EL-SUR

Martes 28 de Noviembre de 2023

Guerrero, México

Opinión

El presidente arremete contra la ONU

Rubén Aguilar Valenzuela

Abril 20, 2022

 

El presidente López Obrador acusó a la ONU de no actuar “con apego a la verdad”, en una reacción afectiva y visceral, como acostumbra, siempre que se critica a su persona o su gestión, en la mañanera del pasado 13 de abril.
Así recibió el informe que el Comité Contra las Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas (CED) dio a conocer el 12 de abril, en Ginebra, Suiza, producto del trabajo de un grupo de diez expertos independientes que trabajaron en México en noviembre de 2021.
En el documento la ONU plantea la realidad que hoy se vive en México en el tema de la seguridad. Algo que el presidente, que vive en una realidad alterna, no quiere reconocer. Es uno de los más grandes y evidentes fracasos de su gestión.
La ONU plantea, con datos duros, que la estrategia de militarización, para hacer frente la seguridad, no está funcionado. Señala también la impunidad absoluta que impera en el país. Y registra también el trágico problema de los desaparecidos, que casi llegan a los cien mil.
El presidente, en su provincialismo y nacionalismo primitivo, dijo que “ningún organismo internacional va a ponernos en el banquillo de los acusados si estamos actuando con legalidad, con humanismo, si no permitimos la corrupción ni la impunidad”.
La personalidad del presidente no resiste la más mínima crítica y ante ella reacciona con vehemencia. Se cierra en banda y no reconoce que él y su gobierno puedan estar haciendo las cosas mal. Se asume como perfecto.
Las organizaciones de la sociedad civil, que conocen bien la situación de violencia e impunidad que impera en el país, que se han agravado en este gobierno, lamentan las declaraciones del presidente.
En su reacción, el presidente vuelve a hacer referencia al pasado. El presente, que le toca gestionar, no existe. No se hace cargo de que los primeros tres años de su gobierno son los más violentos en la historia moderna de México.
Contra la evidencia tampoco reconoce que en su gobierno se ha dado el proceso de militarización de la seguridad como en ninguno de los gobiernos anteriores. Él que en campaña prometió regresar a los soldados a sus cuarteles.
Entre el presidente y la Secretaría de Gobernación hay una evidente contradicción. Esta última ha dicho que “agradece el trabajo del comité y recibe sus recomendaciones respetuosamente con el compromiso de implementarlas”.
Alejandro Encinas, el subsecretario de gobernación, planteó que la visita del grupo de expertos muestra “la apertura al diálogo constructivo y la cooperación internacional”.
El presidente con sus reacciones emocionales se aísla de la comunidad internacional, pero también hace evidente las contradicciones al seno de su gobierno. Cada día se hacen más profundas.
La ONU no va a responder al presidente. Ya hizo su trabajo que documenta el estado de la violencia y la impunidad en México. Si el gobierno no quiere hacer nada frente a esta realidad, pues es un problema del gobierno y la sociedad mexicana y no de la ONU.

Twitter: @RubenAguilar