EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Emma Cline: la normalidad del acoso

Adán Ramírez Serret

Julio 16, 2021

Un grupo de poetas del siglo XIX, Baudelaire, Verlaine, Rimbaud y compañía, comenzaron a escribir –primero el autor de Las flores del mal– sobre cosas oscuras en lugar de describir y compartir la belleza de la vida, de la naturaleza y del amor.
En los poemas de estos autores, llamados malditos, lo que más aparece es oscuridad, fealdad y sin sentido. ¿Por qué escribir sobre esto? Quizá porque sea parte de la vida. De nuevos tiempos que comenzaban a habitarse y luego llegó el siglo XX, que llenó de horror y sufrimiento a la humanidad. ¿Fueron profetas? ¿O tenían la mirada tan afinada que pudieron ver su presente?
Ahora, en pleno siglo XXI, estamos viviendo un momento similar en el cual un buen número de escritoras, un nuevo boom latinoamericano, mantienen una obsesión de escribir sobre, y desde, mentes oscuras.
Así la obra de Fernanda Trías, Mónica Ojeda o Cristina Morales está llena de incestos, violaciones y mierda. ¿Por qué escribir sobre esto? Porque es parte de la vida, y silenciarlo es peor que decirlo.
En esta misma vertiente, Emma Cline (Sonoma County, California, 1989), ha escrito hasta ahora un conjunto de relatos y dos novelas bastante interesantes y perturbadoras. Las chicas, un obra realista y sicológica, sobre la secta de Charles Manson y sobre la manipulación intelectual de este personaje.
Ahora hace una segunda entrega, Harvey, de apenas 100 páginas, sobre uno de los personajes más cínicos, depravados y perversos de la industria del cine estadunidense, el productor Har-vey Weinstein, precisamente. El hombre por el cual nació el movimiento #MeToo que no sólo le ha dado la vuelta al mundo, sino que lo ha revolucionado.
La novela se concentra en el último día que este hombre pasa en libertad, justo antes que el jurado dé el veredicto. Weinstein se encuentra en una mansión prestada. Los lectores estamos muy cerca de donde se forman los pensamientos de este hombre, casi en su mente. Se despierta aquejado por un terrible dolor de espalda. El plan del día es ver las noticias, hablar con sus abogados, terapia-masaje para la espalda y ver a su hija y a su nieta más tarde.
Harvey es atendido por un hombre al que trata como un sirviente, le prende y apaga la tele y le ayuda con las labores imprescindibles de alguien que apenas puede caminar y es afín a la bebida y a la buena comida.
Observa los noticieros del país en donde él es, naturalmente, la noticia más importante del momento. Lejos de sentirse culpable, Harvey se pregunta por qué están tan ensañados con él. Si no es ni remotamente un pedófilo y todas las mujeres que lo acusan mienten porque eran adultas y lo hicieron en pleno uso de sus facultades. Sabían lo que hacían y consiguieron mucho con eso.
Él está bastante confiado del veredicto del jurado, pues muchísima gente muy poderosa le debe favores y ha intentado intervenir, infiltrar a miembros del jurado que le favorezcan. Sin embargo, cuando habla con sus abogados, le dicen que las cosas no están tan sencillas como él cree. El país completo está volcado en el caso y ayudarlo no es nada sencillo.
Mientras tanto, Harvey pide el desayuno y se pone a ver la televisión y reflexiona sobre sus próximas producciones, sobre el género de las series en las que debe invertir. Es acusado de violencia sexual, y la vida sigue para él como sin nada.
La terapia consiste en unas potentes inyecciones que casi lo desmayan para obnubilar el dolor; y la terapia en una joven rusa a quien Harvey desea por instinto depredador y sobre quien fantasea que lo puede cuidar; pues una mujer como ella, sueña, piensa que nunca lo traicionará.
Por la noche llega su hija a despedirse, pero él está tan confiado que no se da cuenta; y cena con ella y su nieta sin el mínimo interés en ellas y de las cuales necesita su compañía como de cualquier otra persona. ¿Por qué escribir sobre gente tan ruin? Porque este tipo de personas pueden ser depravadas, que viven una vida que consideran normal, con rasgos humanos. Quizá sirva leer estas historias para ver que aquello que entendemos como el mal, no es otra cosa que la cotidianeidad para muchas personas.

Emma Cline, Harvey, Ciudad de México, Anagrama, 2021. 102 páginas.