Luego de la visita al papa Francisco que hicieran Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, la morenista puso en la agenda de la discusión la Encíclica Fratelli Tutti del Sumo Pontífice, aunque pocos se detuvieron en el contenido de ese documento y se discutieron las formas de ambos encuentros.
Más allá de los escarceos y pleitos que se dan en las campañas políticas, que incluso devienen en confrontaciones personales y campañas negras, creo que vale la pena seguir la ruta de reflexión trazada por el pontífice.
La Encíclica aboga por el respeto a la diversidad religiosa y cultural, así como por el diálogo constructivo entre diferentes tradiciones, lo cual puede contribuir a fortalecer la cohesión social en México.
En un país con una rica diversidad religiosa y cultural como el nuestro, el diálogo interreligioso y cultural es clave para promover la paz y la comprensión mutua.
El texto del Papa critica la falta de ética en la política y la necesidad de una renovación moral en el ejercicio del poder. Estas enseñanzas pueden servir como un llamado a la responsabilidad social y a la búsqueda del bien común por parte de los líderes políticos y sociales en México.
El papa Francisco ha denunciado enérgicamente la exclusión social y la desigualdad económica como injusticias que atentan contra la dignidad humana. Ha llamado la atención sobre la brecha creciente entre ricos y pobres, y ha instado a una distribución más equitativa de los recursos y oportunidades.
Y ha cuestionado el paradigma económico dominante, señalando sus fallas en la protección de los más vulnerables y su tendencia a priorizar el lucro sobre el bienestar humano. Ha llamado a repensar el modelo económico actual y a buscar alternativas más justas y solidarias.
La llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia, aunque les pueda causar escozor a muchos, puso en el centro de las políticas públicas a los más marginados del país. Por eso me parece que ahora que viene la etapa de las propuestas, ambas candidatas deben explicar con claridad qué harán para dar continuidad a estos apoyos, y cuál será la fuente de su financiamiento.
El dilema de continuidad o cambio en la elección de 2024 se definirá más allá de los debates y acusaciones, en las certezas que se den a la población de que habrá mejoría en su calidad de vida a través de un gobierno que garantice el crecimiento de la economía, la austeridad en el gasto público y un mayor desarrollo social.
No puede ser de otra manera: décadas de gobierno de diferentes siglas políticas dejaron como herencia desafíos importantes en términos de pobreza, desigualdad y exclusión social. En ese sentido, la Encíclica pone un énfasis especial en la atención a los más vulnerables y marginados de la sociedad, recordando la importancia de políticas públicas que promuevan la inclusión y protección de sus derechos.