Hoy se inicia en el país el nuevo ciclo escolar. Los niños y jóvenes vuelven a la escuela para iniciar, algunos, y otros reiniciar, su preparación en ese proceso que ayuda a la movilidad social, porque es la educación, ahora al alcance de todos los mexicanos, uno de los factores que tienen que ver con el ascenso dentro de la sociedad.
En Guerrero son poco más de un millón 300 mil los jóvenes que ingresarán hoy a las aulas atendidos por más de 70 mil maestros que laboran en 12 mil escuelas.
Quienes se han inscrito al primer año de primaria tendrán la fortuna de que su formación inicie con el enfoque de la nueva reforma educativa impulsada por la 4T, cuya premisa consiste en que el educando aprenda a aprender, no a repetir lo que le enseñan, lo cual será la base para crear a los hombres libres de pensamiento que nuestro país requiere para alcanzar el desarrollo.
Para ello el gobierno actual, que busca generar oportunidades para todos, está obligado a garantizar los espacios educativos necesarios y las condiciones óptimas para el estudio hasta en el último rincón del país, recuperando con el apoyo de los textos gratuitos las lenguas de los pueblos originarios como manera de fortalecer la pluralidad étnica y la multiculturalidad.
El reto educativo en el que participan activamente los tres órdenes de gobierno, involucra por igual a estudiantes, maestros y padres de familia que en las nuevas condiciones del aprendizaje están obligados a superar el rezago educativo en el que nuestro estado es campeón, pues su población mayor de 15 años tiene un promedio educativo de primer año de secundaria, cuando la media nacional es de tercer año de secundaria.
En este esfuerzo educativo el gobierno de la República merece un reconocimiento no sólo por la entrega puntual de los 176 millones de libros de texto gratuitos en todo el país, sino también por el ahorro de más de 460 millones de pesos que en otro tiempo eran parte de las ganancias de las empresas maquiladoras de los libros.
El inicio de clases siempre es el tiempo de la euforia por conocer cosas nuevas y hacer nuevos amigos. También es la oportunidad para que los de edad adulta recordemos cada quien su primer día de clases, sus amigos de entonces y a sus profesores.
En mi caso es tan vívido aquel recuerdo de mi primer día de clases que hasta el almuerzo de esa mañana lo tengo presente.
No sé si mi entusiasmo de asistir a la escuela era sólo por seguir en su aventura escolar a mis hermanos mayores, pero yo iba alegre y dispuesto con mi libreta de raya a realizar mi primer ejercicio de caligrafía que aquella primera vez consistió en una plana de la letra O con la que llegué presumiendo a mi casa.
Y lo que aún disfruto es el olor a nuevo que tenían los libros de texto gratuitos, que en mi caso fueron los primeros ejemplares que tuvimos para nuestra formación.

La Guardia Nacional en Guerrero

La Guardia Nacional está en Guerrero. De manera permanente se ha instalado en Acapulco, Zihuatanejo, Chilpancingo y Chilapa bajo la nueva estrategia disuasiva y preventiva para construir la paz, como es el mandato del pueblo mexicano para el nuevo gobierno.
Con ello el gobierno de la República retoma su obligación constitucional para la recuperación del territorio ejerciendo el monopolio de la fuerza contra el crimen organizado que mantiene bajo su control amplios territorios.
Leo Zuckermann, conductor del programa televisivo Es la hora de opinar, publicó el 21 de agosto una entrevista inteligente al primer comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio con la cual se disipan muchas dudas del público respecto a la nueva estrategia oficial para combatir la violencia.
El general explicó que la primera gran diferencia en la estrategia del gobierno pasado y el actual para recuperar la paz en nuestro país, es que antes su papel era reactivo, porque se actuaba con operativos masivos donde la violencia estaba disparada, como fue el caso de Michoacán en tiempos de Felipe Calderón, cuando el crimen organizado tenía infiltrado hasta el más alto nivel del gobierno estatal.
La inefectividad de aquella estrategia radicaba en que la fuerza pública no podía permanecer ahí después de retomar el control del territorio, porque sus efectivos no eran suficientes ni había los recursos para su permanencia, y porque inmediatamente había que ir a otra parte donde la violencia se desbordaba, (recordemos el fallido operativo militar en Chilapa con 4 mil elementos, cuando en enero del 2016 se pretendió sin éxito traer la calma al municipio).
Ahora, dice el comandante Bucio, se trata de prevenir los delitos con la presencia permanente de la GN en todo el territorio a través de las 150 coordinaciones establecidas y que funcionan como Mesas de coordinación para la construcción de la paz, donde se reproduce la coordinación que a nivel nacional encabeza todas las madrugadas el presidente de la República, acordando acciones coordinadas para combatir al crimen organizado en las cuales también se detecta si alguna de las representaciones está jugando en contra.
Su efectividad en Guerrero será puesta a prueba en el caso de Chilapa donde se prevén nuevas alteraciones al orden por la detención reciente del líder de uno de los cárteles que se disputan el control territorial de aquella región.