EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

El Señor López imbatible

Arturo Martínez Núñez

Enero 16, 2018

Se ha cumplido un mes ya del inicio de las llamadas precampañas a electorales. La tregua navideña ha concluido. Los tiempos parecen acelerarse exponencialmente.
Esta semana ocurrió un ajuste mayúsculo en el Gabinete del presidente Peña Nieto con la salida del Secretario de Gobernación, segundo al mando en la jerarquía gubernamental. Junto con Osorio Chong, se fue la mayoría de la primera plana de Gobernación. También hubo ajustes obligados en Trabajo y en la Sedesol. El equipo del presidente se prepara para afrontar la elección de julio y el cierre de su administración. En los gobiernos estatales ocurrirá algo similar ante la inminencia de la búsqueda de espacios electorales.
Algunos campamentos comienzan a ponerse nerviosos ante un juego que parece no modificarse: a pesar del impulso que se supone tendrían al inicio las campañas de Meade y Anaya, el posicionamiento parece moverse muy poco o casi nada. Andrés Manuel López Obrador camina solo en la punta y atrás, muy atrás, Anaya y Meade se disputan el tercer lugar.
Los estrategas priistas empiezan a parecer desesperados. Se escuchan voces que hablan de relevo en la candidatura. La lista de los posibles candidatos al senado por el PRI, más que de apoyo al candidato parecieran de búsqueda de refugio. Algunos priistas se preparan y se parapetan pensando en una posible derrota de su candidato. Los datos económicos no ayudan demasiado a Meade. Es por ello que la estrategia pareciera acentuarse: atacar a López Obrador, a quien algún genio decidió quitarle el “Obrador” y dejarlo en “Señor López”. Esta semana, el Señor López además de ser un peligro para México, pasó a ser empleado de los rusos, a ser Nini y a ser “loco”. De manera alternativa, Ochoa, Eruviel, Nuño, Lozano y Yunes atacan al “Señor López” esperando a que ocurra el milagro y éste los voltee a ver para engancharse en una pelea callejera.
El problema de esta estrategia es que golpear al rival no garantiza que tu candidato obtenga mayores apoyos. El señor López no se va a enganchar en la estrategia del golpeteo. Son muchos años en campaña como para venir a caer en trampas de aprendices.
Para el PRI es muy importante terminar de procesar la unidad interna que parece ser de papel ante el desplazamiento de los políticos tradicionales a manos de los itamitas. El PRI es un partido que necesita que sus cuadros y operadores se sientan identificados con su candidato. Meade debería de estar más preocupado por incentivar a sus militantes que en intentar meter al señor López a una pelea rinconera.
Ricardo Anaya sufre problemas similares de falta de identidad entre los militantes de los partidos que conforman el Frente. Este fin de semana en Guerrero, se vivió un zafarrancho entre militantes del PRD que protestaron ante lo que ellos consideraron un intento de imposición de la candidatura a la presidencia municipal de Acapulco por parte del MC. En cuanto se decidan las listas a los congresos, habrá una segunda tanda de inconformes que los partidos del Frente deberán de procesar intentando sufrir la menor cantidad de defecciones posibles.
Los independientes sufren el ataque del INE que ha amenazado con negar el registro a aquellos aspirantes a los que se compruebe el uso fraudulento del padrón electoral.
En Morena se siguen integrando las listas de candidatos no sin algunas controversias como la reciente incorporación de la periodista Lilly Téllez o del actor Sergio Meyer. Sin embargo, parece que la disciplina es fuerte y que no habrá mayor conflicto interno.
El reto para el Señor López, es mantener la unidad, hacer espacio para que se sigan sumando adeptos, seguir atajando los embates de la guerra sucia y, en una segunda etapa, garantizar la organización electoral de promoción y defensa del voto. Este es el talón de Aquiles de Morena: la falta de estructura nacional que le permita garantizar que lo que se percibe en las encuestas y en las plazas públicas se convierta en votos en las urnas.
Intentar socavar a Andrés Manuel López Obrador llamándolo Señor López, es una estrategia que ya intentó Vicente Fox a través de su vocero Rubén Aguilar, en los oscuros días del desafuero del tabasqueño en 2004. Más que decirnos por qué no deberíamos de votar por AMLO, los estrategas deberían de intentar decirnos por qué sí, debemos de votar por sus candidatos.
La estrategia del miedo y de la confusión no tendrá éxito en un electorado cada vez más informado a través de las redes sociales y menos a través de los medios tradicionales susceptibles a la manipulación y a la corrupción.
Tengo la sensación de que al presidente Peña Nieto le importa cada vez menos el destino de su candidato y cada vez más el intentar un cierre fuerte que le permita entregar al poder a quien resulte ganador de la elección sin importar de qué partido provenga. Sabe, que muchas veces es más sencillo pactar con los adversarios que con los supuestos aliados naturales. Sabe que la única ruta posible para que crezca el candidato Meade será señalar las omisiones y las acciones negativas del gobierno actual y que eventualmente esta ruta llevará al choque del otrora grupo compacto en el poder.

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