EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

¿El renacimiento de la Unión Europea?

Gaspard Estrada

Julio 22, 2020

 

El lunes los líderes de la Unión Europea, empezando por la presidenta de la Comisión, Ursula Von Der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y los jefes del ejecutivo de Francia y Alemania, Emmanuel Macron y Angela Merkel, llevaron a cabo una serie de conferencias de prensa para celebrar el fin – y el éxito – del último Consejo Europeo. Este Consejo era especialmente importante, teniendo en cuenta la grave situación política, económica y social que vive Europa tras la irrupción del Covid-19. Si bien América Latina es hoy la región del mundo más afectada por la pandemia, la Unión Europea ha sufrido enormemente a raíz de esta crisis sanitaria. Para muchos, se trata de un momento decisivo en la historia de este “objeto político no identificado”: tras la debacle económica de la UE después de la crisis económica y financiera de 2008 –en particular en Grecia, España, Italia y Portugal– tras el Brexit en 2016 y el crecimiento de los partidos eurofóbicos en los últimos años, el fin de la UE como tal se volvía una posibilidad real.
De tal suerte que este Consejo Europeo era crucial no solo para acordar el presupuesto de la UE para los próximos siete años, sino para definir cuál será el futuro mismo de la UE, permanencia o desintegración. Y desde ese punto de vista, queda claro que algunos líderes estuvieron a la altura, y otros no. En efecto, la crisis del Covid es única en el sentido que no se trata de un problema que pueda imputarse a la decisión política de un gobernante: se trata de un virus que toca a todos los países por igual, sin distinción de nacionalidad, raza u obediencia religiosa. Esta crisis tiene un fundamento totalmente diferente al de la crisis económica y financiera de 2008. Es por eso que la solidaridad, que está en el fundamento del proyecto europeo, debería primar sobre cualquier otra consideración.
Sin embargo, esa no fue la tónica de la reunión del Consejo Europeo. En los últimos meses, Angela Merkel operó un viraje de 180 grados en su política europea, después de haber entendido que su postura –excesivamente dura frente a Grecia durante la crisis económica y financiera de 2008-2012– había contribuido a reforzar los movimientos y partidos antieuropeos, de tal suerte que finalmente, después de años de espera, decidió tomar una iniciativa política y se sumó a la propuesta del presidente francés Emmanuel Macron de dar un salto inédito a la integración europea, al copatrocinar una propuesta que le permita a la UE emitir bonos de deuda a nivel comunitario para financiar el programa de rescate económico de la UE. Se trata a todas luces de un hecho histórico, porque Alemania nunca había estado de acuerdo con el principio mismo de este salto federal. Y de esta manera, los líderes de las dos principales economías de la UE decidieron presentar esta propuesta a sus demás pares de la Unión, así como a la Comisión y al Parlamento Europeo.
Pero no todos estaban de acuerdo con este “salto” federal. En particular el grupo de países autonombrados “frugales”, compuesto por Holanda, Austria, Dinamarca, Finlandia y Suecia. Para ellos, la naturaleza misma del acuerdo era un problema. Y para evitar que este se lleve a cabo, aprovecharon su capacidad de vetar cualquier acuerdo en el seno del Consejo Europeo. Así que durante casi cinco días, el futuro de Europa estuvo en vilo entre, por un lado, el bloque franco-alemán que tenía el respaldo de la presidenta de la Comisión Europea, frente al grupo de los “países frugales” que intentaron por todos las medios evitar que el salto federal “de facto” de la UE se llevara a cabo. Finalmente, después de múltiples reuniones llenas de tensión y presiones, Macron, Merkel y Von Der Leyen lograron imponer su idea de atribuir más de 390 mil millones de euros en subsidios para respaldar a los países más afectados por la crisis sanitaria y económica ligada al Covid, durante los próximos tres años. Varias concesiones importantes tuvieron que ser otorgadas, pero el objetivo principal, evitar la implosión de la UE y permitir su relanzamiento, fue conseguido. Por los tiempos que corren, no es algo menor.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París

Twitter: @Gaspard_Estrada