EL-SUR

Miércoles 06 de Noviembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Empleos verdes

Octavio Klimek Alcaraz

Abril 25, 2020

Dice el refrán que al mal tiempo, buena cara. Cuando la vida se nos complica hay que afrontar ésta, de la mejor manera posible. El mundo y el país con la pandemia de coronavirus, que no sólo es una crisis de salud, sino también una crisis ecológica, económica, social y cultural.
Todos confiamos en que la humanidad va a salir delante de esto. Pero si no somos capaces de cambiar este modelo capitalista salvaje a la mexicana, basado en el libre mercado, que ha buscado con todo destruir las bases del Estado Mexicano, cuya lógica de crecimiento económico le hace imposible reconocer los límites biofísicos del planeta, además de ser un acumulador injusto de la riqueza concentrada de manera escandalosa en una minoría de personas frente a una mayoría de personas trabajadoras, pobres o en el mejor de los casos, clasemedieras. Entonces, la crisis hoy expresada en la salud tomará una pequeña pausa y volverá como un tsunami para arrasar con la humanidad a través del cambio climático en los próximos años, todavía para muchos una crisis difusa.
En lo inmediato, México va a entrar en una lógica de requerir generar empleos para millones de personas que están perdiendo todo debido a las complicaciones relacionadas con la pandemia. Es claro que, como siempre, los grandes perdedores de la crisis de salud son los más pobres, más de la mitad de la población del país, los que tienen empleo informal o formal precario, los condenados de la Tierra, aunque también se suman los desempleados provenientes de la cada vez más precaria clase media, agravando más la situación. Dudo que los grandes ricos del país dejen de comer por la pandemia, tal vez sean magullados en sus niveles de acumulación de la riqueza, pero nada más, ya que han acumulado riqueza sin pudor alguno. Su asunto es el de la codicia simple, dueños del poder no sólo económico, sino también político, privatizaron a través de sus gobiernos corruptos las ganancias, pero ahora buscan a toda costa sociabilizar las pérdidas. Ahora, apelan a un Estado Mexicano fuerte, que invierta en el rescate de sus empresas. No es el interés en sus trabajadores, carentes en la mayoría de los casos de un seguro de desempleo decoroso. Ahora bien, si vas a rescatar empresas con recursos públicos, no estaría de más promover modelos cooperativos, por ejemplo, para que los propios trabajadores las adquieran y las rescaten. Los ricos del país, en la lógica del mercado, durante décadas desmontaron la fortaleza del Estado Mexicano, apelaron a mayores desregulaciones, a un Estado Mexicano débil, que se expresa en la pandemia en un sistema de salud pública con evidentes carencias de todo tipo de recursos. La estrategia y sus consecuentes acciones de solución es muy complicada, hay que dar respuesta a todo esto. Lograr recuperar empleos para la gente es todo un reto de toda nuestra sociedad.
En este momento, mi temor es que se desprecien las enseñanzas derivadas de la pandemia y se le use como coartada para generar proyectos ambiental y socialmente nocivos en nombre de la creación de empleos, es decir, económicamente rentables para quienes los financian, pero en los que no se internalicen sus altos costos ecológicos y sociales. Seguramente en los próximos meses se van a anunciar grandes inversiones tanto públicas, como privadas. Entonces, las regulaciones ambientales pueden considerarlas sus promoventes un mero trámite, como hasta ahora, y seguirá esta orientación perversa, que nos lleva a una debacle mundial y de país, expresada en el coronavirus y el cambio climático, al no comprenderse –o peor aún, aceptarse– que la salud de la naturaleza está ligada a la salud humana y viceversa. Nuestros signos vitales en ambos casos están en estado grave o tal vez ya en estado crítico. El asunto es muy serio, ya que se trata de la viabilidad de la especie humana que hasta hoy conocemos.
Entonces, dentro de una estrategia integral de respuesta a la crisis actual, hay que proponer alternativas a este modelo inercial de aplicar las recetas fracasadas, pidiendo que los grandes tomadores de decisiones, dentro de los organismos internacionales, los gobiernos y los grandes dueños de la riqueza piensen más de dos veces sus acciones. Hay muchas cosas por hacer en una gran estrategia para cambiar el actual modelo económico, aquí sólo voy a expresar la necesidad urgente de impulsar de manera real empleos verdes.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo de las Naciones Unidas denomina empleos verdes a aquellos “empleos decentes que contribuyen a preservar y restaurar el medio ambiente, ya sea en los sectores tradicionales como la manufactura o la construcción o en nuevos sectores emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética.
“Los empleos verdes permiten aumentar la eficiencia del consumo de energía y materias primas; limitar las emisiones de gases de efecto invernadero; minimizar los residuos y la contaminación; proteger y restaurar los ecosistemas; contribuir a la adaptación al cambio climático”. (Ver https://www.ilo.org/global/topics/green-jobs/news/WCMS_325253/lang—es/index.htm).
Yo agregaría que se necesita apoyar primordialmente a los más pobres de la población mexicana. Hay que aplicar en el medio rural las experiencias exitosas con las comunidades campesinas e indígenas de programas implementados por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y la Comisión Nacional Forestal, así como organismos similares. En el medio urbano hay mucho trabajo por hacer, no sólo con residuos y energías renovables como indica la OIT, hay trabajo con proyectos de huertos urbanos, captura de agua de lluvia, entre otros empleos verdes. En fin, hay un amplio catalogo de actividades para generar empleos verdes, primero temporales y, en lo posible, que puedan escalar a ser empleos permanentes.
El financiamiento a fondo perdido ante la realidad económica puede no sólo provenir de recursos públicos de los distintos órdenes de gobierno, que pueden concurrir en recursos, sino también de financiamiento internacional.
Concluyo: hay que pensar nuevos caminos estratégicos en los próximos meses, la cuestión es transformar este país de raíz y darnos la oportunidad de lograr una sociedad más justa e igualitaria en lo social, lo económico y lo ecológico.