Marcial Rodríguez Saldaña
Noviembre 01, 2007
No habrá reforma de Estado en Guerrero, cuando menos en esta legislatura; se ha perdido una gran oportunidad histórica para
nuestra entidad federativa de realizar una reforma integral de todas sus instituciones políticas, la cual quedará pendiente para otra mejor ocasión. La mesa de la reforma a los poderes públicos inexplicablemente sigue en receso por falta de convocatoria de su coordinador vitalicio, el diputado Fermín Alvarado Arroyo, pues el acuerdo del pleno de la mesa de sesionar todos los miércoles lo canceló arbitrariamente para darse tiempo de presidir la Comisión Permanente, supeditando su interés personal al de la reforma del Estado. Así pasará a la historia. Lo que esperamos cuando menos que sí se concrete es la reforma electoral, por una parte porque es una demanda imperiosa de la ciudadanía y por otra por ser un mandato de la Constitución federal. Los poderes públicos y partidos políticos de Guerrero han convenido en general un proyecto de nuevo Código Electoral; son muchos los temas de la reforma que analizaremos progresivamente, uno de ellos el de llevar a cabo las elecciones en una sola jornada electoral. En un estudio que realizamos de los últimos 20 años de elecciones en Guerrero de 1986 al 2006, se concluye que entre elecciones locales y federales hubo 17 jornadas electorales, lo que da una cifra de que los electores guerrerenses tenemos una elección cada año y mes y medio. ¡Es demasiado! Además del gasto que esto representa en un estado con tantas necesidades en educación, salud, comunicaciones y servicios fundamentales, las constantes elecciones distraen a los poderes públicos de sus responsabilidades y se ocasiona un desgaste a la propia sociedad. Esto es parte de lo que nos han heredado los gobiernos del pasado en Guerrero, pues a ellos les tocó diseñar este sistema de elecciones. ¿Qué hacer? Corregir los errores del pasado, y por ello se ha insistido y ojalá se logre entre otros acuerdos, un nuevo sistema de elecciones concurrentes en nuestro estado. El problema y el debate que hoy se presenta consiste en la fórmula para realizarlo; las principales propuestas se concentran en las siguientes: 1.- La que contiene el proyecto de nuevo código electoral que fue enviado por la mesa de la reforma electoral a la mesa central de alto consenso, en donde se plantea que haya elecciones concurrentes hasta el año 2015, lo cual implica que la siguiente legislatura dure tres años con diez meses, que los Ayuntamientos tengan un periodo de tres años con nueve meses y que el siguiente gobernador sea electo por un periodo de cuatro años y seis meses. Con esta propuesta habría una elección para elegir a la siguiente legislatura y a los ayuntamientos el primer domingo de octubre del 2008; una segunda elección el primero de julio del 2009 para elegir diputados federales; una tercera elección el primer domingo de febrero del 2011 para elegir al siguiente gobernador por un periodo de cuatro años y medio; una cuarta elección para elegir diputados federales, senadores, diputados locales, ayuntamientos y presidente de la República el primer domingo de julio del 2012; y una quinta elección el primer domingo de julio del 2015 para elegir al gobernador por seis años, a los diputados locales y federales y a los ayuntamientos. 2.- La otra propuesta consiste en que haya una elección en octubre del 2008 para elegir la legislatura y los ayuntamientos por un periodo aproximado de tres años con nueve meses; una segunda elección se haría el primer domingo de julio del 2009 para elegir diputados federales; y una tercera elección el primer domingo de julio del 2012 en donde se elegirían a todos los representantes populares. Esta propuesta implica el que haya un gobernador interino o constitucional en Guerrero, por un periodo de un año y medio que comenzaría el primero de abril del 2011 al 1º. de octubre del 2012. Respecto de esta propuesta se han hecho comentarios dignos de reflexionar en dos aspectos: el jurídico constitucional, al señalar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación podría invalidar la reforma como lo ha hecho en otros estados como Michoacán, en donde se propuso que hubiera un gobernador interino; sin embargo, hay que argumentar que las resoluciones de la SCJN se emitieron antes de que se aprobaran las reformas a la Constitución federal en donde se establece un mandato a las legislaturas de los estados para que adecuen su legislación y haya elecciones concurrentes con las federales. En consecuencia, la SCJN en caso de una acción de inconstitucionalidad en contra de la reforma electoral en Guerrero, tendría que analizar y ceñirse a este mandato de nuestra Carta Magna. El segundo argumento es el financiero, mediante el cual se expone que se gastarían más de 200 millones de pesos en una elección de un gobernador constitucional; sin embargo y suponiendo sin conceder que no se pueda nombrar un gobernador interino y se tenga que elegir a un gobernador constitucional por un año y seis meses, como ya señalé en esta formula de elecciones concurrentes hasta el 2015 habría cinco elecciones, mientras que en la concurrencia de jornadas electorales hacia el 2012 sólo habría cuando más cuatro. Una tercera opción es que con el esquema de la propuesta numero dos, se elija a un gobernador constitucional el primer domingo de febrero del 2011 por un periodo de cuatro años y medio. ¿En cuál sistema se gastaría más, en el de cuatro o en el de cinco elecciones? ¿Cuál es el que más le conviene a Guerrero? |
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