierno o de los poderes fácticos.
Es un México donde muchos coincidimos. Es un México posible. Es un México que nos ofrecen en cada campaña política pero que se nos ha negado.
Seamos realistas: la gente no vota por la izquierda, por la derecha o por el centro, la gente vota por un gobierno que le ayude a mejorar su vida, y la vida de las personas no se puede mejorar en el encono.
El México que queremos es un México con civilidad política: donde se mantenga lo bueno que hemos logrado con el paso de las décadas y se extirpen los males de fondo y estructurales. No queremos vivir divididos ni peleados con el vecino ni con el compañero de trabajo ni con un familiar; queremos vivir tranquilos, compartir vivencias, espacios y tiempos.
El México que queremos es un México con justicia, no con venganzas; con hechos que nos lleven a la mejora y al bienestar, sin persecuciones estériles.
He escuchado la mayoría de las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, y tras casi dos décadas de vida periodística puedo decir que le he seguido la pista en sus tres candidaturas presidenciales; lo he entrevistado y he charlado con él por momentos breves. Tras este tiempo estoy seguro de que AMLO también quiere un México mejor y ha mostrado acciones sobresalientes como las pensiones a los adultos mayores, su hasta ahora tolerancia cero a la corrupción y el apoyo a los jóvenes, o el combate al robo de combustible, el llamado huachicoleo.
Pero el presidente también ha descalificado a la sociedad civil, a los órganos autónomos, a la “prensa fifí”, a la “mafia de la ciencia”, a grupos empresariales, entre otros.
AMLO lo ha dicho varias veces: él gobierna para todos los mexicanos, pero parece que a veces se le olvida.
Presidente: usted ganó las elecciones con una legitimidad probada, los mexicanos optamos porque usted mandara, pero no se olvide de que la confianza en usted depositada no es para que construya sólo el México que usted quiere, sino el México que todos queremos.
Si algo está mal, arréglelo, pero no lo elimine de un plumazo.