EL-SUR

Lunes 15 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA POLÍTICA ES ASÍ

Encuestas y elecciones

Ángel Aguirre Rivero

Enero 10, 2020

LA POLÍTICA ES ASÍ

 

La publicación de diferentes estudios de preferencias electorales a más de uno quitan el sueño.
Hay de todo: encuestas a modo, patito o cuchareadas (como suelen llamarles), verdaderos “trajes a la medida” que empresas poco profesionales se prestan a elaborar.
Hay empresas serias, pero también las que presentan sus trabajos sin seguir un método riguroso, técnico y profesional, que por cierto nos enseñaban en nuestra querida Facultad de Economía de la UNAM, cuando éramos estudiantes y dicha escuela gozaba de un gran prestigio académico.
Hoy, cualquiera se atreve a vender encuestas sin acreditar en su metodología las variables que se requieren. Y como los malos políticos consideran que todo se vale (lo que importa es llegar), tratan de manipular la opinión pública.
En el fragor de la contienda electoral es cuando se presentan estas prácticas, aprovechando que las redes sociales son un espacio desregulado donde corren las fake news.
Tengo muy presente cuando contratamos a una de las encuestadoras más serias del país. A la hora de los resultados, eran exactamente lo contrario a lo que ellos habían pronosticado.
En las contiendas por la Presidencia de la República, varias encuestadoras nacionales han terminado con su prestigio en vilo por sus equivocaciones.
Otras encuestadoras te muestran a las o los más conocidos ante el electorado, pero no te dicen la carga de desprestigio o negativos que registran.
Tampoco miden el potencial de cuánto pueden crecer aquellos que son poco conocidos, y poseen atributos como honradez, experiencia, lealtad, carisma, sencillez.
En ese sentido, prefiero los estudios de grupos de enfoque, que ahondan más en el humor social y permiten a los equipos de campaña hacer estrategia y planeación en comunicación.
Alguna vez José Francisco Ruiz Massieu me obsequió un libro de nombre El Político de Oparin, y éste afirmaba que la mejor forma de pulsar lo que la sociedad siente en torno a sus gobernantes (yo agregaría, o a sus candidatos), era vestir y caminar por las calles como cualquier ciudadano, y preguntar directamente a la gente su opinión de tal o cual político.
Sostengo que la mejor campaña es a ras de tierra y mirando a los ojos al ciudadano, para que conozcan tus ideas, propuestas y te expresen sus opiniones.
Hablar a la gente siempre con la verdad, elaborar discursos cortos y claros, salpicados de anécdotas que mantengan la atención y la sonrisa del público.
Pero insisto: no se puede lograr una conexión emocional si no se es honesto; la gente es sabia y sabe muy bien que “lo que sale del corazón, llega al corazón”.
El dispendio siempre jugará en contra, mientras que la humildad en todas sus acepciones ganará siempre muchos adeptos.
El triunfo electoral en 2021 dependerá de varios factores: primero, el perfil del candidato. Que sea sencillo, accesible, carismático, pero sobre todo, preparado para enfrentar los retos del futuro. Quien lleve candidatos soberbios, prepotentes, corruptos y con un desconocimiento de nuestra problemática están derrotados por anticipado.
Los nuevos paradigmas en política, el desgaste de la vieja clase política, la llegada de personajes que den certeza de un relevo generacional pero que a la vez acrediten experiencia, son algunos elementos clave.
La decisión de continuidad y cambio está en juego en toda elección y tiene que ver con la evaluación que hagan los ciudadanos de los gobiernos federal, estatal y municipales.
Sin duda que la fortaleza de alianzas y partidos tendrá un peso específico. La mejor estructura electoral y un vigoroso programa de promoción al voto darán oportunidades de triunfo. Las llamadas campañas a tierra, son cruciales en una estrategia triunfadora.
Las dirigencias nacionales y estatales de los partidos políticos tienen en los próximos meses el reto de construir un piso parejo para sus precandidatos, pues será crucial salir en unidad de sus procesos internos. Demostrado está que las divisiones son camino seguro a la derrota.
La elección de 2021 ya dio inicio. El handicap para todos los aspirantes en los próximos meses es crecer en la aceptación de la gente, y eso se podrá apreciar… en las encuestas.

Del anecdotario

Carlos Salinas de Gortari decidió visitar Ometepec, mi pueblo, por lo que el entonces gobernador José Francisco Ruiz Massieu me pidió (yo era su secretario de Desarrollo Económico y del Trabajo), que me abocara a proponerle una casa de alguna familia distinguida, pues el Presidente había decidido pernoctar en este hermoso lugar.
Le sugerí la casa de don Víctor Zarco Solórzano, nacido en Tacámbaro, Michoacán, con una línea de parentesco cercano con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y de su distinguida esposa, la maestra María Cristina Guillén.
Propuesta que de inmediato aceptaron con la única condición de que se instalara un aire acondicionado y el pequeño gimnasio que Salinas de Gortari llevaba a todas partes.
José Francisco me pidió hospedarse en mi casa y así lo hizo.
Por la noche me pidió ofrecerle alguna cena a algunos de los invitados del Presidente, entre ellos dos embajadores.
–Ángel, invítanos a cenar a tu casa –me dijo José Francisco.
–Claro que sí mi gobernador con mucho gusto.
Ya en el jardín de la casa me preguntó si tenía algún vinito para invitarle a sus acompañantes, y pues la verdad que yo no estaba preparado para esa recepción, por lo que pedí a uno de mis colaboradores que buscara en las vinaterías y no había ni Padre Kino.
Con mucha pena le comenté a Pepe que no había vino, pero que tenía mezcal, brandy y hasta una botella de whisky.
–No te preocupes Ángel con esto lo hacemos.
A la hora de la cena tuve que pedir tostadas, taquitos dorados y enchiladas que venden todas las noches en la plaza de mi tierra.
Pensé que mi amigo el gobernador se molestaría al no poder ofrecerles una cena más formal, pero lo tomó con mucha filosofía:
–Señores embajadores, mi colaborador Ángel Aguirre quiso que ustedes probaran los antojitos típicos de su pueblo y espero los disfruten.
Por ahí había quedado un poco de estofado del día anterior, por lo que mi compadre Marino Pachuca Pachuquita tomó la iniciativa de invitarles este platillo tradicional de la Costa Chica, pero como no había cocineras, el propio Pachuca se puso a calentar las tortillas, las cuales llevándolas en la mano le ofrecía a los embajadores y al gobernador:
–Una calientita compita –decía a los representantes de otros países, quienen observaban con mucha admiración cómo llevaba en sus manos las tortillas calientitas.
Al siguiente día me fui muy temprano a casa de mi amigo Mario Navarrete, quien fungía como presidente municipal, y a quien le tocaba dar las palabras de bienvenida y se encontraba muy nervioso.
Ensayamos sus palabras que fueron muy cortas y antes de partir al evento me dijo:
–Espéreme licenciado, me voy a tomar mi café –y observé cómo pidió a su colaborador que le sirviera un “chingadazo de brandy” pa’ agarrar valor… Y ya casi subiendo a la camioneta, mi querido Mario se detuvo para darle otro “cuartazo al macho”, o sea más brandy para su café.
El evento estuvo espléndido y Salinas de Gortari inició su discurso diciendo:
–Anoche pernocté en Ometepec, y quiero decirles que se duerme muy bien…
Luego vinieron los discursos, incluyendo el mío en donde exhalté el bagaje histórico de Ometepec, pues fue en este lugar donde el cura Morelos otorgó el título de coronel al general Vicente Guerrero.
La vida es así.