Silvestre Pacheco León
Diciembre 07, 2020
Nada bien la debe estar pasando Ángel Aguirre Rivero como estratega de la alianza del PRD con el PRI en el estado al encontrarse con Jesús Zambrano nuevamente como presidente nacional del PRD, después de que con ese carácter en el 2014 fue quien lo presionó para que dejara la gubernatura como un favor a Enrique Peña Nieto por el caso de Iguala. (Eso es lo que quisimos entender de lo que el ex gobernador cuenta en su anecdotario).
De visita a Guerrero para oficializar la candidatura de Evodio Velázquez a la gubernatura, quien presumía de haber sido el artífice del Pacto por México en 2012 aliando a su partido con el PAN y el PRI para facilitar la reforma energética de Enrique Peña Nieto, despotricó contra Andrés Manuel López Obrador y su gobierno tratando de aparecer como el más radical de la oposición de Sí por México.
Aún se puede ver la entrevista para el programa de televisión de Sabina Berman en el que Jesús Zambrano se reconoce como el autor intelectual del Pacto por México, casi salvador de la nación, cuando se imaginaba que toda la trama de corrupción que encubría permanecería oculta, pensando que el pueblo es tonto, como dice la máxima de López Obrador.
Triste destino de aquel partido tan radical que cayó en manos del grupúsculo de Los Chuchos ahora aliado con sus enemigos históricos para hacerles el trabajo sucio precisamente en Guerrero, donde ese partido dio las primera luchas para abrir en el país el camino a la democracia que hoy estamos disfrutando.
La verdad es que el PRD no merecía ese triste final de desaparecer en el estado que fue el más perredista, donde ofrendaron su vida para el triunfo de la izquierda más de 200 militantes que fueron perseguidos, apaleados, encarcelados y muertos por el régimen que ahora estamos terminando de enterrar.
Por eso hay que salir al paso del cínico papel de su dirigente nacional que busca a toda costa convencer a sus militantes de que el camino para su reivindicación consiste en ganar la gubernatura en Guerrero aliado con quienes han sido los enemigos históricos de la izquierda.
En vez de asumir la postura inteligente de mirar al gobierno federal como parte de la conquista que también al PRD le corresponde, y de bregar en la campaña electoral para ganar la mayoría construyendo las propuestas más atractivas para el desarrollo del estado, el dirigente nacional perredista está siguiendo el camino equivocado de querer distanciar a la militancia con Andrés Manuel López Obrador, como si no supiera que esa postura, lejos de atraerle simpatía a su partido lo alejará aún más no solo de los votos potenciales de la gente sin partido, sino del apoyo de sus propias bases que en Guerrero han sido fieles aliadas del presidente de la República.
Pese a todo lo ya señalado parece ser que la dirección nacional perredista ya decidió que en Guerrero no hay mejor recurso para su campaña que denostar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador tratando de ganarse así el liderazgo entre sus detractores.
Los miembros del grupo de Los Chuchos ya han utilizado antes los argumentos que ahora enderezan contra López Obrador cuando en el 2014 el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas los acusó de que su política de corrientes estaba llevando al partido a su perdición. Jesús Navarrete, entonces presidente nacional, se burló del líder moral del PRD acusándolo de haber mal dirigido al partido durante su gestión y de querer regresarlo al pasado.
Ahora ese mismo argumento lo retoma Zambrano contra Andrés Manuel López Obrador a quien acusa de no escuchar a nadie, que es él quien decide todo en el gobierno de la 4T.
En vez de reconocer que el cambio que promueve lo hace en cumplimiento de los propios principios perredistas, quiere desconocer lo que todos los días el pueblo ve en las conferencias mañaneras donde el presidente explica el contenido de cada una de sus acciones y responde a todos los cuestionamientos, atendiendo de inmediato las quejas y demandas que le formulan.
Lo menos que Los Chuchos han dicho contra López Obrador es que no está conduciendo correctamente la economía y de ser insensible frente a la pandemia, incluso asegurando que el gobierno carece de los recursos para financiar las vacunas.
Todo eso cuando el pueblo sabe que el gobierno de la 4T reconstruyó el caído sistema de salud en menos de un año, invirtiendo 40 mil millones de pesos en la conclusión de cientos de hospitales mal equipados y sin terminar para destinarlos a los enfermos de Covid-19 con una calidad de primera, al tiempo que contrató hasta 50 mil médicos y hace realidad el servicio de salud universal y gratuito para todos como los países del primer mundo.
López Obrador ha dicho ya que gracias al ahorro y la austeridad de su gobierno se evitó pedir prestado y endeudar más al país, y que se tiene asegurado el dinero para comprar todas las vacunas que se requieran. Sin embargo retó a que los partidos demostraran en los hechos que les importa la suerte del pueblo de México apoyando cuando menos con el 50 por ciento de su presupuesto a los gastos de salud.
Pero sobre esta propuesta todos los partidos han callado, pues les resulta más barato unirse al coro contra el doctor Hugo López- Gatell, responsable del equipo de médicos y científicos que dirigen el combate a la pandemia, a quien acusan de haber equivocado la estrategia de salud diseñada para todo el país involucrando a todos los gobiernos estatales para que apliquen sus propias políticas en su territorio.
Jesús Zambrano como todos los conservadores tiene dificultades para entender la trascendencia de acudir a la responsabilidad de cada mexicano para enfrentar la pandemia en vez de usar la fuerza para confinarlos, o asume esa postura pensando que una medida de fuerza provocaría el descontento, la protesta y luego la ingobernabilidad que alegraría a la oposición.
Pero la verdad es que lo más avanzado y democrático es promover que cada quien se cuide y así proteja a los demás, pues al obligarlos a que todos usen cubre bocas, los estás viendo como si ellos fueran los culpables de causar el coronavirus restringiendo su libertad que es como revictimizarlos.
Por eso el uso del cubre bocas, guardar la sana distancia y confinarse, son medidas que heroicamente están aplicando de manera voluntaria la mayoría de los mexicanos sin necesidad de medidas de fuerza.
Triste final del PRD en manos de Los Chuchos quienes perdieron la perspectiva desde que Cuauhtémoc Cárdenas los denunció. Ahora le dan el golpe final dispuestos a votar por un priísta con tal de detener la 4T pensando que el pueblo es tonto.