EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El problema de Morena

Jorge Camacho Peñaloza

Julio 19, 2019

Todo poder es deber
Víctor Hugo

Luego del primer aniversario de la votación masiva por Andrés Manuel López Obrador, en el presente año nuevamente se llevaron a cabo el 2 de junio elecciones en seis estados disputándose la gubernatura en Puebla y Baja California, diputaciones y alcaldías en Aguascalientes, Tamaulipas y Durango, y sólo diputaciones en Quintana Roo, en total, se disputaron 2 gubernaturas, 60 alcaldías, 86 diputaciones locales.
Y el resultado, ya sin Andrés Manuel López Obrador en la boleta, su partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ganó las dos gubernaturas, en Durango la coalición PAN-PRD y el PRI ganaron la mayoría de los ayuntamientos, Morena se quedó solo con dos. En Aguascalientes el PAN ganó más alcaldías. En Tamaulipas el PAN ganó la mayoría del Congreso Local y en Quintana Roo hizo lo propio Morena.
Digamos que de los seis estados en los que hubo elección Morena ganó en tres, Puebla, Baja California y Quintana Roo y perdió en tres, Tamaulipas, Durango y Aguascalientes, estados en los que López Obrador ganó con amplia ventaja, 48 por ciento por 29 de Ricardo Anaya, 46 por 25 y 39 por 31, respectivamente.
En Guerrero López Obrador ha ganado las tres elecciones en las que se presentó como candidato presidencial, dos veces por el PRD y una por Morena, en 2006 tuvo 510 mil votos por encima de los 263 mil de Roberto Madrazo, en 2012 obtuvo 632 mil votos y Peña Nieto 511 mil y en 2018 tuvo un millón 14 mil votos contra 285 mil de José Antonio Meade, es decir, Guerrero es obradorista. Por la ola o tsunami Lópezobradorista muchos han llegado a ser diputados, senadores y alcaldes sin carrera política, ser conocidos, experiencia y sin buena reputación política, sin embargo la solidez del voto obradorista la prospectiva es que la gubernatura la tienen ganada echados en la hamaca, el problema entonces es ¿quien va a ser el candidato?
Hasta ahora hay uno que más que candidato ya se siente gobernador y que en la pasada elección de 2015 para gobernador fue candidato y sólo obtuvo 37 mil 847 votos, y que hoy seguramente está pensando en que heredará los votos de Andrés Manuel. Me refiero al delegado de Programas de Desarrollo Social, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, a quien, por cierto, le gané como candidato a gobernador por el PAN en esa misma elección con 66 mil 794 votos obtenidos a sangre, sudor y lágrimas.
Después de la elección de 2015 Pablo Amílcar Sandoval sin pena ni gloria buscó y fue nombrado coordinador de la campaña de López Obrador en Guerrero, y a partir de ahí, con la fuerza que ya traía en la contienda presidencial y con ese cargo que ya lo ataba a estar más en Guerrero, empezó a notarse un comportamiento altanero y altivo, dicho coloquialmente, se vio que luego luego se le subió a la cabeza, fue notorio. No lo digo yo nada más, mucha gente lo vio y comentó, ni siquiera cuando era candidato a gobernador cuando sabía que las encuestas no le daban ni para el tercer lugar.
Para la elección de 2018 a la par de la presidencial, y sabiéndose candidato plurinominal a diputado local, y ya con el triunfo de López Obrador, como él mismo dice “el poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos”, a Sandoval Ballesteros le creció el pecho y se sintió con el poder y la altura para encarar a cualquiera con total actitud revanchista, para dar órdenes y obligar a cambiar las formas de hacer política, así le envió un mensaje al propio gobernador del Estado, Héctor Astudillo, de que después del triunfo del 1 de julio de 2018 las cosas habían cambiado y que tenía que cambiar su forma de gobernar. De ese tamaño la soberbia.
El contexto de Morena en el estado es de divisionismo, causado por las formas de pretender hacer política de Pablo Sandoval como si fuera el único que tiene derecho a hacerlo, a dar órdenes y decir cómo hacer las cosas, lo que le ha llevado a que ya estén pidiendo en Morena su renuncia como delegado de los Programas de Desarrollo Social, además de estar generando problemas en el manejo de varias situaciones, entre ellas la entrega de fertilizante; ya es casi evidente que lo que lo está sosteniendo es la generosidad del gobernador Héctor Astudillo al traerlo pegado en su quehacer diario, de lo contrario andaría confrontándose hasta con su propia sombra, y además con Marcial Rodríguez Saldaña y César Nuñez.
La elección del 2021 ya está a la vuelta de la esquina, Morena ya está dividido y se dividirá más polarizado por Pablo Sandoval porque es evidente que está aprovechando su cargo para promoverse hacia la candidatura de Morena a la gubernatura, lo que es más que evidente porque hasta ahora ningún diputado, senador o alcalde, de esos que por mucho obtuvieron una votación superior a la que él obtuvo como candidato a gobernador, como una Adela Román o un Félix Salgado Macedonio, se anda promoviendo para candidato de Morena para la elección del 2021, solito anda alborotando el gallinero.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A quien te quiera oír, que ya desde ahora se puede decir, que con Sandoval como candidato, en la elección van a tener un mal rato.