EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El penacho “de Moctezuma”

Humberto Musacchio

Octubre 19, 2020

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

El gobierno mexicano, mediante la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, ha solicitado al gobierno austriaco el llamado penacho “de Moctezuma” para exhibirlo en México con motivo de los 500 años de la caída de Tenochtitlan. Respetados especialistas han dicho que no es aconsejable el traslado porque se corre el riesgo de dañarlo irremisiblemente. Hay quienes arguyen que se trata de un bien que pertenece a nuestro país y hasta se asegura que es patrimonio robado al pueblo de México. No es cierto. Moctezuma se lo regaló a Cortés y éste se lo envió a Carlos V de Alemania y II de España. El penacho acabó en poder de un aristócrata que finalmente lo donó al Museo Arqueológico de Viena. De modo que deberemos conformarnos con admirar la réplica, por cierto excelente, que está en el Museo Nacional de Antropología.

El monumento a Colón

El monumento a Colón se instaló como un homenaje a quien comenzó el proceso de colonización que derivó en el mayor genocidio de la historia mundial, pues por citar un caso, de 30 millones de indígenas que habitaban el México central a la llegada de los conquistadores, la población se redujo a millón y cuarto al comenzar el siglo XVII. Cientos de miles, si no es que millones de indios fueron torturados por negarse a creer en el dios que trajeron los europeos o por ínfimas trasgresiones al orden o por el mero gusto de verlos sufrir. Cristóbal Colón inició en el Caribe la esclavización de la población autóctona, la violación masiva de mujeres indígenas, el despojo de bienes y el aperreo, cristianísimo procedimiento mediante el cual se ejecuta a una persona echándola a perros hambrientos que la destazan. Tener el monumento que rinde homenaje a Colón en uno de los puntos más transitados y visibles de la capital corresponde a tiempos en que las clases dominantes vieron con desprecio a los indios, quienes hoy explicablemente tratan de destruirlo. Muy bien que se retire el ofensivo monumento de la principal avenida del país, pero habrá que conservarlo en un museo de la ignominia.

Federico Reyes Heroles

Acaba de aparecer Registro. Mapa e inventario de uno mismo (Ed. Alfaguara, 2020), obra en la que Federico Reyes Heroles muestra su madurez como hombre de reflexión y su oficio literario. El mismo autor ya había dado muestras de su capacidad para penetrar en la ideología de nuestra época, en los comportamientos automatizados, asumidos o inducidos, y en la sensibilidad que se expresa en los hechos cotidianos. De alguna manera, Registro sigue el mismo rumbo, si bien por un sendero paralelo, de un libro anterior de Federico, Alterados (Taurus, 2010). En ambos títulos hay una búsqueda de respuestas a lo que nos preguntamos los habitantes del presente, confrontados con los desquiciantes cambios de un mundo que nos exige entenderlo, seguirle el paso, descifrar sus misterios y afrontar sus retos. Se dice pronto, pero esa tarea requiere de las herramientas que sólo proporcionan el conocimiento y el entendimiento, factores ambos que reúne nuestro autor para provecho de sus lectores.

Derechos de autor a traductores

El miércoles pasado, Paco Ignacio Taibo II anunció que en lo sucesivo, el Fondo de Cultura Económica reconocerá expresamente que las traducciones son trabajos de creación que caen en el derecho de autor, por lo tanto, en los contratos se establecerá el pago ya no de honorarios, sino de regalías, se pagará la traducción a cuenta de derechos de autor que serán del uno por ciento del precio de tapa y si las ventas generan una cantidad mayor a la anticipada se le entregará lo correspondiente al traductor en cortes anuales. Un acto de justicia, totalmente apegado a la legislación autoral, pero que seguramente motivará rechazo de quienes niegan que un trabajo ejecutado por encargo genere derechos de autor. Los abogados del Fondo deberán ponerse las pilas.

Breviario…

Luis Zapata requiere de la solidaridad de sus lectores. El autor de El vampiro de la colonia Roma, sufrió un paro cardiaco y está internado en un hospital de Cuernavaca. Los depósitos pueden hacerse a la cuenta de Banamex CLABE 002540476700144167 que corresponde a la tarjeta 5204167044364495. @@@ Hace un año nos dejó Daniel Leyva, poeta y prosista de polendas, ganador de los premios Villaurrutia y José Rubén Romero, dignísimo diplomático, brillante funcionario del INBA y, por si hiciera falta, el hombre que puso en el mapa cultural al Instituto Politécnico, donde montó grandes exposiciones, organizó ferias del libro, dio seriedad a la Sinfónica de ese centro de estudios y creó un público para el arte, pues no sólo de técnica viven los seres humanos. @@@ Con el consentimiento de las autoridades, sigue la depredación de las llamadas feminazis, encapuchadas que con sus actos vandálicos desprestigian el movimiento feminista, pues le imprimen un sello de inadmisible violencia en medio la más cabal impunidad. @@@ Hace diez años nos dejaron el gran Friedrich Katz, autor de la monumental biografía de Pancho Villa, y el bienamado Alí Chumacero, que con su obra ratificó lo dicho por Baltasar Gracián: si breve, dos veces bueno.