EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El peligro de ver crecer a Bolsonaro en las encuestas

Gaspard Estrada

Agosto 26, 2020

La semana pasada el instituto brasileño de encuestas de opinión, Datafolha, reveló un estudio demoscópico que apunta a un crecimiento de la popularidad del presidente Jair Bolsonaro, durante las últimas semanas.
Según esta encuesta, las opiniones buenas o muy buenas del ocupante del Palacio del Planalto (sede de la presidencia de la República) pasaron del 32 al 37 por ciento, mientras que la tasa de rechazo al jefe del ejecutivo brasileño disminuyó del 44 al 34 por ciento, es decir diez puntos menos en un mes. Todo esto, en un momento en el que la marca de los 100 mil muertos por causa del Covid-19 fue rebasada y en el que la crisis económica ligada a la pandemia llegó a su apogeo. Entonces, ¿Cómo es posible explicar tal fenómeno demoscópico, con un presidente tan irresponsable y peligroso para la democracia brasileña?
La explicación es bastante sencilla: la concesión de un apoyo financiero extraordinario de 600 reales (unos 100 dólares) por mes para 70 millones de personas (en un universo total de 230 millones de habitantes), desde el mes de mayo. Cuando comenzó la pandemia, en marzo, Jair Bolsonaro no tenía ningún plan para evitar que millones de personas que viven en el sector informal, y que por ende no tienen posibilidad de cumplir la cuarentena de manera estricta, entraran de lleno en la pobreza. De tal suerte que la sociedad brasileña, que experimentó una ascensión social sin precedentes durante los años 2000, está en vías de regresar a la década perdida de los años 1980. Es en este contexto de emergencia sanitaria, económica y política que el gobierno de Jair Bolsonaro terminó enviando – a regañadientes – una propuesta de apoyo de emergencia, de carácter temporal, para evitar que el hambre regrese con fuerza a las calles de Brasil. La suma ofrecida por el gobierno era insuficiente: 200 reales por mes (unos 30 dólares), lo que generó protestas de la oposición en el Congreso. El Partido de los Trabajadores (PT), junto con otros partidos de oposición, inclusive del centro derecha, rechazó esta propuesta y realizó una nueva, de 500 reales. Ante esta situación, el gobierno del ex capitán del ejército brasileño decidió presentar una contrapropuesta, de 600 reales, que finalmente fue aceptada por los congresistas.
Es así como a partir del mes de mayo, 70 millones de brasileños, en particular de las regiones más pobres del país, como el nordeste y norte de Brasil, comenzaron a recibir este “auxilio de emergencia”. Y, para la mayoría de estas personas, el gran orquestador de esta política social de emergencia fue Bolsonaro, no los partidos de oposición que batallaron para obtener el aumento del valor del apoyo. De tal manera que el jefe del ejecutivo comenzó a ser más popular en las regiones donde su respaldo era menor. Todo esto coincidió con un cambio sustancial de la base política del gobierno en el congreso, en la cual diversos partidos de centro y centro derecha decidieron apoyar la acción gubernamental.
Durante la campaña presidencial de 2018, Bolsonaro tuvo sus peores resultados en las zonas más pobres del país, y durante los primeros meses de su gobierno redujo las transferencias financieras a los gobiernos locales de estas regiones, gobernadas en su gran mayoría por ejecutivos progresistas. Paradójicamente, es allí donde la aprobación del presidente brasileño está creciendo más.
Sin embargo, esto no quiere decir que este aumento de la aprobación presidencial sea duradero ni que Bolsonaro tenga manga ancha para gobernar hasta el fin teórico de su mandato, en 2022. Para que su popularidad se mantenga, es necesario que el gobierno continúe dando este “apoyo de emergencia” de manera indefinida, lo cual es imposible desde el punto de vista fiscal. De tal manera que varios miembros del equipo económico de Bolsonaro han decidido renunciar, al presentir que el presidente preferirá mantener a como dé lugar un programa mínimo de subsidios, aunque esto se traduzca de una pérdida de apoyo dentro de los sectores empresariales y financieros –que constituyeron los principales respaldos de su candidatura. Estamos entonces frente a un probable espejismo de consecuencias inciertas.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y del Caribe (OPALC), con sede en París

Twitter: @Gaspard_Estrada