EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Elecciones en Morena

Arturo Martínez Núñez

Agosto 02, 2022

Morena realizó un proceso abierto para elegir a las compañeras y compañeros que serán los próximos congresistas y consejeros estatales.
Fueron muchas las irregularidades que se documentaron a lo largo y ancho del país, sin embargo aunque imperfecto y muchas veces injusto, el modelo de democracia universal, siempre será el mejor método. Caer en la trampa de evitar la democracia directa bajo el argumento del conflicto en las urnas es la vía segura para la entrega del partido a grupos de interés.
Pasado el proceso para elegir a nuestras y nuestros nuevos congresistas, el movimiento tiene que enfocarse en seguir trabajando con miras a la elección de 2024, considerando las estratégicas elecciones del estado de México y Coahuila el año próximo.
En la conciencia de cada militante y de cada dirigente quedará el hacer una evaluación de la actuación propia. Subirse al tren de la descalificación de todo el partido, su dirigencia y su militancia, es hacerle el caldo gordo a la oposición.
No hay que olvidar que Morena es un partido político, pero no sólo es eso, Morena es un movimiento que va más allá de lo meramente electoral. En Morena buscamos transformar la forma de hacer política y aunque en este largo camino habrá muchas vicisitudes y reveses, al final la historia le dará la razón a aquellos que actúan con imperativos éticos, morales y legales.
Tener una elección interna con la participación de más de dos y medio millones de electores se dice fácil, por donde se le quiera ver es un triunfo de nuestro movimiento. La ropa sucia debe lavarse en casa y para ello en Morena contamos con instancias diseñadas para dirimir los conflictos internos. No es necesario que acudamos a los tribunales controlados por los conservadores y que siempre buscarán dañar a nuestro movimiento.
Morena es un movimiento de transformación, revolucionario, pacifico y democrático. Sin duda hay mucho por mejorar pero las urnas difícilmente se equivocan. De entre los muchos delegados inflados con apoyos desde el poder, hay muchos más que has surgido del trabajo de base. En democracia a veces ganan unos, pero las victorias no son para siempre ni las derrotas son permanentes. Hoy sabemos la dimensión y la magnitud, el alcance que puede tener la movilización dirigida. Esta son unos cuantos miles por distrito. No es suficiente para ganar una elección constitucional. Para eso hace falta el apoyo de muchos más ciudadanos con y sin partido.
La tarea no ha concluido, lejos de ello, viene la misión de seguir trabajando a ras del suelo sabedores que la gente sabrá premiar o en su caso, castigar. Aquellos que piensen que por haber sido elegidos al congreso tendrán pase directo a las candidaturas, se llevarán desagradables sorpresas.
En democracia se aceptan o se rechazan las reglas; si se aceptan, se tiene que reconocer el resultado.
Felicidades a los millones de mexicanas y mexicanos que acudieron en libertad a emitir su voto. En Morena, mi partido, estaremos atentos a los acontecimientos desde la trinchera en que nos toque participar.