Ayer Donald Trump firmó la orden ejecutiva para construir el muro entre la frontera de Estados Unidos con México, mientras el secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray, el de Economía Ildefonso Guajardo y el jefe de la oficina de la Presidencia Francisco Guzmán, llegaban
por la mañana a Washington. Ese fue el recibimiento del presidente de Estados Unidos a la comitiva de Peña Nieto que pactará la agenda de su reunión el próximo 31 de enero.
1.- La construcción del muro es parte la política de algunos gobiernos de Estados Unidos que han tenido a lo largo de la historia hacia México, cuyos momentos más ofensivos se recuerdan en la ocupación en 1846-48, el despojo de los territorios de Texas y California, el desplazamiento de 20 mil soldados y 8 buques en las costas de California en 1911, la intervención del embajador Henry Lane Wilson que culminó con el asesinato del presidente Francisco I.
Madero en 1913, el bombardeo de la Marina norteamericana a Veracruz que ocasionó 300 muertos en 1914. En varios de estos episodios
desafortunadamente han existido traidores como Antonio López de Santana que permitió el despojo del territorio nacional, de Victoriano Huerta que caviló el asesinato a Madero, o el de Vicente Fox que permitió que George Bush le impusiera el retiro de Fidel Castro de México.
2.- En general, la política de los gobiernos que ha tenido México hacia los gobernantes de Estados Unidos ha sido de sumisión, han aceptado la imposición de decisiones para proteger sus intereses como el Plan Mérida
admitido por Felipe Calderón en 2008 en materia de seguridad, aceptando millones de dólares para armamento, capacitación para miembros de las fuerzas armadas mexicanas, aplicando medidas de mayor control en los
aeropuertos especialmente en los vuelos a Estados Unidos, extraditando a prisioneros al ritmo que requiere el gobierno norteamericano, permitiendo la injerencia y colaboración de sus agentes en labores de
inteligencia en México. Claro que también han existido excepciones de presidentes patriotas como Benito Juárez y Lázaro Cárdenas.
3.- En el caso de Peña Nieto, permitió que Donald Trump desde su precampaña agrediera a los migrantes mexicanos, no hubo ninguna respuesta de su gobierno para defender a los paisanos que migraron a ese país por la falta de oportunidades de trabajo y desarrollo en México, y más aún, después
de todo ello, en un acto bochornoso invitó a Donald Trump, le facilitó el helicóptero del gobierno para trasladarlo a Los Pinos, le dio trato de jefe de Estado sin serlo, ya que todavía era candidato, dejó que él dirigiera la conferencia de prensa y nada dijo delante de él para oponerse al muro. Peña Nieto pensó que designando a Videgaray, Trump cambiaría sus decisiones que afectan a México, pero esto no es así, como hemos visto al firmar el decreto que desencadena la construcción del muro que sólo es una parte de las acciones que se complementarán con la expulsión masiva de migrantes mexicanos, con el cobro de impuestos a las remesas y
con una política de discriminación y racismo.
4.- México es un país que ha tenido y tiene enormes riquezas naturales, miles de kilómetros de litorales marítimos en el océano Pacífico y en el golfo de México, minas, hidrocarburos, maderas, ríos, lagos, tierras fértiles, pero sobre todo a un pueblo que sabe trabajar, pero desagraciadamente hemos tenido muy malos gobiernos que han permitido el saqueo de nuestros recursos naturales, que han sido cómplices de la inseguridad, de la impunidad y especialmente de la corrupción que ha enriquecido a muchos gobernantes y que tiene en la pobreza a la mayoría de los mexicanos. Esperemos que en lo que le queda de gobierno a Peña Nieto, asuma una actitud digna ante Donald Trump y ante cualquier gobierno extranjero, pero la solución a los problemas que aquejan al
pueblo está en cambiar al actual régimen que permita una verdadera transformación de nuestro país.

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