EL-SUR

Martes 30 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El nudo gordiano sureño

Héctor Manuel Popoca Boone

Marzo 23, 2024

 

Actualmente la expresión popular nudo gordiano se refiere a una dificultad que no se puede resolver. A un obstáculo difícil de salvar, dar solución y buen desenlace; en especial, cuando estas cuestiones solo admiten soluciones de fondo que remuevan las causas que dieron origen a los graves problemas.
“Cortar el nudo gordiano” significa resolver tajantemente y sin contemplaciones un problema ya que, descubriendo y atendiendo la esencia del problema, podremos develar todas sus implicaciones y ramificaciones, así como los protagonistas y responsables directos o indirectos; sobre todo cuando la naturaleza de la problemática es social. El nudo gordiano también está relacionado con la solución urgente y perentoria de problemas que podrían empeorar ante el paso del tiempo. En otras palabras, antes de que empeoren y la “bomba estalle”.
El meollo del “nudo gordiano” en Guerrero es que carecemos de una buena conducción gubernamental que articule y dé cauce a toda la estructura gubernamental, como un todo, con propósitos claros y definidos de mejoría social; y no quedarse a medrar con la sola palabrería de un gobierno que se antoja tricéfalo, anárquico y que lo llevan de la mano como el que actualmente tenemos, cuyos protagonistas principales son: Obrador-Félix-Evelyn.
Requerimos actuar con orden y con norma, en todos los aspectos político-institucionales, jurídicos, sociales y económicos de Guerrero. Si no tenemos una directriz y rumbo definido no podremos avanzar; y estas deben estar enmarcadas en la legalidad y en la pulcritud. Si no se respetan las leyes por todos, al rato nadie las acatará y cundirán las corrupciones e impunidades de todo tipo; ya que todos sabemos que nadie persigue esos delitos en estas tierras. Necesitamos justicia social y más justicia efectiva factual, no postergadas ni simuladas.
Necesitamos verdadera paz, creativa y productiva en un ambiente de libertad y seguridad, social y privada. Sin ser coaccionados ilegítimamente por cuanto, a nuestra libertad de acción, pensar y expresar se refiere, sin amenazas de extorsión alguna. Sin temor ni terror socializado.
Necesitamos que paren la violencia, los homicidios, los secuestros, las extorsiones, etc. No queremos que haya un cuarto y poderoso poder de facto que nos gobierne tal y como lo hace actualmente la delincuencia organizada, dominante ya en las tres cuartas partes del territorio guerrerense teniendo domeñada a la mayoría de la clase política sureña y subordinados a la mayoría de los integrantes de los otros tres poderes constitucionalmente establecidos.
No estamos en quiebra en las finanzas públicas porque el gobierno federal nos solventa en un 98 por ciento nuestros déficits financieros. La banca privada nos considera una entidad federativa insolvente y tenemos deudas y rezagos de pagos al interior de la administración pública, que afloran recurrentemente y movilizan a los trabajadores públicos y pensionistas por la falta de atención a sus demandas económicas; desquiciando la libre movilidad de tráfico vial y para hacer trámites en las principales ciudades. El gasto planificado de las finanzas públicas está hecho un desastre incrementado y generalizado.
Lo dicho anteriormente, explica los colapsos que hoy afloran en seis cuestiones de gobierno en los sectores de la educación, salud, seguridad pública y sana administración pública, honestidad y transparencia. Mención aparte es el notorio poderío de las bandas de narcotraficantes y todos sus negocios ilícitos y turbios en Guerrero, así como el grado de infiltración que gozan tanto en los tres niveles de gobierno actuantes en el estado; así como con sus amanuenses en el poder legislativo y judicial local; incluyendo también el tácito apoyo de sectores de empresarios inescrupulosos y determinadas áreas de las fuerzas armadas acantonadas en estas tierras del sur.
Requerimos con urgencia un gobernante y un equipo de trabajo gubernamental honesto, capaz, eficiente, laborioso, y principalmente, honesto. Que no se entregue al bandidaje o al encubrimiento de delitos. Basta de simulación, ineptitud, hipocresía y demagogia. Desgraciadamente no veo ese perfil de gobernante y funcionarios que, junto con el pueblo, desaten este difícil y complejo nudo gordiano. No lo oteo en ninguno de los partidos políticos y sus dirigentes, que tal parece que solo ven por sus conveniencias mafiosas y por sus corruptelas de enriquecimiento personal en lo inmediato.
Guardando las formalidades del caso, quien depuso al secretario de Seguridad pública estatal, a la fiscal general estatal y al secretario estatal de gobierno fue AMLO, que en los dos primeros casos fue él quien los designó. De tal hecho deviene la actual gran crisis institucional que nos embarga. De la que puede deducirse el fracaso de actuación de un gabinete de tómbola donde ha privado más la lealtad bufonesca que la necesaria eficiencia gubernamental. ¡Sálvese quien pueda!

[email protected]