EL-SUR

Jueves 30 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Opinión

El pacto político de las mujeres

Maria Luisa Garfias Marin

Septiembre 18, 2007

 

Este 19 de septiembre la Asamblea Estatal de Mujeres por la Reforma Política del Estado de Guerrero celebra un año de haberse
constituido y para ello ha preparado una magna conferencia de prensa, en donde fijará su posición en torno al proceso político
que están impulsando el Ejecutivo, el Legislativo, Judicial y los partidos políticos a un año de actividades.
La Asamblea Estatal de Mujeres por la Reforma Política tiene como raíz las reuniones que diferentes organizaciones civiles de
mujeres convocamos para la organización de actividades por los derechos de las mujeres en agosto del 2006 en la cafetería
Macondo, para después trasladarnos al Congreso del Estado. Y surge ante la política discriminatoria de las fracciones partidarias
en la 59 legislatura, así como de la Comisión de Gobierno del mismo poder, al no incluir a ninguna mujer diputada en la
estructura de dicho proceso. Recuerdo nuestro manifiesto firmado y publicado, exigiendo los espacios que por derecho les
correspondía, así como la exigencia de las diputadas en el pleno para ser reconocidas como actoras políticas y ser incorporadas
en la Mesa de Alto Consenso, ahí en donde están los poderes públicos y los partidos políticos. Nuestro logro fue la incorporación
de la diputada Aurora Martha García Martínez en la mencionada Mesa. Posteriormente, las integrantes de la Asamblea
aprobamos que no hubiera una mesa temática exclusiva para las mujeres, que queríamos estar en todas y que para ello los
organizadores del proceso político aprobaran que los temas a ver en las diferentes temáticas se abordaran con perspectiva de
género. El representante del Ejecutivo, secretario general de Gobierno, Armando Chabarría Barrera, se negó a lo primero,
argumentando que las mujeres de la asamblea no éramos las únicas ni representábamos a todas las mujeres de Guerrero,
justificando con ello la propuesta de una Mesa temática de género y equidad, sin embargo, la decisión de la Mesa de Alto
Consenso para que las propuestas presentadas por las 13 mesas temáticas fueran con una visión de género, nos mantuvo
interesadas.
El 15 de noviembre de ese año, la Asamblea Estatal de Mujeres envió a la Mesa de Alto Consenso dos listas de mujeres
reconocidas por su trayectoria en el ámbito académico, político, cultural y de derechos humanos; una de ellas para integrar el
Consejo Consultivo de Ciudadanas y Ciudadanos, de la cual de 58 sólo aceptaron a cinco, la otra, era para representar a la
Asamblea en las 13 mesas temáticas y el resultado también no fue muy exitoso: algunas fueron aceptadas, otras vetadas, otras
nunca recibieron respuesta. De igual manera propusimos incorporar a la Secretaría Técnica a dos mujeres profesionales del
derecho. En fin, creo importante hacer un pequeño balance del proceso de “Reforma Política Democrática” en lo que se refiere a la
relación con las mujeres, llámese de la Asamblea Estatal o independientes.
¿Ha sido el gobierno del estado de Guerrero y los institutos políticos respetuosos de los derechos humanos de las mujeres en
este proceso político? ¿Habrá como resultado de este proceso reformas que respeten los derechos a la libertad, a la vida, al
sufragio, a la justicia de las mujeres? Estas son algunas de las interrogantes que yo me he hecho y tal vez que otras mujeres se
habrán hecho. Y es que hasta el momento, lo único que ha quedado muy claro ha sido el hecho de que quienes conducen los
trabajos para la Reforma Política del Estado de Guerrero, hombres en su gran mayoría, lo que están haciendo es trabajar para
continuar con el pacto que les permite seguir manteniendo el poder que el patriarcado les ha otorgado. La unidad entre ellos es
fundamental en estos momentos y los identifica, al negarles el ingreso a las mujeres al pacto político que significa la misma
Reforma . Por ello, considero mínimas las propuestas que las diferentes mesas temáticas hagan llegar a la Secretaría Técnica a
favor de las mujeres y de igual manera, que la Mesa de Alto Consenso considere para hacerlas llegar al Congreso del Estado, ya
que la presencia de la única mujer en ella poco podrá modificar los resultados. De tal manera que la Asamblea Estatal de Mujeres
debe jugar un papel determinante en lo que queda de este proceso para la reforma política y transformarse en la instancia
organizativa de las mujeres para defender nuestros derechos.
Es así que la Asamblea Estatal debe ser el marco para el pacto de las mujeres para construir la democracia genérica. Pero ese
pacto no debe agotarse con la Reforma Política, debe ir más allá de ella, permear a los partidos políticos con sus candidatas para
el próximo proceso electoral y hacer que sus propuestas de gobierno o legislativas, tengan como base la justicia, la igualdad, la
equidad y la vida. Construir entonces una agenda para las mujeres candidatas y su compromiso de accionarlo debe ser la
próxima tarea. Para esto se requiere recausar las fuerzas, buscando los momentos que nos permitan a todas volver para sellar
este gran pacto.