EL-SUR

Martes 30 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Errores políticos

Florencio Salazar

Abril 28, 2022

No subestimar la fortaleza de lo que aborrecemos.
Daniel Innerarity.

Algunos políticos cometen errores que pueden costarles sus aspiraciones. Su falta de confianza y el desconocimiento de quién es el tomador de decisiones los lleva a boicotearse. Siendo yo diputado federal el gobernador Rubén Figueroa Alcocer me invitó a comer en Acapulco. No recuerdo el nombre del lugar ubicado en Punta Diamante. Al llegar al restaurante estaban a la mesa Rogelio de la O Almazán, alcalde del puerto, y Raúl González Villalba.
José Francisco Ruiz Massieu me designó coordinador de su campaña político-electoral como candidato a gobernador de Guerrero. El presidente del PRI era González Villalba, a quien nunca le agradó mi comisión. Él era del equipo que salía, el de Alejandro Cervantes Delgado. Sus constantes quejas a Ruiz Massieu alguna vez fueron objeto de algún comentario sin importancia.
Ruiz Massieu revisó con lupa a cada uno de los aspirantes a diputados locales; se iba a integrar la primera legislatura de su inminente gobierno. Entre los palomeados estaba González Villalba, pero se cayó. Vio la comida con el gobernador Figueroa como la oportunidad para responsabilizarme. Supuso que tendría el apoyo de su jefe.
“Tú estabas en la lista de los prospectos aprobados –le dije– pero cometiste el error de pedir a Jorge de la Vega Domínguez, presidente nacional del PRI, su apoyo. La llamada telefónica de De la Vega Domínguez fue para tu desgracia. Ruiz Massieu me comentó, aún molesto, que no aceptaba recomendaciones para el Congreso y te tachó en su libreta de apuntes”. González Villalba insatisfecho con mi argumentación algo trató de decir; lo atajó Figueroa Alcocer: “Hay que saber callarse. Eres como los que están en el pantano, entre más te mueves más te llenas de lodo”.
Otro error político fue el cometido por el dirigente de la CTM en el estado, senador Filiberto Vigueras Lázaro. Él aspiraba a ser candidato a gobernador y no aceptó su fracaso. Como se acostumbraba entonces, los sectores del PRI –agrario, obrero y popular– postulaban al destapado como su precandidato. Después se reunían los delegados de los tres sectores en la Convención estatal y lo declaraban candidato del PRI. Así se legitimaba la decisión presidencial en la etapa del partido casi único.
En la asamblea del sector obrero Filiberto Vigueras –de voz potente– dijo que Ruiz Massieu era “el pequeño gigante de la política”, y esa expresión la repitió varias veces a lo largo de su perorata. José Francisco disimuló su molestia. Nada dijo al respecto cuando le tocó intervenir. “Vigueras sacó boleto”, pensé sin hacer mayores comentarios; no hubiera sido prudente repasar el tema.
Dos años después Filiberto Vigueras terminaba su periodo en el senado y aspiraba a ser diputado federal por Acapulco. En ese lapso, Ruiz Massieu hizo una sólida relación con Fidel Velázquez. Tuve oportunidad de asistir a varias reuniones con el sempiterno líder obrero, acompañando al gobernador. En corto, don Fidel era un hombre muy agradable alejado de esa imagen austera y de sus conferencias balbuceantes. Ruiz Massieu convenció a don Fidel del desgaste de Filiberto Vigueras en Acapulco y lo difícil que sería ganar su elección.
Vigueras Lázaro fue postulado por el distrito federal con cabecera en Iguala. Su opositor era el periodista y agrónomo Félix Salgado Macedonio. El cetemista hizo una campaña deslucida, pero obtuvo la mayoría de votos. De acuerdo al proceso se instaló el Colegio Electoral en la Cámara de Diputados. Con mayoría priista la calificación aprobatoria del dirigente obrero sería de trámite. Todo iba bien hasta que Salgado Macedonio subió a la tribuna con unos costales. Ahí los vació soltando boletas quemadas, votos anulados, etc., que –según el candidato opositor– evidenciaban el fraude cometido en su contra. A Félix empezaron a llamarlo El Diputado Costales.
En política solo se deben tener los adversarios inevitables. No hay enemigo pequeño y el peor enemigo, por pequeño que sea, puede ser uno mismo.